‘DESQUICIADO’ es uno de los debuts más estimulantes de este año, y lo cierto es que ir siguiendo la carrera de Bajocero X desde que empezó ha sido también muy estimulante. De sus primeras canciones y una performance sin permiso en Callao, a las versiones de ‘Mi carro’ o ‘Me colé en una fiesta’, tirar más y más a lo urbano con ‘Bomberos’ o ‘Dispárame’, y abrirse a la electrónica e incluso a la música sacra en los últimos lanzamientos.
Tuvimos que hacer esta entrevista con dos zooms distintos por una interrupción, y me fijé en que, mientras que el user del primer zoom era Bajocero X, el user del segundo era otro, de su cuenta personal. Es curioso lo de empezar hablando con Bajocero y acabar hablando con Dani porque es un poco lo que pasa en este disco: como dice en una de sus canciones, es “veinte personas a la vez”.
Y, como no podía ser de otra manera, esta charla es también veinte temas a la vez. Mientras procesa la salida de su primer disco y prepara sus conciertos (de momento confirmado en el Atlántica Mallorca Film Festival junto a Yerai Cortés o Lablackie, más fechas que no se pueden decir y su propia gira a partir de septiembre), desgrano con él la temática de ‘DESQUICIADO’ y el camino hasta aquí, pero muchas cosas más.
Hablamos de quitarle lo peyorativo a “ser intenso” y de la espiritualidad, pero también de si el deseo y la sexualización son algo malo, de la autoproducción, de Twitter, de oler cosas (?), de brujería, del postureo con la salud mental, de la ausencia de chicos gays/bi en el mainstream musical de nuestro país y la paradoja respecto a las mujeres. De si los maricas somos nuestro peor enemigo, como diría La Bien Querida. Hablamos hasta de de Dios (y de Taylor, el Dios de la industria musical). Y, desde luego, nunca imaginé cerrar una entrevista con la pregunta con la que cierro ésta -y que, en otro contexto, sería para que me diesen una hostia-.
Documentándome con otras entrevistas que te han hecho, leí una donde te pedían decir algo sorprendente sobre ti, sin dar explicaciones, y respondiste “soy brujo”. Yo sí te voy a pedir que me expliques un poco.
(ríe) Desde que soy pequeño me gusta mucho ese mundo, he estado siempre investigando, y como que siento que tengo poderes especiales. Me gusta echar las cartas, hacer conjuros y otras cosas… me gusta ese mundo en general.
El disco se llama ‘DESQUICIADO’, y nació en una etapa dura para ti. Te quería preguntar por un lado si te sientes cómodo desarrollando un poco más esto y, por otro, si trasladar todo eso al disco (ahora que ya ha salido) sientes que te ha ayudado.
Sentía que no tenía sitio. Había estado en muchas casas, había tenido varias rupturas que me habían descolocado, tenía muchos problemas de identidad, de qué quería hacer… en mi vida había muchísimas interrogaciones. Creo que por eso es un disco oscuro, tuve que sacar muchas cosas. Y, tío, está siendo como muy simbólico lo liberador que ha sido sacarlo, se me están colocando un montón de cosas en mi vida, a nivel energético. Aparte, yo estoy muy unido a mi arte, me mimetizo, entonces un proyecto tan denso y tan triste… tenía ya la necesidad de soltarlo.
En entrevista a Mondosonoro decías que el título del disco venía de haber estado desquiciado estos años, y que estar desquiciado era “una forma de empoderarse también”. ¿Te refieres a hablar de tu salud mental? ¿O en sí a estarlo?
Pues es que creo que tenemos una visión de la intensidad y de ser una persona emocional muy negativa. Que te atraviesen las emociones está mal visto y tenemos que tener mucho control de cómo nos sentimos, no sé si por el odio a lo femenino, que las emociones se consideran una energía más femenina. Hacer este proyecto era empoderarme de esa parte intensa mía, porque soy así. Para mí ‘DESQUICIADO’ habla de sentir tus emociones al 100%, y dejar que sean.
«Que te atraviesen las emociones está mal visto, no sé si por el odio a lo femenino»
Se habla mucho más de salud mental ahora que hace unos años, es cierto, pero no sé si te da la sensación de que hay bastante hipocresía al respecto. Como que muchos llevan el discurso “la salud mental es muy importante” y luego no se preocupan por la salud mental de la gente de su entorno ni tienen mucha empatía.
Total, total. Veo mucha peña todo el día abanderándose y también siendo como muy jueza, ¿no? De ciertas moralidades. Pero luego rascas un poquito en ellos… quizás lo primero es ver qué pasa dentro de tu casa, en lugar de estar todo el rato mirando fuera. La salud mental empieza también con cómo nos tratamos y cómo nos expresamos a los demás. Es un buen reflejo de ver cómo está tu salud interna.
La vulnerabilidad está muy presente en el disco, y ‘Puertas al campo’ es directamente lo más melódico que has hecho.
Tenía claro que esta canción tenía que ser la última y tenía que ser muy orgánica, muy natural. Y creo que lo próximo que haga va a ser más minimalista, al menos de cara a elegir menos elementos. Soy muy de opuestos, y ya he hecho la mayor Thermomix (ríe) Además, es lo que te decía, no puedo separarme de mí mismo al hacer música, y yo estoy entrando en un proceso más tranquilo de mi vida, entonces me apetece una energía más liviana.
‘Lalalala’ aparece bloqueada en Spotify, supongo que saldrá más adelante.
Sí, es que es una canción diferente al proyecto, es un poco más… cómo te puedo decir… mira, te voy a ser sincero (ríe) No la tenía terminada. De hecho, tres semanas antes de que saliese el álbum, no tenía el álbum terminado, me dio por cambiar muchas cosas en el último mes y medio…
Me imaginaba eso, porque varias de las letras que me pasaron eran distintas a las que se escuchan.
(ríe) Sí, sí, hubo muchísimos cambios. Y vi que con esta canción podía pegarme un tute y terminarla, pero prefería hacerlo con algo más de calma, vi además que mucha peña hace eso de bloquear esa canción, y darle una segunda vida al álbum más adelante. Porque esa canción va a ser single, es como muy catchy.
¿Ahora mismo sí la tienes terminada entonces?
(se queda callado sonriendo)
Estás en ello.
(ríe) ¡Pero estoy a punto! Creo que mañana la envío ya a máster, es que me he tomado mi tiempo porque prefería trabajarla como yo quería, pero espero mañana ya terminarla y mandarla a máster. (NdE: le he vuelto a preguntar a Dani días después de la entrevista, antes de publicarla, y me confirma que la canción está terminada)
Una curiosidad. ¿Quién es Nico? ¿Eres “Daniel Nicolás” o algo así, o es un personaje para esa canción? (NdR: ‘Devy Shetty’)
No, no, soy yo. “Soy Nico por la noche y Dani por el día”, Nico soy yo… soy yo, de noche. Nico por la noche, dejémoslo ahí (ríe)
«No hay nadie más desquiciado que Taylor Swift»
Algo que puede sorprender a alguna gente escuchando tu música es que citas como artista favorita a Taylor Swift. ¿De qué manera crees que está presente ella en tu manera de componer, o en este disco?
Creo que Taylor está presente en el disco de distintas formas, lo primero es que creo que no hay nadie más desquiciado que Taylor Swift.
Gracias por el titular.
(ríe) Es que ella es el desquicie. Es una persona muy intensa. También trabaja mucho la estética… bueno, a ver, justo “la estética” Taylor no… que me encanta ella pero… (ríe) me refiero más a la coherencia de la imagen, los easter eggs, como que es minuciosa, ¿sabes? Y en este disco, dentro de lo precario que ha sido, he intentado ser minucioso.
Ahora que sacas el tema de la precariedad, ¿cómo ha sido hacer un proyecto así como artista independiente? Y todo el camino desde ‘Venga, va’ y ‘Cerca’ hasta aquí.
Si hubiera tenido más dinero, lo minucioso habría sido multiplicado por cien millones. Yo tengo muy clara mi visión y cómo llegar a un sitio, pero luego te encuentras con muchísimas dificultades por temas económicos. Ha sido una verdadera lucha, conmigo mismo, con mis propias expectativas, con mi equipo también, que somos poquitos pero están super entregados. Ha sido un proceso de mucha búsqueda y frustración, pero también muy guay ver que he sido capaz de conseguirlo aunque me haya costado.
He visto que empezaste a producir también para otros artistas emergentes, y que te has reunido con Belén Aguilera para colaborar.
Sí, era para producir yo, empezamos dos canciones, y hemos hablado Belén y yo varias veces de seguirlas, pero de momento está ella a tope preparando el disco. A mí me encanta ella, si acaban saliendo guay, pero si no, no me gusta forzar estas cosas. Yo confío en que, si no sale esto, podremos trabajar en otra cosa más adelante.
Al ganar popularidad, los comentarios negativos que hagan sobre ti, o sobre tu música, también habrán ido aumentado. ¿Cómo has ido lidiando con eso?
Yo ya lo he sentido, en Twitter sobre todo. En general hace que la gente me conozca más y me hace como gracia, no llega al punto de que me moleste, aunque hay cosas muy fuertes, con algunas sí digo “no tienes ni puta idea de lo que dices”.
Ya, a mí Twitter me parece que puede ser divertidísimo, pero a la vez veo que la frontera entre ser divertido y ser cruel está bastante borrosa para mucha gente…
Total. Yo creo que desde que he empezado a sentir ese hate en mí, me he fijado más en esto que comentas en general, quizás antes lo naturalizaba. También pienso que hay peña que ve todo de una manera súper negativa… hermano, ¿qué está pasando dentro de ti para que veas todo de forma tan tóxica y tan mala? ¿Qué nos pasa para pensar tan mal de la gente?
El deseo está muy presente en el disco, y hay un tema, el de la sexualización y las críticas que recibes por sexualizarte, por el que te suelen preguntar, y encuentro interesante algunas cosas que has respondido. Por ejemplo, has dicho que quizás se te critica por enseñar siendo normativo, y que el objetivo debería ser que todos nos sintamos libres para enseñar, tengamos el peso que tengamos. En lugar de “si estos no ‘pueden’, esos tampoco”, ¿no?
Entiendo que hay muchos matices porque la normatividad entra mucho en juego, pero hay una lucha interna de cada uno que todos tenemos. Y creo que el punto es que podamos ser lo más libres cada uno con nuestro cuerpo, nuestra imagen y cómo la expresamos. Me parece absurdo atacar a una persona que enseña su cuerpo, no aporta nada a ninguna lucha. Enseño mi cuerpo porque me apetece, y lo voy a seguir haciendo cuando me dé la gana.
«Atacar a una persona que enseña su cuerpo no aporta nada a ninguna lucha»
De hecho, dijiste una vez “me encantan los cuerpos y me encanta enseñar el mío, no creo que me esté sexualizando… o sí, pero me da igual, sexualizarme no es algo malo, a mí también me gusta gustar”. Me parece interesante porque sexualizarte a ti o a alguien al final es sentir deseo. Y el deseo efectivamente no es per se algo malo, pero no sé si sientes que, para algunos, el hecho de expresar deseo significa ya automáticamente otro montón de cosas.
Sí, y supongo que viene también del tabú que tenemos con el sexo, le tenemos mucho miedo. ¿Por qué no podemos sexualizarnos? ¿Por qué no podemos expresar nuestro deseo? Hay un gran miedo a ser libres y a disfrutar de nuestra sexualidad.
Por otro lado, no sé si también tienes la experiencia de desconocidos que, por enseñar tu cuerpo y ser explícito en tus canciones, se han creído con derecho a decirte según qué cosas.
Hombreeee… mi instagram está lleno de pavos tomándose licencias y diciéndome movidas mazo sexuales. No contesto y que hagan lo que les dé la gana, me da igual, pero tío, parece que si enseñas tu cuerpo ya eres una persona que en lo sexual es una cosa… a ver, enseñar tu cuerpo no tiene nada que ver con la relación que luego tú tengas con tu sexualidad. Ni con la facilidad que en el fondo tienes para hacer nada.
Además del deseo, otro tema bastante presente en el disco es la espiritualidad (y Dios). Pensaba ya preguntarte sobre esto, pero es que encima me has mencionado antes que sientes ahora una “energía liviana”. ¿Cómo vives tú tu espiritualidad?
Creo que la espiritualidad está presente en todos nosotros, cada uno le da una forma. Para mí es una energía que siento tan potente y tan fuerte que lo más cercano que encuentro es Dios. Tiene que ver con lo que no puedes ver, tiene que ver mucho con la intuición, los sentimientos, y también tiene que ver mucho con el desquicie, ¿sabes? Con dejar que las emociones te atraviesen y pasen por ti. Puedo conectar de muchas formas. Desde la Naturaleza, o en una rave a las 6 de la mañana bailando. Ahí también conecto con Dios… me gusta la palabra Dios, así en mayúsculas, lo infinito que puede ser, lo sagrado, y también lo corrompido. Las religiones han maltratado mucho la idea de Dios, pero es algo tan sencillo como conectar con tu cuerpo y ser honesto contigo.
¿De qué manera dirías que está presente la espiritualidad (o Dios también) en tu música?
Cuando empecé este proyecto estaba como enfadado con Dios, pensaba “por qué estoy así, por qué me tengo que sentir así”, y lo empecé también como una forma de intentar reconciliarme con mi espiritualidad. Creo que el álbum conecta mucho con esto por un lado por todo el punto coral de las voces blancas y la música sacra, pero también con lo que te comento del propio proceso de creación del disco.
Lo que me decías antes de ser brujo, ¿tiene también conexión con esta espiritualidad?
Yo creo que sí. La espiritualidad es ver cosas que no son visuales, que no están presentes de manera racional o material, o ver cosas donde otros no las ven. Creo que cuanto más presente estés, más vas a ser capaz de conectar con la magia de la vida, y con el Más Allá (sonríe).
Has dicho que tienes una manía, que es oler cosas. Me parece curioso, aparte de por el punto kinky de la frase, porque el olfato es el sentido que más relación tiene con la memoria, y tiene mucha influencia también en la creatividad. No sé si alguna vez te has ayudado de él para componer, por ejemplo para llevarte a un lugar o un recuerdo concreto. Y, aparte, ya que me has dicho que encuentras mucho la espiritualidad estando en la naturaleza, ¿quizás también haya relación por aquí?
Es que lo de oler cosas me viene desde pequeño. Me pasaba una cosa, tío, que es que lo olía absolutamente todo, en plan la gente me veía y me decía “qué coño haces”, y recuerdo que encontré como esta respuesta que era “es que estoy recopilando todos los olores para crear mi propio olor” (ríe) Y ahora pues me encantan los olores, no soy nada tiquismiquis, no sé, me gustan todas las colonias… es como que me gustan los olores en sí, ¿sabes? Y lo de componer, nunca ha sido de forma tan directa en plan “voy a oler esto para esta canción”, pero sí que me he ido mucho a la naturaleza, y en los olores ahí he conectado mucho. Ha estado muy presente, de forma indirecta.
La ausencia de chicos gays/bi en el mainstream musical de nuestro país es un hecho. Es paradójico porque el chico gay suele llevarse mucha más visibilidad que las chicas lesbianas/bi, por ejemplo, pero en la música los que están totalmente invisibles son ellos, mientras sí hay una Ptazeta, una Lola Índigo, una María Pelaé, etc. No sé si tiene que ver con el corsé de género y el desprecio a lo femenino que decías antes.
Claro, es que, ¿sabes también qué estaba pensando? En España lo mainstream está dominado por lo urbano, y es un género tan masculino, que está muy basado en la sexualización desde un lugar muy concreto. Y hay muchos muros cuando un hombre quiere hablar de esos temas o meterse en ese lenguaje pero desde otro lugar. Porque si lo piensas, mujeres hay varias, las que has dicho, pero es que incluso Rosalía es una persona bisexual, ¿pero hombres? Es que no existe. Quizás como es un género tan masculino, se aleja mucho de un hombre LGBT, o más queer, más femenino.
También se puede ver en los casos de chicas heteros en la música mainstream que juegan en canciones o videoclips con acercarse a otra chica, con probar, etc, pero chicos para nada. Diría si eso Bad Bunny, y con muchas comillas.
En los chicos está mucho más encorsetado. Ojalá cambie, tío, me haría mucha ilusión que hubiese cabida para otro tipo de artistas en ese sentido. Yo lo habría necesitado como referente, pero es que creo que en general lo necesitamos.
«Si un hombre gay/bi enseña su cuerpo lo rechazamos, pensamos que no tiene talento»
Por mirar un poco hacia dentro… tengo la sensación, no sé qué opinas, de que somos especialmente vigilantes con otros chicos gays/bi. Como que más que ese supuesto ‘lobby’ de apoyo lo que hay es un poco lo contrario: no sé si por competitividad, por envidia o qué, pero miramos con lupa y somos a veces más crueles con otros chicos del colectivo. Y quizás esto tenga relación con el hecho de que las chicas del pop tengan por lo general una fanbase bastante fiel de chicos gays/bi, en las discotecas de ambiente suelen sonar mucho ellas… pero no sea el caso cuando se trata de otros chicos gays/bi que se dediquen al pop. Suelen recibir de su propia comunidad más mofa, desinterés o directamente odio.
Es que existe mucha homofobia en el mundo, pero creo que también homofobia interiorizada dentro del colectivo. Parece que nos da miedo estar presentes. Los estándares de exigencia que nos ponemos son muy elevados. Si un hombre hetero o si Bad Gyal enseñan su cuerpo, al colectivo no le importa, y si lo hace una mujer incluso pensamos que es una liberación, pero si lo hace un hombre gay/bi es algo que rechazamos, que lo vemos de manera súper negativa, pensamos que no tiene talento y que por eso recurre a enseñar su cuerpo, etc. No lo digo por todo el colectivo porque creo que para nada es así. Pero sí pienso que nos autoboicoteamos mucho a nosotros mismos, que deberíamos apoyarnos más entre nosotros y dejar de tener una mirada tan tóxica hacia nosotros mismos, porque al final esa es nuestra representación.
Para terminar, he estado revisando la entrevista que te hice para otro medio allá por 2021, y he visto una cosa que no recordaba y que me ha parecido muy tierna: que tu madre (NdR: profe de música) era la primera persona a la que le enseñabas una canción cuando la terminabas. ¿Sigue siendo así?
Ahora no es la primera, porque es muy crítica, y a veces muy pesada (ríe) Mi madre es muy fan de todo lo que hago, me dice cosas súper útiles, pero también tiene mucha demotitis, “la demo estaba mejor”. También, algunas letras me daba un poco de cosa. Aunque luego ella ha sido súper chill; recuerdo que le dije “te voy a leer la frase más fuerte que hay en el disco”, lo hice, y ella “ah, ¿solo es eso?”. También es gracioso cuando con alguna canción me dice “oye, ¿esto por qué lo has puesto? ¿Esto va por tal persona? ¿Es sobre X?”, y lo acierta.
También es un poco bruja tu madre entonces.
Sí (ríe) Mi madre es bruja total. Como yo.
