Amaral publican hoy su nuevo disco ‘Dolce Vita’. Un álbum llamado a vender miles en la semana de Black Friday y la campaña de Navidad, que el grupo decidió retrasar debido a problemas familiares de Juan Aguirre.
El dúo se muestra 100% entusiasmado en una presentación en directo realizada para prensa y amigos este miércoles en el Matadero de Madrid, así como agradecido con las decenas de personas que lo han hecho posible, y que son mencionadas una a una. La sobrina de Eva protagoniza un momento muy tierno porque se la escucha balbucear entre canción y canción, y la vocalista, que se manifiesta «muy nerviosa», pero no se le nota en absoluto, la saluda. Aunque la verdadera noticia que deja la noche es que los 6 singles que han adelantado y tocan en vivo esta noche, no deslucirán nada entre sus clásicos.
La agenda en cuanto a entrevistas promocionales es vertiginosa, con 15 minutos programados para cada periodista en las espectaculares oficinas de Sony Music en el Paseo de la Castellana. Recuerdo grabarles prácticamente una hora cuando vivían en la autoedición, pero el grupo tiene clarísimo lo que quiere contar con ‘Dolce vita’ y lo sintetiza más o menos bien (al final araño 24 minutos y 22 segundos). Ni ese sonido clásico que oímos en ‘Los demonios del fuego’ quiere ser un regreso a sus orígenes, ni el álbum quiere ser tan político como aparenta con campos semánticos de «patrias» y «banderas». También tengo la sensación de que el grupo evita encontrarse en titulares donde aparezcan cosas como «Trump», «VOX» o «Gaza». Pero a veces esas palabras vienen a la mente escuchando un disco que habla de la libertad (de la verdadera, no la de tomar cañas), y que menciona a Víctor Jara y a Carlos Marx.
Siempre agradable y encantador, el grupo se abre a las interpretaciones y respeta las opiniones que genera. Eva Amaral llega a disculparse al final por haber sacado a relucir el beef que nos inventamos con La Élite, y que ya hemos aclarado dos veces con este otro grupo. Tampoco hacía falta… Una gira de arenas aguarda a Amaral, no dejéis de consultar fechas en su web, ni de comprar su disco en soporte físico: se fabricaron muchísimos pensando en la campaña de Navidad.
Con muchísimos matices, creo que este disco es un regreso al sonido clásico de Amaral, en contraste con el anterior. A vosotros no os lo parece por la cara que me ponéis…
Eva: «Es que me hace gracia que a cada persona le parece una cosa distinta. El lenguaje que nosotros manejamos son las guitarras y a partir de ahí sí que construimos otras capas con otros instrumentos. De ‘Salto al color’ nos hemos quedado con la electrónica, con las pequeñas pinceladas que tenía, con las dinámicas, con cómo mueve las energías, ese ir pasando por estados de ánimo muy distintos dentro de una misma canción. Con cómo son capaces de propiciar esos subidones en algunas partes de las canciones. Eso nos fascina y lo seguimos utilizando. Quizás más en el directo que en los discos, pero sigue estando ahí».
Yo pensé que ibas a decir las percusiones, por ‘Libre’ o ‘Podría haber sido yo’, que sí que tienen un punto percutivo más «de color».
Eva: «Sí que es verdad que igual la parte de sonidos un poco más industriales, por llamarlo de alguna manera, estaría en la parte de percusión».
Juan: «Más tribal».
Eva: «Nosotros siempre pensamos en una evolución, pero luego todo el mundo nos dice «Es que suena muy Amaral». Y dices: «¡Bueno, pues nada! ¡No hay tanta evolución como nos creíamos!» (risas) Sí es verdad que en este disco, aunque hay un regreso a esos orígenes, sí que hay una evolución en algunas cosas, sobre todo, por la parte rítmica, de sonido… Las guitarras están más presentes que en ‘Salto al color’, aunque había muchas guitarras en ‘Salto al color’… Lo que pasa es que era con texturas que parecían salidas de un sintetizador. Eran esos ambientes que hace Juan, que es otro de sus grandes puntos como guitarrista, que no solamente es melódico, sino que construye capas sonoras. Y eso sigue estando ahí».
«No hemos hecho nunca dos discos iguales y siempre hemos intentado ensanchar los límites de lo que ya habíamos hecho»
¿En qué canción nueva podemos percibir la evolución de Amaral?
Eva: «Para mí es un sonido como conjunto».
Juan: «‘Ahí estás’. La manera en la que fluye la base rítmica es bastante distinta. Si no hubiésemos hecho lo anterior, no habríamos llegado a eso. ‘Dolce Vita’ también tiene una base breakbeat con muchas capas de batería, algo que no habíamos hecho nunca. Y el sonido de las cuerdas tampoco lo habíamos hecho nunca. Ya habíamos grabado cuerdas, sobre todo ‘Días de verano’, pero el arreglo era mucho más inspirado en la Costa Oeste, los 60’s. Esto es diferente. Es más contemporáneo».
Eva: «Hay algunas canciones del disco que tienen una producción especial, como ‘Libre'».
Juan: «Creo que no hemos hecho nunca dos discos iguales y siempre hemos intentado ensanchar los límites de lo que ya habíamos hecho. Siempre lo hemos tenido en mente y siempre al servicio de las canciones. Ahora, haciendo las rondas de entrevistas, nos hemos encontrado a mucha gente muy fan, y creo que eso se debe a las canciones. Nunca hemos querido ser célebres, siempre hemos querido que nuestra música nos preceda y quedarnos en un segundo plano. Quizá a Eva le ha costado más porque es la frontwoman y creo que lo ha hecho muy dignamente y lo está haciendo muy dignamente, pero el concepto de «quiero ser famoso» nunca ha casado con nosotros. Incluso hemos querido sentirnos como un poco desvanecidos y desaparecidos detrás de las canciones, en la medida de lo posible. No hemos llegado a los extremos de no salir en las portadas como New Order».
Eva: «…O Daft Punk» (risas)
Bueno, tú te has puesto un gorro…
Eva: «Y yo un flequillo» (risas)
«El concepto de «quiero ser famoso» nunca ha casado con nosotros»
Hay un tema en el disco que yo creo que es la identidad, en ‘Libre’, ‘Tal y como soy’, ‘Rompehielos’… Hay bastante autoafirmación. ¿Puede tener algo que ver con esto que estás diciendo de alguna manera o no pensáis que la identidad sea un tema en este disco?
Juan: «‘Tal y como soy’ surgió el día que nos avisaron de que nos daban la Medalla de Oro de las Bellas Artes y nosotros nos sentimos muy abrumados porque pensábamos que eso se lo daban a grandes cantantes líricas o a gente que es mucho mayor que nosotros y que tienen una carrera mucho más extensa».
Eva: «Que asociamos más a alta cultura».
Juan: «Entre comillas».
Eva: «No es un término agradable, pero…»
Juan: «Eva lo ha dicho creo que con ironía.»
En JNSP creo que lo van a entender muy bien.
Juan: «Ya teníamos el título de ‘Dolce Vita’, y en realidad es una canción en que estamos hablando todo el rato de nosotros. Es una broma lo de «prefiero no hablar más de mí, prefiero tumbarme al sol y no hacer absolutamente nada». No recuerdo un mes en el que no hayamos hecho absolutamente nada, es un tipo de vida que va muy rápida…»
El disco plantea preguntas como «por qué me siento así», «cómo debería sentirme», «qué es lo que me gustaría que hubiera aquí… que no hay»
¿Tú, Eva, crees que la identidad es un tema en el disco? Tengo 44 años y todavía siento que me estoy reafirmando. No sé si uno termina de asentar su identidad alguna vez, y me parece que es un tema en el disco.
Eva: «No sé si lo llamaría «identidad», pero sí que hay una búsqueda de por qué estás aquí, cómo has llegado hasta aquí. Sí, podría ser «identidad». Son reflexiones de «por qué me siento así», «cómo debería sentirme», «qué es lo que me gustaría que hubiera aquí… que no hay». Recorre todo el disco, aparte de relaciones personales, por supuesto. Relaciones personales también contigo mismo, si te gustas a ti mismo y qué quieres cambiar. ¿Es posible cambiar? Es que también ese es otro tema. Después de tantos años viviendo contigo mismo, hasta dónde te puedes llevar a ti mismo. Y sobre todo creo que hay un tema que recorre todo el disco que es la sensación de libertad, de volver a empezar y de sentirte libre de abrir una página en blanco con tu propia vida».
Hay una canción sobre Víctor Jara, no sé cómo queda ahí el tema de la libertad tal y como está el mundo, un poco mal, ¿no?
Eva: «Otro tema en el disco es la sensación de impotencia ante lo inevitable. Tú estás intentando construir tu «dolce vita», tu universo perfecto, pero te encuentras con que la existencia misma tiene una brutalidad y una crueldad inherentes. La naturaleza la tiene, las personas la tienen y hay que aprender a lidiar con esa doble cara de la moneda: la belleza y la crueldad».
«Hay un tema que recorre todo el disco que es la sensación de libertad, de volver a empezar y de sentirte libre de abrir una página en blanco con tu propia vida»
Esta canción habla de historias que no se han cerrado bien. ¿Qué historias creéis que ahora no se están cerrando nada bien y van a repercutir en el futuro de la sociedad?
Juan: «¿Quieres decir, a nivel colectivo?»
Creo que es un tema en el disco a menos que vosotros digáis que no, por el vocabulario que usáis.
Juan: «No te entiendo…»
No quiero entrar en si es vuestro disco más político, vosotros siempre decís que habéis hecho temas sociales desde ‘Rosita’, pero en este álbum hay menciones a Víctor Jara y a Carlos Marx.
Juan: «‘Ahí estás’ es una canción de amor y de admiración. Básicamente. El leitmotiv de la canción es «ya era hora de decirte claramente que si te pierdes, yo te iré a buscar», que es lo máximo que le puedes decir a alguien. Y ‘Podría haber sido yo’ en realidad es una canción que menciona a Víctor Jara porque lo hemos oído desde niños, sobre todo las canciones más populares. Estamos utilizando la figura de un icono en castellano increíble, un cantante increíble, para decir que cualquiera que se exprese, cualquier individuo -tú que escribes, alguien que hace teatro, alguien que simplemente trabaja de cualquier otra cosa-, podría haber estado en ese lugar donde él estuvo junto a miles de personas. La canción habla de que hay cosas que son fruto de un azar más o menos buscado. De hecho, al principio pensábamos abrirla a un montón de compañeros músicos, porque cualquiera de nosotros podría haber estado en esa situación. Pero no lo quisimos hacer para no circunscribirlo solo a la condición de músico viajero. Y esa es la historia de la canción.
Puede haber política porque hay un entorno social, yo creo que el disco sí que refleja un entorno. Si un día vosotros hicieseis una foto de 2025, cogeríais un montón de discos, no solo el nuestro, y un montón de pelis, y darían una fotografía de 2025 o 2024. Y es inevitable que cuando tú haces una canción, como ‘No lo entiendo’, que habla también de una relación, se cuelen cosas del entorno en el que ha sido escrita, pero yo no creo que sea un disco social o político, como primera intención. Para mí la primera intención es hacer algo bello en el sentido de que conmueva, no bonito. Y luego sí se mezclan cosas: es inevitable porque los abrazos la gente no se los da en el espacio. Los conflictos, las relaciones tóxicas o las relaciones increíblemente positivas no se dan en una cámara vacía, se dan en un entorno. Por eso hay presencia del mundo».
Eva: «Yo creo que esa búsqueda de la belleza viene también dada porque a veces lo que te rodea, no es la belleza. A veces puede ser más combativo hablar de la belleza, porque hace que resaltes lo que falta».
‘En el centro de un tornado’ es una canción sobre personajes desamparados…
Juan: «Básicamente habla del padre de Eva».
Eva: «Bueno, habla de muchos personajes. Continúa, por favor, Sebas».
Creo que las cosas están mal internacionalmente y algunos nos vamos a agarrar a un clavo ardiendo con cualquier cosa que defienda a la gente que se siente acorralada, como decís en esta canción, o desamparada, desde un punto de vista social. Pero como grupo parece que no es el caso, que lo que buscáis es la belleza y la libertad de una manera más abstracta.
Juan: «No, no es abstracta, sino real. Igual me he explicado mal, no era por rebatir al periodista. Decía que por supuesto hay una visión del mundo, pero que el disco es algo más que un disco político. Y hay discos muy políticos que me encantan. Por ejemplo, el que han hecho Biznaga me parece maravilloso. Alguien lo tenía que hacer».
Eva: «Supongo que huimos del término disco político porque realmente eso es un género y hay que tenerle respeto y el nuestro no es solo político. Hay cierto contenido político, pero no es solo un disco político. No quisiéramos hacer bandera de ese género porque no lo somos».
El concepto de ‘Dolce Vita’ engloba algo como más optimista, como tú decías. Es como un «espacio seguro». Además el disco termina con ‘Pájaros’, un tema optimista, como de resistencia. ¿Hay un mensaje esperanzador?
Eva: «¡La dulzura de vivir, Sebas, claro! Claro que habla de eso. Lo que pasa es que, como te decía, todo el rato no se puede vivir en la dulzura porque hay amargura también. Yo creo que el disco habla sobre intentar construir ese paraíso y encontrarse con que, en esa foto fija de la cascada, el agua está fría. De eso hablan las canciones y esa última canción, sobre todo, habla de agarrarse a ese momento en que estás vivo y que tienes la felicidad en tu mano. Que ya vendrán mal dadas. «Guárdate esa reserva de felicidad para cuando vayan a venir los momentos más difíciles».
También hay humor en el álbum… ¿Quién es esa persona que descubrió a Nirvana tarde?
Eva: «¡Se dice el pecado, pero no el pecador!» (risas).
Juan: «‘Hasta que la música se acabe’ habla de volver a un sitio donde has crecido y de reencuentros. Lo de «Cuelga de mi pecho la cadena de Jesús y de María» es por una banda que fue importante en nuestra adolescencia y nos sigue gustando, tienen discos interesantes«.
¿Qué opináis del revival de los 2000 que hay últimamente? La gente habla de «Flow 2000» y es en todos los sentidos: La Oreja de Van Gogh, la música dance… Y vosotros estáis ahí también. ¿Sentís que ha habido una relectura con respecto a vosotros de alguna manera?
Eva: «Yo lo que noto es mucho cariño por parte de bandas con que coincidimos en festivales, que son generaciones distintas a nosotros y que de repente te demuestran un cariño… Te cuentan historias que tienen asociadas a canciones nuestras cuando eran niños. Ahora son jóvenes, pero entonces eran niños. Y la verdad es que me parece alucinante. Es algo increíble. Nunca pensé que estaríamos aquí en este momento viviendo este cariño y este respeto que tienen por nosotros. Por ejemplo, y aquí te voy a echar el broncazo, La Élite. Yo los seguía en redes porque me hicieron gracia y vi que ponían algún comentario en algún sitio. Y luego, cuando vi vuestro titular, dije «¿Pero cómo es posible?».
Entendimos mal una declaración suya en un festival, nos pidieron una rectificación y se la hicimos, sí… (NdE: también lo aclaramos con ellos en otra entrevista)
Eva: «Claro, es que era todo lo contrario a lo que habían dicho, que les encantaba…»
Juan: «Nosotros nunca hemos sido muy de mirar al pasado. Los 2000 es la década en la que nosotros crecimos, pero yo creo que nuestros mejores discos… O sea, a mí me gustan canciones de todos y de todos cambiaría cositas. Es inevitable si los hicieras ahora. Pero creo que cuando empezamos a tocar a lo bestia, fue una vez que ‘Pájaros en la cabeza y ‘Estrella de mar’ ya quedaron un poco atrás. En 2011 se edita ‘Hacia lo salvaje’ y a partir de ahí yo creo que viene un periodo de crecimiento. Sin renunciar a lo anterior porque todas esas canciones las seguimos tocando y tal, pero siempre vivimos pensando en el siguiente concierto y en el siguiente disco. Ahora mismo queremos planificar las giras mejor, hacerlas más limitadas, porque venimos de hacer una gira interminable, súper densa, tocando ante audiencias enormes y sí que nos gustaría grabar lo siguiente sin esperar tanto tiempo. Tenemos muchas canciones para otro disco que están muy bien. No somos muy de mirar hacia atrás.
«Nos gustaría grabar lo siguiente sin esperar tanto tiempo. Tenemos muchas canciones para otro disco que están muy bien»
¿Esas canciones que tenéis, no son parecidas a estas?
Eva: «No. Es otro disco. Podía haber sido todo el mismo disco. Lo que pasa es que había algunas que todavía no habíamos encontrado bien el camino para moverlas y, bueno, de alguna manera estas 15 sí que formaban un conjunto».
Juan, me llama la atención que digas que en 2011 empezó un crecimiento para vosotros cuando vuestro «peak» a nivel vender CD’s a lo loco fue al principio. Entiendo que os referís a los directos o a crecimiento personal o artístico.
Juan: «Crecimiento artístico y también de repercusión porque, por ejemplo, ‘Hacia lo salvaje’ vendió un montón, fue platino muchas veces, fue un disco que es el inicio de la segunda década del siglo. Lo que pasa es que nosotros vivimos una transición: cada vez se vendían menos discos, pero por otro lado la música era cada vez más relevante. Y luego hay canciones por ejemplo que en su día no vendieron tanto como por ejemplo ‘Cómo Hablar’ del segundo disco. Ahora mismo la gente hace versiones y la cantan y de pronto una vez la tocamos en el Arenal y es increíble. Es lo que vosotros llamaríais un «sleeper». Un «sleeper» muy «sleeper» porque parece la Bella Durmiente como «sleeper»: la canción ha aflorado mucho más tarde. Nos ha superado. Lo que hemos vivido en directo esta última gira ha sido algo que no hubiéramos podido planear».