De los cuatro videoclips que ha lanzado Bad Bunny de su ‘DeBí TiRAR MáS FOToS’, el primero, ‘El CLúB’, es el más estimulante desde un punto de vista estilístico y narrativo. Mucho más que el costumbrista y funcional ‘PiToRRO de COCO’, el emotivo cortometraje, pero bastante plano formalmente, ‘DeBí TiRAR MáS FOTOS’ y, su continuación, el sabrosón ‘BAILE INoLVIDABLE’, que funciona bastante bien como nostálgico homenaje a la salsa.
Dirigido por el habitual Stillz, ‘El CLúB’ comienza de la forma más literal posible: Benito entrando en un club mientras canta que está en un club en una canción que se llama ‘El Club’. El cantante la está “pasando cabrón” hasta que… llega el bajón. Primer corte del vídeo. Pasamos a una escena doméstica, con Bunny más mustio que yo a la una de la mañana viendo los discursos de los Goya, y desdoblado en plan sujeto y pensamiento, con el “otro” verbalizando los sentimientos que atormentan al “uno.”
A partir de un recurso de montaje bastante afortunado -Bad Bunny apaga la luz y el mundo se oscurece como un reflejo de su estado de ánimo-, da comienzo –segundo corte del vídeo- una descarga de imágenes surrealistas, de destellos oníricos realizados a través de diversas técnicas de animación digital, que concluyen con el cantante despertando del mal sueño y envuelto en llamas.
La parte más curiosa del clip es su sorprendente epílogo. Es el tercer corte del vídeo. Casi dos minutos de imágenes, ya sin la canción sonando (solo como un eco siniestro de fondo), caracterizadas por su experimentación formal y su capacidad de sugerencia. Como descartes del montaje reciclados en forma de absorbente pieza audiovisual.