Hace unas semanas salía el Anuario de Fundación SGAE, que se puede descargar de manera gratuita. Ahí podéis encontrar todos los detalles de lo que está ocurriendo con la música en España. Cómo los ingresos por música grabada están subiendo, pero sobre todo cómo los ingresos por música en vivo están totalmente desbocados, tanto en cuanto a festivales como en cuanto a conciertos.
Las cifras las analizamos hace unos días, pero ahora Rubén Gutiérrez, director de Fundación SGAE, visita el podcast ALGO CAMBIÓ… para profundizar en las causas y analizar un montón de curiosidades.
Gutiérrez cree que la subida de la música en vivo en España se debe a conjunción de 3 factores: «la recuperación anímica de la crisis pandémica. Por otro lado, se nos suma el crecimiento sostenido en el tiempo que ya había en la industria antes de la pandemia, después de la crisis de 2008 a 2013. Y el tercer vector sería la tremenda expresión de creatividad que hay por parte de autores y autoras, que están sabiendo conectar con sus públicos».
Si sumamos la bajada del cine, que las artes escénicas (el teatro) no termina de remontar, y la caída también de televisión y radio, cabe preguntarse si los españoles somos conscientes de lo importante que es la música en España. «Deberíamos pedir más conciencia. Las instituciones están dejando pasar las posibilidades de la música, no solo como motor económico asociado al turismo, sino a la hora de generar una cultura rica y diversa que sostenga la sociedad en estos momentos tan complicados de polarización. Cuando ves en un festival que son capaces de convivir 50.000 personas de distintas edades, orientaciones sexoafectivas, estéticas… Que está todo el mundo pasándoselo bien. ¿Por qué no somos capaces de llevar eso a la vida diaria? Es una pena que las administraciones públicas no sepan ver ese valor de cohesión social».
El director de Fundación SGAE elogia iniciativas como el bono cultural, porque con ese dinero mucha gente descubre más cosas. «Yo vengo de la economía. En la economía ortodoxa se estudia que la cultura tiene cualidades muy específicas. Hay un elemento muy propio de la cultura y es que necesitas cierta experiencia para conseguir una utilidad. Si le pones delante a alguien un concierto de música contemporánea no lo va a apreciar, no lo va a pagar. Para disfrutar de ciertas expresiones artísticas se necesita tiempo. Es muy importante que se empiece a generar ese gusto a través de la experiencia. Es como repartir caramelos en el cole».
El podcast incluye menciones a muchos de los conciertos más taquilleros del año, como los Bernabéus de Karol G, y el éxito de los macrofestivales. Los datos de 2024 no muestran indicios de burbuja festivalera, sino más bien todo lo contrario. «No hay indicios. Algo pasa con los festivales, que generan una corriente muy crítica pero de momento van bien. No todos, unos mejor que otros como todo en la vida. La sensación que tenemos es que los festivales se han metido muy dentro de los hábitos de ocio de la gente, cada vez en capas de edad más amplias. En festivales de verano te encuentras chavales de 18 y sus padres de 45. La gente hace sus agendas en función de los festivales. Puede haber un cambio de gustos en cualquier momento», indica apuntando a la buena marcha de la economía también.
