Hace un par de temporadas Troye Sivan fue muy criticado por incluir solo cuerpos delgados y fibrados en su fantasía sexual para ‘Rush’, y su amigo Guitarricadelafuente ha cometido exactamente los mismos errores en la promoción de su disco, el por otro lado muy notable ‘Spanish Leather‘. Enrique Aparicio escribía un interesante artículo llamado «Caben los cuerpos gordos en la utopía» para Público -también ha escrito otro sobre el Ozempic-, y por eso le hemos vuelto a invitar al podcast Revelación o Timo para debatir sobre ello.
Aparicio, también conocido como Esnórquel, reflexiona sobre el estigma: «Todo cuerpo gordo, da igual a qué nos dediquemos, qué talentos tengamos porque dan igual: nuestra meta, lo que está esperando el mundo que hagamos es adelgazar. Cuando adelgacé por segunda vez, la cara de ilusión de la gente… Si gano un premio, la cara de ilusión de la gente no va a ser como si yo aparezco mañana con 20 kilos menos».
El periodista y escritor reflexiona sobre cómo la «gordofobia» es una de las fobias permitidas en la sociedad; critica el IMC, un parámetro que considera «obesas» incluso a personas musculadas, y considera culpable a la industria alimentaria de crear malos hábitos y generar una mala alimentación. Enrique nos cuenta, muy generosamente, que ha superado su TCA, algo que consideraba imposible en su momento, pues pensaba que siempre tendría una relación tóxica con la comida, y denuncia: «pesar la comida es la receta de un trastorno en la conducta alimentaria».
Tras una primera mitad más didáctica en la que se recomiendan ensayos como ‘Gordofobia’ de Adriana Torres, analizamos algunos casos que se han dado en la cultura pop, como el palmario de Rosa López, cuyo «triunfo fue adelgazar. Cuando se convirtió en una más, ya no nos interesó», indica Aparicio. Hablamos de cómo se criticó a Adele por estar gorda y también por adelgazar, al dejar de representar a un colectivo; o de cómo Lizzo ha enarbolado la bandera «me gusta estar gorda». ¿Es obligatorio que sus cuerpos sean objeto del debate público?
No pasamos por alto el beef entre Malú y Amaia Montero «me ha llamado gorda y punto»; ni tampoco las insólitas declaraciones recientes de Eva Amaral, que también lo ha pasado mal por cómo se ha opinado sobre su cuerpo. Sam Smith, Robbie Williams o Geri Halliwell salen también en el debate, por haber sido sometidos a absurdos escrutinios.