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Rihanna prepara ya nuevo álbum

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No contenta con haber lanzado ‘Loud‘ a finales de 2010 y ‘Talk That Talk‘ a finales de 2011, y cuando aún no se ha lanzado uno de los grandes sencillos de este disco, ‘Where Have You Been’ (parece que está a punto), Rihanna piensa ya en un nuevo largo.

De momento no tiene las canciones ni las letras, pero sí está trabajando en el sonido que le va a dar, según declaraciones para Capital FM. «Definitivamente estoy pensando en el siguiente disco. Hago mil cosas al mismo tiempo. Ahora estamos recopilando y creando el sonido antes de que incluso empecemos a pensar en la dirección que tomarán las letras o las melodías. Tengo más o menos la idea, pero es bastante ruda ahora mismo». Detractores, temblad. Si fue capaz de preparar ‘Talk That Talk’ con una gira a la vista, ¿qué no será capaz de hacer ahora que sólo tiene tres conciertos programados?


Rihanna – You Da One on MUZU.TV.

Escucha ‘Let It Go’ de Dragonette

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Después de varios «teasers», Dragonette han estrenado un nuevo tema llamado ‘Let It Go’, avance del que será su próximo disco de estudio, el tercero tras ‘Fixin to Thrill‘, que no contenía ya ningún hit del calibre de ‘I Get Around’, pero no estaba tan mal.

La canción, 100% Dragonette, intentará aprovechar el pelotazo dado en 2010-2011 con ‘Hello’, de Martin Solveig, que fue top 13 en Reino Unido, top 46 en Estados Unidos y un éxito hasta en España.

Martin Solveig teloneará a Madonna en Barcelona

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Madonna ha anunciado quiénes serán los teloneros durante su próxima gira. Para bien o para mal, LMFAO sólo estarán con ella en la cita de Hyde Park (Londres) y Niza, pero Martin Solveig no se perderá casi ni una. La Reina del Pop no reniega del productor de ‘Give Me All Your Luvin» a pesar de su tibia acogida y Solveig, que en las últimas horas defendía a Madonna de los ataques de Paul Van Dyck y Deadmau5, será así su telonero en el Palau Sant Jordi los días 20 y 21 de junio. Aún quedan entradas para la segunda de las citas.


Madonna – Give Me All Your Luvin’ on MUZU.TV.

Michael Kiwanuka / Home Again

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Michael Kiwanuka es el último ganador del BBC Sounds of 2012. No deberíamos, por ello, esperar necesariamente un disco brillante, a tenor de lo ocurrido con las últimas triunfadoras del título (como Jessie J) y lo cierto es que no será este un trabajo que vaya a llamar la atención de la gente de manera masiva, pero tampoco se le está ignorando y ya tiene un top 10 en Reino Unido.

El debut de Kiwanuka, un chico de 24 años medio londinense medio ugandés, se mueve sobre todo entre el soul de gente tipo Marvin Gaye, el folk de los 70 y la americana, como bien sugiere el single homónimo que presenta el álbum, u otros temas a la par en calidad como ‘I’m Getting Ready’, ‘Rest’ o ‘Worry Walks Beside Me’, que cierra el disco de manera inmejorable. Pero si hay alguien a quien se parece Kiwanuka es al Bill Withers de ‘Ain’t No Sunshine’. Su voz, la de Kiwanuka, es tan naturalmente soul como lo es la de Withers o lo era la de Amy Winehouse, por poner un ejemplo más reciente, y es una de las razones por las que volcar esperanzas en este talento que, curiosamente, empezó a interesarse por la música a través de Nirvana.

En ‘Home Again’ también hay espacio para la mezcla de estilos, ya sea el jazz en ‘Tell Me A Tale’ (la mejor canción del disco) o los coros tipo años 50 en la estupenda ‘Bones’ o en ‘I Won’t Lie’, quizá la más destacable en ese ejercicio de retrospección. A pesar de ello, el álbum, deliciosamente producido por Paul Butler, el que fuera líder de The Bees, posee una coherencia interna, ya sea gracias a la voz de Kiwanuka, a su omnipresente guitarra o al hecho de que ningún tema sea particularmente enérgico, que dota a este trabajo de la calidez y elegancia que promete su portada, de un buen gusto admirable. Ninguna de estas canciones suena a clásico ni a primera ni a segunda ni a tercera escucha, pero quizá lo más satisfactorio sea darse cuenta de que en realidad aquí, más que grandes canciones, hay promesas de un futuro que se vislumbra de lo más interesante.

Calificación: 7/10
Lo mejor: ‘Tell Me A Tale’, ‘I Won’t Lie’, ‘Worry Walks Beside Me’
Te gustará si te gustan: los reyes del soul de los 70
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’21’ de Adele sobrepasa los 20 millones de copias

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Mientras las compañías siguen insistiendo en inflar las copias vendidas por sus artistas, algunas webs de aficionados se esfuerzan por realizar cálculos aproximados y reales de las ventas mundiales de los discos internacionales. Una de las más respetadas es Mediatraffic, que esta semana celebra la llegada de ‘21‘ de Adele a los 20 millones de copias.

Hoy en día un álbum exitoso de un artista de moda, como ‘Born This Way’ de Lady Gaga, o de un grupo consolidado, como ‘Mylo Xyloto’ de Coldplay, suele rondar los 5 millones de copias. En los últimos cinco años, sólo ‘Back To Black‘ de Amy Winehouse y ‘The Fame’ de Lady Gaga, acompañados de múltiples reediciones, han sobrepasado los 10 millones de copias.

Adele dobla ya esa inalcanzable cantidad para cualquiera gracias a su enorme éxito en todo el mundo. En Estados Unidos ha vendido 8 millones de ejemplares y en Reino Unido es el 6º álbum más vendido de la historia y está a punto de sobrepasar a ‘Thriller’, como podéis observar.

1.-GREATEST HITS – QUEEN – 5,865,000 (1981)
2.-SGT PEPPER’S LONELY HEARTS CLUB BAND – THE BEATLES – 5,046,000 (1967)
3.-GOLD: GREATEST HITS – ABBA – 4,994,000 (1992)
4.-WHAT’S THE STORY MORNING GLORY – OASIS 4,521,000 (1995)
5.-THRILLER – MICHAEL JACKSON – 4,273,000 (1982)
6.-21 ADELE – 4,165,000 (2011)

En España, ’21’ es triple platino y lleva meses rondando el puesto 2, aunque sin llegar al top 1, siempre contenida por algún lanzamiento del tipo Bruce Springsteen o Serrat/Sabina. ‘Someone Like you’ lleva semanas siendo la canción más radiada de nuestro país. Muestra inequívoca de que queda cuerda para rato, una cuerda que nadie sabe hasta dónde puede llegar, pero lo seguro es que mucho más lejos que su precedente, Norah Jones, que con ‘Come With Me’ en 2002 se habría quedado en 22 millones de copias según Mediatraffic.

Y es que aunque ella ya habla de su próximo disco, ’21’ sigue vendiendo un millón de copias al mes. A este ritmo, sólo un milagro impediría que volviera a ser el álbum más vendido del año. ¿Vamos preparando el artículo de los 30 millones?


Adele – Someone Like You on MUZU.TV.

Vídeo para ‘R U Mine’ de Arctic Monkeys

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Arctic Monkeys han estrenado un vídeo para ese single suelto que han publicado recientemente llamado ‘R U Mine‘. El clip es simplemente un directo de México, aunque cuenta con el aliciente de haber sido filmado por Focus Creeps, la factoría del ‘Real Love’ de Delorean y varios vídeos de Girls y Cass McCombs, que ya había trabajado con los de Alex Turner con anterioridad.

Dent May estrena ‘Best Friend’

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Dent May ya había estrenado un par de canciones de su próximo disco, que sale a principios de junio, como es el caso de ‘Fun‘. Ahora ha llegado el turno de escuchar ‘Best Friend’, igual de recomendable y adecuada para la temporada del año en que este esperado lanzamiento llegará a nuestras manos.

John Talabot remezcla a Totally Enormous

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John Talabot ha sacado uno de los discos recomendados del año, ‘ƒin‘, pero también tiene tiempo para trabajar con otros artistas. El próximo lunes 2 de abril se publica un single de una de las canciones estrella del prometedor Totally Enormous Extinct Dinosaurs, ‘Tapes & Money‘, y Talabot ha realizado una remezcla para el tema que irá incluida en el susodicho sencillo. Ya se puede escuchar vía Soundcloud.

Katy Perry, criticada por el vídeo marine

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Katy Perry ha publicado un extraño vídeo para ‘Part of Me’ en el que se convierte en marine tras un desengaño amoroso. Damian Abraham de Fucked Up no lo ve bien, según ha escrito en Twitter. «Ver a Katy Perry como soldado en ‘Part of Me’ me hace pensar que de verdad deberíamos empezar una guerra para que ella pudiera morir». Después, rectificó pero sólo ligeramente. «Sé que mi último «tweet» era un poco tonto, pero también lo es hacer de la guerra algo glamouroso para vender discos a imbéciles. Katy Perry todavía es una mierda».

También la escritora Naomi Wolf ha pedido un boicot para Katy Perry tras el estreno de este vídeo. Tras alcanzar el número 1 en Estados Unidos, ‘Part of Me’ también ha entrado al top 1 en Reino Unido esta semana. Con su vídeo os dejamos.


Katy Perry – Part Of Me on MUZU.TV.

Paul Van Dyck también critica a Madonna por «Molly»

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Aunque Madonna ya ha hablado con Deadmau5 sobre el momento en el que se dirigió a la audiencia de un festival preguntando si alguien había visto a «Molly», alegando que no se refería a la droga sino a una canción, Paul Van Dyck también la ha criticado, en declaraciones a Billboard. «No creo que ella estuviera pensando demasiado. Lo único que probablemente estaba pensando era en que necesitaba conectar con un público más joven. Y lo que consiguió fue cometer el peor error de su carrera. Madonna fue tan estúpida como para incitar el consumo de drogas en una audiencia de gente con 18 años. De esto no va la música. Es contraproducente».

Madonnarama recoge también unas declaraciones de Martin Solveig, co-productor de ‘MDNA‘, en las que dice que sabe que Madonna está en contra del uso de drogas, pero que le gusta decir cosas chocantes e inesperadas de broma.

Madonna presentaba en este festival un remix de su nuevo single ‘Girl Gone Wild’. Con su vídeo os dejamos.


Madonna – Girl Gone Wild on MUZU.TV.

El bucle de SBTRKT

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SBTRKT es el proyecto anónimo del productor londinense Aaron Jerome. Ya había remezclado a gente como M.I.A., Basement Jaxx o Radiohead antes de publicar su primer disco el año pasado. Ahora presenta su nuevo videoclip para el tema ‘Hold On’. Un extraño vídeo casi de ciencia ficción, en el que la acción se repite en bucle.


SBTRKT – Hold On on MUZU.TV.

Russian Red dirige La 2 Noticias

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Según informa su sello, Sony, Russian Red será esta noche la encargada de elegir los temas que aparecerán en La 2 Noticias y será entrevistada en plató, donde también se hará un repaso a su carrera. Entre otros temas, dice la nota de prensa que «quiere saber cómo será la vida dentro de 200 años y se pregunta si Occidente está en decadencia». El programa se emitirá a las 23.46. Os dejamos con su último vídeo, rodado en Venecia en compañía de Eloy Azorín.


Russian Red – Everyday Everynight on MUZU.TV.

Escucha a Flaming Lips con Bon Iver

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El 21 de abril se publicará, al fin, el disco de colaboraciones que han venido preparando The Flaming Lips en los últimos meses. La salida coincidirá con el Record Store Day y la lista de ilustres que aparecerán en ‘The Flaming Lips and Heady Fwends’ incluirá los nombres de Chris Martin, Yoko Ono, Ke$ha, Nick Cave, Erykah Badu y Bon Iver.

Ahora es el momento de escuchar lo que han hecho con el grupo de Justin Vernon. El tema se titula ‘Ashes In The Air’ y contiene las dosis justas de psicodelia y distorsión que cabría esperar de ambas bandas. Por cierto, las últimas noticias dicen que Wayne Coyne quiere colaborar en el disco de Ke$ha y está en conversaciones para ello.

‘[Rec] 3 Génesis’, ¿de parte de quién vienes?

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A los que se quejaron del giro autoparódico que tomaron los responsables de ‘[Rec]’ en ‘[Rec] 2‘ siempre les quedó la pequeña esperanza de que volvieran a los orígenes de la saga con esta precuela. Sobre todo cuando incluía la palabra «Génesis» en su título. Lo sentimos.

Y es que si en aquella segunda parte el humor y el terror estaban más o menos equilibrados a lo largo de la película, en esta se han liado la manta a la cabeza para ofrecer directamente una comedia costumbrista que, en palabras de su director Paco Plaza, confluye allí donde se dan la mano Rob Zombie y Berlanga. Vamos, que si pensabas ir al cine cargado de ansiolíticos para aguantar lo que aguantaste en ‘[Rec]’, mejor los dejas en casa y te compras unas palomitas.

¿Significa esto que ‘[Rec] 3 Génesis’ es una mala película? No, aunque esto depende mucho del sentido del humor del espectador. Los puristas seguramente saldrán echando pestes de la sala, pero el resto de seres humanos con criterio seguramente aceptarán sin problema el juego que propone Paco Plaza, que construye una suerte de muñecas rusas del género cinematográfico convirtiendo una boda -escenario típico de las comedias románticas que en la vida real da más miedo que risa- en un filme de terror que da más risa que miedo.
Desde luego, son muchos los aciertos de esta película, partiendo de la transición que nos lleva del cambio de formato de la grabación en primera persona a la narración clásica, pasando por esa colección de secundarios autores de las mejores frases de la saga y terminando con una Leticia Dolera que, motosierra en mano, por fin dejará de ser recordada como la Barbie Patinadora de ‘Al salir de clase’.

Más gore, más zombis, más bestia, más loca… ¿Mejor? Desde luego que no, pero merece la pena verla. ¡Aunque sólo sea por haber rescatado del olvido el ‘Chup Chup’ de los Australian Blonde! 6

La edad de oro de Low

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En un momento del concierto, después de interpretar ‘Words’ (canción que abría su debut ‘I Could Live In Hope’), Alan Sparhawk reflexionaba el pasado día 28 en la madrileña sala But sobre las casi dos décadas que tenía esa canción. «Cuando yo era un crío, una canción de casi veinte años era de los Beatles o Jimi Hendrix. Es extraño», dijo. Lo cierto es que, en todo ese tiempo, Low se han trabajado un merecido lugar de honor en los altares del rock reciente y esta gira, que comenzó el día 26 en Sevilla y que continúa el día 30 en San Sebastián y el sábado 31 en Toledo, está pensada no solo para presentar su más reciente álbum, el enorme ‘C’mon‘, sino también para poner de manifiesto su ya importante legado.

En el show de Madrid, la banda de Duluth formada por Alan y su esposa Mimi Parker, acompañada por su más reciente bajista, Steve Garrington, exhibió todas las virtudes de un álbum publicado el año pasado, que sonó prácticamente al completo. Como nos habían anticipado, su sonido crudo y cercano se asemeja bastante a lo que la banda plasma en vivo, con una base rítmica muy sólida sobre la que Sparhawk deja fluir su inventiva con la guitarra, aunque el miércoles pareciera algo más comedida y se ajustara con bastante rigor a los patrones de las canciones. Y, claro, brillaron como casi siempre los fenomenales juegos vocales del matrimonio, que incluso con la preciosa voz de Mimi algo tocada siguen siendo su principal arma emotiva. Toda la primera parte del show se centró en demostrar que su nuevo repertorio, especialmente ‘Try To Sleep‘, ‘Witches’, ‘Nightingale’, ‘Nothing But Heart’ o ‘Especially Me‘ (tremenda), están a la misma altura que sus viejos hits.

A estos últimos, regresando ocasionalmente a ‘C’mon’, dedicaron casi toda la segunda mitad del show y dejaron claro que pretenden ser todo lo complacientes posibles con su público. Casi todas las favoritas (o, al menos, las de uno) tuvieron cabida: ‘Canada’, ‘Sunflower‘, ‘California’, ‘Monkey’, ‘Murderer‘, ‘When I Go Deaf’ o ‘In The Drugs’ se fueron sucediendo hasta completar unos cien minutos de rock tan emocionante como emocionado, con un Alan que se dejaba la garganta en cada tema. Incluso agradeció que el público coreara algún estribillo, despojándose de ese halo de solemnidad que parece rodear a sus conciertos, tendiendo una mano al feliz público. 9

Rauelsson, en formato dúo, pretendió calentar el patio para Low, pero quizá la languidez de su propuesta requería un ambiente más íntimo para enganchar a un público que solo atendía en las primeras filas. Combinando el uso de teclados y un violín con la guitarra acústica y voces con efectos, Rauelsson se podrían ganar el favor de los fans de los primeros álbumes de Damien Jurado o Red House Painters, pero anoche no se daban las condiciones. 6

Foto cedida por Heinekenpro.com, fotógrafo: CARLA MIR

VCMG / SSSS

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Tras la publicación del último disco de remezclas de Depeche Mode, ‘Remixes 2 81-11‘, en el que Vince Clarke colaboraba con una adaptación de ‘Behind The Wheel’ treinta años después de dejar el grupo, se conocía la noticia de que él y Martin Gore formaban un proyecto bajo las siglas VCMG (las iniciales de sus nombres, para despistados). Así, se alimentaba el morbo y las expectativas de fans por conocer el resultado de un trabajo que a lo largo de tres décadas resultó impensable.

Vince Clarke abandonó Depeche Mode tras la publicación del primer disco, ‘Speak and Spell’, suponiendo un bofetón para el resto del grupo en un momento en el que empezaban a ser conocidos. La mente pensante de la banda hasta entonces prefirió formar un dúo junto a Alison Moyet bajo el nombre de Yazoo. Su malestar parecía deberse a no estar dispuesto a formar parte de un grupo de niños bien para quinceañeras, como se intuía tras la gira de aquel disco. Si en un principio había estado encantado de que Dave Gahan fuera el principal vocalista, pudiendo asumir tranquilamente las tareas de composición y producción, más tarde le pareció que podía atraer a un público que no le interesaba nada. Con este plan, Martin Gore no tuvo más remedio que asumir las riendas como letrista y compositor, momento que se aprovechó para la incorporación al grupo de Alan Wilder y que mucho antes de abandonar Depeche Mode ya había formado un proyecto paralelo bajo el nombre de Recoil.

Lo primero y bueno que se puede decir de ‘SSSS’ es que no se reconoce a ninguno de sus dos miembros. Ningún corte suena a Depeche Mode, salvo en pequeños arreglos de ‘Single Blind’ o ‘Flux’, que retoman los momentos más primitivos del grupo, ni tampoco se encuentran rastros de Erasure o Yazoo. Buscar algún otro logro en estas escasas diez canciones es tarea difícil. Ninguna destaca de manera relevante y, en muchos casos, podrían figurar como descartes del ‘EX:EL’ de 808 State en el 91 o del ‘The Middle of Nowhere’ de Orbital en el 99. Tanto Gore como Clark han renunciado a la tarea de incluir letras en las canciones (algo raro para Martin Gore, que siempre quiso tener sus momentos de gloria en las giras de Depeche Mode, rivalizando con Dave Gahan) dejando todo el protagonismo en una producción que suena antigua, aislada de la actualidad y que deja poca virtud que destacar de este trabajo colaborativo.

Calificación: 4,5/10
Lo mejor: ‘Single Blind’
Te gustará si te gustan: mucho, mucho Depeche Mode
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Madonna: discografía

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Por casualidad, de manera paralela al lanzamiento de ‘MDNA‘, que contiene al menos dos de las mejores canciones de la carrera de Madonna (y eso es mucho decir, ¿verdad?), su vieja discográfica publica una caja barata pero sin demasiadas florituras con sus once discos de estudio. Aprovechamos la coyuntura para saldar una cuenta pendiente. Ahí va un repaso a todos los álbumes oficiales de la cantante que pensábamos que había malvivido en Nueva York durante años, hasta que llegó el libro de su hermano gay para desmentirlo.

Madonna (1983): Después de unos cuantos tumbos por la escena neoyorquina, Madonna consigue que un DJ de Danceteria pinche su canción ‘Everybody’ con la condición de que él tiene que ser quien la produzca. Juntos intentan sin éxito conseguir un contrato con Island Records, pero sí logran el beneplácito del presidente de Sire Records, Seymour Stein, quien casualmente escucha la maqueta en un hospital.

El triunfo de este primer disco fue de los bonitos: progresivo. ‘Everybody’ sólo funcionaría en pequeños círculos dance, exactamente como la olvidada pero reivindicable ‘Physical Attraction’. La primera edición de ‘Holiday’ apenas llegó al top 40 a pesar de ser uno de sus 10 clásicos fundamentales y no fue hasta ‘Borderline’, medio tiempo tan preciosista como sublime en la versión que dos décadas después realizarían Flaming Lips, cuando Madonna conseguiría su primer top 10 en EE UU, seguido ya de ‘Lucky Star’ y la consiguiente retahíla de reediciones. La suma de todos ellos deja la mayor proporción de singles en un disco suyo: cinco de ocho, algunos de ellos compuestos en solitario por ella misma (aunque no los dos mejores), algo que apenas volvería a suceder a lo largo de su carrera, decantándose poco a poco por escribir y también por co-producir junto a gente de su confianza.

‘Madonna’ (‘The First Album’, para los europeos en su reedición posterior) está muy lejos de la sofisticación de obras algo anteriores o coetáneas como ‘Dare’ de Human League o ‘Thriller’. Sin embargo, hay en él un claro punto de frescura y casualidad que lo sigue haciendo irresistible. También lo hay de inquietud. Madonna no estaba nada conforme con la labor de Reggie Lucas de Warner en las labores de producción y al final tuvo que recurrir al que sería su novio durante dos años, Jellybean Benitez, para terminar el disco, incluyendo en el último segundo ‘Holiday’, que había sido rechazada por dos ex Supremes. Con la ayuda de este tema, ‘Madonna’ constituiría una ilustrativa presentación del concurso de zorras en que se convertiría el pop durante las décadas siguientes: sexo fácil, descaro, ganas de pasarlo bien y sonidos entre el post-disco y el synthpop. En los últimos tiempos se dice que Madonna se ha vendido para trabajar con artistas raperos y dance, pero incluso 20 años antes de tener dos hijos negros, el mundo creía, cuando la oía en la radio, que la negra era ella.

Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘Holiday’, ‘Borderline’, ‘Physical Attraction’
Te gustará si te gustan: los 80
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‘Like A Virgin’ (1984): Si hay algo que diferencia a Madonna de otras cantantes de éxito es el modo en el que hace de sus títulos grandes declaraciones de intenciones. No sólo canta sobre bailar y enamorarse, sino que sabe convertir cosas tan peregrinas como el orgullo capitalista (‘Material Girl’) o el deseo de que cada encuentro sexual sea el primero (‘Like A Virgin’) en afirmaciones rotundas e himnos pop. ‘Dress You Up’ hace un paralelismo ultra cool entre amor y moda, y la canción de la banda sonora de ‘Buscando a Susan desesperadamente’, ‘Into The Groove’, lo hace entre amor y música, resumiendo de nuevo en cinco minutos el sonido de los años 80.

¿Y a qué suena todo esto? Tras los tomas y dacas de su debut, Madonna quiere producir este segundo disco. Por suerte, la compañía la contiene y le ofrece toda la pasta del mundo posible para trabajar con quien quiera. Su elegido es una de las grandes figuras de la música disco, Nile Rodgers de Chic, ya que en ese momento ‘Let’s Dance’ de David Bowie es uno de sus álbumes y singles de cabecera. Aun 25 años después, Rodgers sólo tiene buenas palabras para hablar de Madonna incluso interpretando una versión de ‘Love Don’t Live Here Anymore’, su primera balada. Sin embargo, concentrados en la correcta producción entre la new-wave y de nuevo el post-disco, se olvidan de redondear un buen álbum de verdad, incluyendo una serie de temas escritos por Madonna y su novio de la época Stephen Bray, que probablemente ni Guy Ritchie jamás llegó a escuchar (‘Shoo Bee Doo’ existió). De estos sólo pudo ser single la dulce pero no empalagosa ‘Angel’. A pesar de las irregularidades, el escándalo en los premios MTV, el vídeo a lo Marilyn Monroe, la internacionalización -ahora sí- de su éxito, los concursos de imitadoras y una gira con Beastie Boys como teloneros, hacen de 1985 un año clave en su carrera.

Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘Material Girl’, ‘Like a Virgin’, ‘Into the Groove’ (sólo en la reedición), ‘Dress You Up’
Te gustará si te gusta: Cyndi Lauper, Blondie, Chic, Britney
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‘True Blue’ (1986): Madonna nunca fue una famosa adolescente y eso siempre se ha notado en el modo en que ha asumido, manejado o incluso esquivado su éxito. En su tercer disco ya es una mujer casada (con Sean Penn) de casi 30 años y podemos hablar por tanto de un álbum maduro por momentos. Como para demostrar que no sólo sabe cantar chuminadas, el disco se presenta con una balada, ‘Live to Tell’, a la que sucede una extraña canción que samplea a Beethoven y roza lo anti-abortista, ‘Papa Don’t Preach’, que Madonna se niega a donar para una campaña de estos menesteres.

Estas dos decisiones se acercan a lo rocambolesco en términos poperos, pero la jugada le sale redonda y ‘True Blue’ da la mejor sucesión de singles de su historia, con cinco canciones recordadas por todo el mundo y a menudo recuperadas en setlists de sus giras, bodas y karaokes: este y no otro será para siempre su disco de estudio más vendido, por encima de los 25 millones de copias. A los dos temas mencionados se suman el titular, una reivindicación excelente del amor como de los años 50; el perfecto ‘Open Your Heart’ -de vídeo pedófilo-; y ‘La Isla Bonita’, que melódicamente contenía uno de sus mejores estribillos, pero por alguna razón que incluso comprendemos, fue rechazado por Michael Jackson. No hay tanto que destacar en el resto de canciones co-producidas y co-escritas por Stephen Bray de nuevo y por el luego habitual Patrick Leonard, aunque ninguna es un ‘Spanish Lesson’ y ‘Where’s The Party?’ podría haber sido un sexto single sin problema, de no ser porque la banda sonora de aquel horror llamado ‘Who’s That Girl?’ acechaba.

Calificación: 9/10
Lo mejor: ‘Open Your Heart’, ‘True Blue’, ‘Papa Don’t Preach’
Te gustará si: veías A Tope y más tarde Rockopop
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‘Like A Prayer’ (1989): Madonna vuelve a sorprender con un primer single, factor que sería prácticamente una constante en su carrera, al menos hasta ‘MDNA’. Esta vez el elegido era un gospel de evidentes referencias religiosas que confirmaría el gafe de Pepsi con los reyes del pop (Michael Jackson sufrió quemaduras traumáticas durante su spot años antes, el de Madonna tendría que ser retirado tras el besar a un santo del videoclip). ‘Like a Prayer’ es uno de los discos mejor considerados de Madonna al tratarse de un álbum abiertamente autobiográfico en el que habla sobre la mujer (‘Express Yourself’), la muerte de su madre cuando sólo era una niña (‘Promise to Try’), la relación con su padre (impresionante ‘Oh, Father’) o el divorcio lleno de violencia de Sean Penn (‘Till Death Do Us Part’).

Sin embargo, es llamativo que sólo un año después se incluyan versiones renovadas tanto de ‘Like A Prayer’ como de ‘Express Yourself’ en el recopilatorio histórico ‘The Immaculate Collection’: signo inequívoco de que la producción, de nuevo a cargo de Patrick Leonard y Stephen Bray, junto a un bonus prescindible de Prince en ‘Love Song’, va a envejecer mal. El disco, a pesar de estar encabezado por dos primeros singles de los mejores de Madonna, carece de la cohesión de otras de sus obras. ‘Spanish Eyes’ no pasaría de ninguna manera el filtro de las redes sociales en el siglo XXI, ¿y qué tienen en común ‘Dear Jessie’ y ‘Keep It Together’?

Calificación: 7,6/10
Lo mejor: ‘Like a Prayer’, ‘Express Yourself’, ‘Oh, Father’
Te gustará si te: parece más auténtico un disco autobiográfico que otro que no lo es
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‘Erotica’ (1992): Si hay una gran ausencia en la caja editada por Warner esa es la de ‘Vogue’, un tema de 1990 incluido como bonus en la graciosa banda sonora de ‘Dick Tracy’, ‘I’m Breathless’, que no se considera disco de estudio. El productor de ‘Vogue’, Shep Pettibone, se encarga de la producción de este álbum, llevando a Madonna a un sonido más electrónico, sucio y propio de clubs que nunca. El lanzamiento paralelo del libro ‘Sex’ es sólo la punta del iceberg: las canciones no pueden saber más a antro maloliente, para horror del pueblo, que convierte ‘Erotica’ en el primer fracaso comercial de la cantante, sólo cinco millones de copias a pesar de ser editado en los 90 y encima en Navidades.

La homosexualidad (varios de sus amigos mueren de Sida) y las drogas son algunos de los temas que se tratan en el álbum, junto a la insolencia, los celos y alguna canción de amor casi escondida (la reivindicable ‘Rain’). Es la época en la que Madonna se pasea por la tele con un diente de oro y se muestra de lo más abofeteable en las entrevistas y documentales. ‘Bad Girl’ habla abiertamente sobre ser una perdida y en su vídeo termina muerta. Paradójicamente, entre tanta decadencia, la producción de algunas de sus canciones es elegante y aguanta el paso del tiempo con dignidad, convirtiéndose, no sabría decir en qué momento, en un disco de culto para todos sus fans. Para mí también lo sería si las canciones duraran dos minutos menos. ¿Nadie piensa hacer una versión con sólo «radio edits» de todas las pistas?

Calificación: 7,4/10
Lo mejor: ‘Erotica’, ‘Deeper and Deeper’, ‘Bad Girl’
Te gustará si: eres gay y te gusta salir
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‘Bedtime Stories’ (1994): Hace poco, cuando moría Whitney Houston, resurgía en internet la popularidad de un vídeo procedente de los 90 en el que Madonna reconocía que tenía pesadillas pensando que Whitney llegaba más alto que ella en el Billboard. El resultado de ese miedo es ‘Bedtime Stories’, un álbum en el que se rinde al R&B y al «new jack swing» de Babyface y Dallas Austin, sobre todo conocido por su trabajo con TLC. Estamos ante un álbum amable y de agradable escucha que nunca se llega a representar en directo, con algún «filler» medio mencionable tipo ‘Love Tried To Welcome Me’.

En él, de manera un tanto forzada, se incluyen una composición de Björk producida por Nellee Hooper, ‘Bedtime Story’; una defensa de ‘Erotica’ que habría sonado mejor en… ¡’Erotica’!, ‘Human Nature’; y un baladón tan cursi como efectivo, ‘Take A Bow’, que fue número 1 siete semanas en el Billboard, algo que no volverán a ver sus ojos. Se agradece que el punto perverso de clips y estética impidieran convertir esto en un álbum de Toni Braxton, pero hemos visto a Madonna (porque este disco es de Madonna, ¿verdad?) cerrando mejores conceptos, canciones más personales y baladas más emocionantes. Y para muestra la versión que muy poco después de este disco haría con Massive Attack de ‘I Want You’.

Calificación: 6/10
Lo mejor: ‘Secret’, ‘Take a Bow’, ‘Human Nature’
Te gustará si te gusta: Whitney Houston pero en un envoltorio más guarro
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‘Ray of Light’ (1998): En el camino hacia su obra maestra, Madonna abandona a medias las grabaciones emprendidas con diferentes autores y productores entre los que se encontraba de nuevo Babyface, en 1997. Después de ‘Evita’, de ganar un segundo Oscar por ‘You Must Love Me’ (el primero fue por ‘Sooner or Later’) y sobre todo de haber sido madre, parece decidida a hacer un disco adulto, pero que suene lo más diferente posible a ‘Take a Bow’.

Y lo consigue incluso introduciendo antes del single principal en el tracklist un capricho en sánscrito de inspiración india tan imposible como ‘Shanti / Ashtangi’. No es el mayor mérito de ‘Ray of Light’ pero sí uno de sus elementos fascinantes: cómo puede contener canciones discretas como ‘Swim’ o ‘Candy Perfume Girl’ y hacerlas parecer casi tan estupendas como sus hits: la trip-hopera ‘Frozen’, con los espectaculares arreglos orquestales de Craig Armstrong; la balada ‘The Power of Goodbye’, una de las mejores que ha cantado; o la guitarrera pero casi inclasificable ‘Ray of Light’.

En el premiado libreto del disco o en el vídeo de ‘Frozen’ vemos a Madonna envuelta en varios tipos de tejidos y jugando con ellos, pero lo grande es cómo consigue vestir estas canciones de espiritualidad y trascendencia sin aburrir a nadie. Confiada en esta nueva faceta de vocación adulta, Madonna abre ‘Ray of Light’ con una pseudo-balada en la que arremete contra la fama, ‘Drowned World / Substitute for Love’, pero ya no es una canción tan estándar como ‘You’ll See’, sino un medio tiempo electrónico que anticipa un disco en el que se encontrarán el trance, el techno, el drum & bass o incluso el punk en joyas como ‘Skin’, ‘Sky Fits Heaven’ o ‘Nothing Really Matters’, siempre bajo el prisma de un William Orbit que no volvería nunca a apuntar tan alto. A la espera del ‘Ray of light’ de «x» o «y», si es que llega, el disco maduro perfecto para una estrella del pop.

Calificación: 10/10
Lo mejor: ‘Drowned World / Substitute For Love’, ‘Frozen’, ‘Ray of Light’, ‘The Power of Goodbye’
Te gustará si te gusta: Björk, Massive Attack, Craig Armstrong, Portishead (lo siento, Geoff)
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‘Music’ (2000): Después del braguetazo de ‘Ray of Light’, Madonna nos convence de que es una artista muy sabia y nunca volverá a hacer nada fatal (idea que se desmoronará más adelante con la edición de cosas tan infames como ‘Hey You’) sumando otro gran disco: este momento es el más agradecido para ser fan suyo y por eso logra ganar para siempre a otra generación de fans, a diferencia de muchas de sus coetáneas. La cantante, que no realiza gira de presentación del disco anterior, toma algunas ideas -las justas- de William Orbit, con el que repite aquí en una serie de canciones correctas; pero definitivamente con quien da un paso adelante es con el francés Mirwais, descubierto a finales de los 90 tras haber enviado una maqueta a Warner.

Para que la Reina del Pop titulase una canción ‘Music’ tenía que estar muy segura de su contenido y ese está muy lejos ya de la reflexión post-parto de ‘Ray of Light’. Madonna quiere volver a pasárselo bien y aquí su mayor acierto lírico es que «la música une a los burgueses y a los rebeldes». ‘Music’, avanzada a su tiempo y de interesante escucha con unos buenos cascos aún a día de hoy, aglutina electro, hip-hop y boogie, entre otras muchas cosas. En todos los sentidos es una de las canciones-batidora más logradas de la historia, a pesar de su aparente simplicidad.

Las ocurrencias electrónicas de Mirwais impregnan también ‘Impressive Instant’, el mejor no single de su carrera (le costaría un gran disgusto con Warner, que prefería ‘Amazing’), e incluso momentos acústicos como la bella ‘I Deserve It’ o ‘Don’t Tell Me’, con su ya clásico arpeggio entrecortado que llevaría a muchos a pensar que se habían bajado mal el tema de internet. Para dar unidad a este disco salpicado ligeramente de folk, Madonna se planta un sombrero de cowboy en el vídeo de ‘Music’ y andando. Asunto arreglado y con nota.

Calificación: 9/10
Lo mejor: ‘Music’, ‘Impressive Instant’, ‘Paradise’, ‘I Deserve It’
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‘American Life’ (2003): ‘American Life’ es una patada en la boca a muchas cosas, sobre todo a aquellos que sostenían que Madonna era un títere en las manos de Warner, para llevar a cabo todo lo que al sello le venía bien para vender unos cuantos millones de discos. Este álbum es la peor pesadilla a que se puede enfrentar cualquier discográfica. Su primer single y tema titular carece de melodía y ataca los valores americanos desde dentro (ella misma se pone como ejemplo de las patéticas necesidades creadas por la sociedad durante los últimos tiempos) en un momento en el que a la sociedad no le apetece nada verse criticada, cegada por los valores patrióticos post 11-S. Su vídeo equiparando a Bush y a Sadam Hussein en el comienzo de la guerra de Irak indigna y ha de ser retirado, mientras incluso sus fans jalean en sus conciertos en Norteamérica «U-S-A-U-S-A», para su horror y el nuestro.

Tristemente, aunque valiente y absolutamente reivindicable como rareza y como momento fundamental de la carrera de Madonna (cuesta imaginar que cualquiera de sus imitadoras se metan en este tinglado), resulta mejor en sus intenciones que en sus resultados. ‘Hollywood’ tampoco es de sus mejores singles, a pesar de la conversión de Madonna en hombre al final del tema, como guinda de la ironía contenida en este álbum; ‘Die Another Day’ no es el mejor himno que hemos oído en ‘James Bond’; y el disco está plagado de una confusa mezcla de electrónica y guitarras que a veces funciona mejor (‘Love Profusion’) y otras peor (‘Intervention’ parece de los Red Hot). ‘Nobody Knows Me’ es la mejor de las canciones modernas, ‘Easy Ride’ la mejor de las intimistas y ‘Nothing Fails’, con un inesperado coro gospel al final, la mejor a secas, y una de las más emocionantes que ha hecho en su conjugación de amor y religión.

Calificación: 6,5/10
Lo mejor: ‘Nothing Fails’, ‘Nothing Fails’, ‘Nothing Fails’
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‘Confessions on a Dance Floor’ (2005): Harta de polémicas y preocupada por su imagen pública de cara a sus hijos, como reconocería en las entrevistas promocionales, Madonna decide hacer un disco sin política para que todo el mundo lo pase bien. El concepto de ‘Confessions On A Dance Floor’ es un homenaje a toda la música que ha influido en Madonna, incluida ella misma: ‘Get Together’ al dance de los 90, ‘Sorry’ a Jackson 5, ‘Future Lovers’ a Giorgio Moroder, ‘I Love New York’ a Iggy Pop, ‘Forbidden Love’ a Visage, ‘Jump’ a Pet Shop Boys, ‘Let It Will Be’ a ‘Papa Don’t Preach’, etcétera. El sample de ‘Hung Up’, un tema ultra gay pero disfrutable por las masas (como Abba), da lugar a un «monster hit», y en él tiene mucho que ver Stuart Price, otro productor bastante adorado a finales de los 90 por MTV, con motivo de su disco como Les Rhythmes Digitales.

No siempre el trabajo conjunto en la producción entre Madonna y Stuart da resultados demasiado modernos o actuales. Las letras tampoco son las más inteligentes que ha publicado en su carrera. Sin embargo, el concepto de disco como sesión se convierte en un pelotazo absoluto en el que prácticamente ni te acuerdas de pasar de pista y cada público encuentra una favorita diferente a largo plazo: es uno de sus álbumes más completos.

Calificación: 9/10
Lo mejor: ‘Hung Up’, ‘Sorry’, ‘Get Together’
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‘Hard Candy’ (2008): A pesar de los 8 millones vendidos de ‘Confessions’, Madonna no puede soportar que sus canciones no suenen en radio y los nuevos adolescentes de América comiencen a verla como nosotros a Sara Montiel de pequeños (incluso unos meses antes de la llegada de Lady Gaga). Para solucionar esto, no recurre a ninguna joven promesa, sino a Pharrell Williams de los Neptunes y a Timbaland.

La jugada comercial le sale bien sólo a medias (‘4 minutes’ arrasa pero no provoca grandes ventas del álbum), y la artística también. Se agradece el desconcierto generado por ‘4 Minutes’, con unas trompetillas irritantes que aún nos tienen aturdidos y una serie de pegajosos “tick-tocks”, “yeahs”, “give it ups”, “Madonnas” y “friqui-friquis”. Se agradece también el primer sencillo bakala de Madonna, ‘Give It 2 Me’. ‘Devil’ cuela a pesar de su aire ‘Cry Me A River’ y ‘Beat Goes On’ apunta a single (que nunca fue) con la colaboración de Kanye West, pero otras pistas como ‘Spanish Lesson’, ‘Incredible’ o ‘She’s Not Me’ se quedan en buenas ideas estropeadas con letras sonrojantes o desarrollos excesivos. Aun así, ‘Dance 2night’ es un «grower» y ‘Miles Away’, un necesario retorno a la canción de amor que además sirve de doble despedida para Warner y Guy Ritchie, del que se divorcia justo cuando tiene que salir como single.

Calificación: 7/10
Lo mejor: ’4 Minutes’, ‘Give It 2 Me’, ‘Miles Away’
Te gustará si te gusta: Gwen Stefani, Rihanna, Timbaland
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Chinarro: «Como funcionaba la sociedad no íbamos a llegar lejos»

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Antonio Luque es uno de los músicos más prolíficos de este país, como se pudo comprobar en el reportaje sobre su discografía que publicamos recientemente. Tras más de una década siendo un artista de culto pudo empezar a vivir de sus canciones con ‘El Fuego Amigo’ (El Ejército Rojo, 2005) y desde ese momento no ha parado de componer. ‘¡Menos Samba!‘ llega un año después de ‘Presidente’ y ya está con la mente puesta en un siguiente álbum. Charlamos telefónicamente con él hace unos días en una ajetreada mañana de entrevistas promocionales y visitas de carteros y algún que otro despistado.

En un principio tenías pensado publicar el disco con tu nombre real, ¿qué te movió a cambiar de opinión?
Al parecer es un problema para la industria porque, como no todo el mundo sabe que Sr. Chinarro es Antonio Luque, pues despista. Hay gente que se quedaría sin enterarse de que hay un nuevo disco de Sr. Chinarro, que ahora se llama Antonio Luque. Al parecer está estudiado que se tarda como dos discos en que todo el mundo que te seguía continúe siguiéndote, y como no está la cosa para perder de pronto a los despistados me recomendó el sello que, si no me molestaba mucho, siguiera usando Sr. Chinarro. Me dijo que era mejor, aunque si hubiese querido firmar como Antonio Luque me hubieran dejado. No es que fuera una imposición pero lo estuvimos hablando y tampoco pasa nada con el nombre de Chinarro, vamos.

‘¡Menos Samba!’ incluye diecinueve canciones pero algunas de ellas fueron compuestas antes de grabar ‘Presidente‘ (2011).
Sí, puede que haya algunas que incluso haya compuesto poco después de ‘Ronroneando‘ (2008). En verdad, siempre pasa igual. Uno compone más o menos sin parar, hay rachas más prolíficas y otras que uno no se atreve a meterle mano al asunto de la composición.

¿Y qué es lo que te movió a incluir esas canciones en el disco?
Lo mismo que me mueve a poner las canciones alguna vez en algún disco. Llega un momento en que dices «esto hay que publicarlo ahora» y para ‘Presidente’ pensamos que tenían que ser aquellas once y para ‘¡Menos Samba!’ tenían que ser estas diecinueve. Igual podía haber dejado una de las diecinueve para el siguiente que estoy preparando. Lo que no para nunca, por suerte, es la composición. Uno va archivando en el ordenador los bocetos, las maquetas, las va enseñando en los ensayos y de pronto llega un día en que decimos «vamos a grabar algo, que ya hay que grabar» y cogemos algunas por lo que sea. Las demás se quedan ahí esperando su oportunidad, algunas nunca salen y otras tienen la suerte, o la desgracia, de hacerse públicas.

Cuando ya reúnes cierto número de canciones es cuando te planteas grabar un disco, sin un concepto previo.
Y hay veces que no tienes canciones suficientes para un disco y dices «hay que grabar ya», como pasó, por ejemplo, con ‘La Primera Ópera Envasada al Vacío’ (Acuarela, 2001), que eran solo siete. El momento de grabar es que uno lo ve que hay que hacerlo y, si hay diecinueve que te molan, pues diecinueve; si hay siete, pues siete.

Llaman a la puerta. Luque tiene una mañana movida: aparte de las entrevistas promocionales fijadas para ese día le ha llegado la edición de doble vinilo de ‘¡Menos Samba!’ y su nueva novela, ‘Exitus‘. Esta vez le preguntan por una dirección. «Ya no me traen nada más. Me han traído el libro y el disco y ahora qué coño me traen, ¿un cuadro?» [risas]

¿Cuándo sale la novela?
El dos de abril. Ya la tengo aquí en la mesa, acabo de subir las fotos al Facebook.

¿El estilo va a diferir mucho de ‘Socorrismo’?
No se parece, no está escrita de la misma forma. Procuré que fuera más sencilla de leer, básicamente. Aparte, porque son 512 páginas. Si fuera como ‘Socorrismo’ no se lo lee ni mi madre, vamos. También lo hice para que te lea más gente, es parecido a lo que haces con la música, intentar dejar a un lado las partes más raras de tu discurso porque finalmente no hay tanta gente con oído o la capacidad de lectura, digamos, acostumbrada para recibir un mensaje un poco más encriptado.

¿Es verdad que vas a escribir un libro sobre el Betis? ¿Cómo se va a llamar?
Está hecho ya, lo tengo que corregir. Lo escribí en plan ‘Socorrismo’, en dos tardes. No sé cómo se llamará, supongo que ‘Viva el Betis’ [risas]. No me gusta poner títulos. El de ‘Exitus’ sí lo vi claro, pero a poner los títulos de los discos le doy muchas vueltas. Y además un libro que hable no del Betis sino de mi historia con el club, con el beticismo, no sé cómo llamarlo… ‘Mi experiencia con el beticismo’, ‘¿Por qué soy del Betis?’… No sé, más o menos así se llamará.

¿Qué te ilusiona más ahora mismo: Un nuevo disco o tu segunda novela?
La novela me hace más ilusión en tanto que es nueva. Ha sido emocionante cuando la he abierto, ya me pasó con ‘Socorrismo’, y la he reconocido. Abres el libro y ves que eres tú. Como es nuevo me hace un poco más de ilusión, pero quizá esa palabra es demasiado grande, yo no espero grandes cosas ni del disco ni de la novela sino más o menos lo de siempre. La gente que hay en este país que tenga cierta curiosidad y ambición cultural le echará un poquito de cuenta y el resto del mundo seguirá ahí… buscando trabajo en albañilería, no sé.

Volviendo al disco, se puede decir que, con sus diecinueve canciones, no tienes ninguna sequía creativa. ¿Crees en un método de composición o te dejas llevar por la inspiración?
Un poco las dos cosas. Ahora estoy componiendo mucho porque he encontrado un método y tengo la inspiración para escribir las letras. En la música pop las notas que hay son las que hay, tres acordes y poco más. Está la tónica, subdominante y dominante, y con esas tres ya has hecho todo el ‘Psychocandy’ de Jesus & Mary Chain, por ejemplo.

Sí, pero quizá por eso tienes que trabajarlo más, para que una canción no se parezca a la otra.
Sí, pero ¿había algún problema en que en el ‘Psychocandy’ todas se parezcan entre sí? A mí no me lo parecía. Cuando era chaval, claro. Lo que pasa es que cuando llevas mucho tiempo escuchando música… Hay días en que me pongo música clásica, cuando quieres disfrutar de música pura más te vale escuchar a compositores… de los que escribían las notas, porque para componer música tan complicada más te vale que lo escribas. Si no, ¿cómo se lo enseñas luego a una banda? Pero es que la música pop y rock es así de sencilla. De pronto puedes usar los otros grados de la escala, no estar solo con tónica, subdominante y dominante, puedes usar el disminuido y ya te sale un poco brasileño… Cuatro recursos que hay para hacer música pop. Y cuando alguien quiere inventar, como los Animal Collective, por ejemplo, al final tienen que sonar africanos, pues vaya invento, ¿no? No sé, podríamos meter algo de la música de Indonesia o la escala china, pero en música pop al final lo que llega es la letra, el ritmo y que tenga una melodía bonita que se cree con esos acordes de apoyo. Hay millones de canciones así pero ahí está la canción, en la melodía y en la letra.

Cuando trabajas en un disco, ¿dejas los arreglos al productor o te metes también en ello?
Según lo que tenga el productor en la cabeza. Si está muy lejos de lo que quieres tienes un poco de lucha, pero en general esa lucha no viene bien porque si has contratado al productor tienes que confiar en él. Si luego los resultados no te molan mucho, cambias de productor. Es una figura importante en las grabaciones y está bien que haya uno, no lo puede hacer uno mismo todo, vivimos en sociedad y es como los grupos de ahora que dicen «yo me hago la canción, me la grabo, soy el productor, me hago la promo, monto el concierto, conduzco, descargo los amplis, yo…». No lo puede hacer uno todo porque no funciona, cuanta más gente haya trabajando en un proyecto, mejor.

Por eso te sientes a gusto en una discográfica, no como otros músicos de tu generación que se han lanzado a la autoedición.
Bueno, habría que ver los casos: A lo mejor no lo han decidido ellos, lo han decidido las discográficas [risas].

Puede ser.
Sí puede ser, ya te lo digo yo que sí. Lo que pasa es que cuesta decir «me echaron». Duele, pero oye, es verdad.

Ya en la portada de ‘¡Menos Samba!’ apareces dibujado como un comandante de república bananera. Y es que lo que más llama la atención es la lectura política de muchas canciones. ¿Es necesario hablar de política en los tiempos que vivimos?
La importancia de los artistas, si se me permite la palabra, está en que vemos las cosas venir. La cosa es que en canciones como ‘Militar’, que compuse en una época de máximo desarrollo económico del país, ya dejaba entrever que no me molaba lo que hacía la gente. ‘El Mundo Según‘ (Mushroom Pillow, 2006) ya era un disco sobre la crisis. Si te fijas en la portada -que no fue idea mía pero yo le di el visto bueno, con lo cual es como si lo fuera-, ese mundo que se reordena, se resquebraja… o ‘El Fuego Amigo’, sobre el presagio de posibles guerras… Ya veía venir que como funcionaba la sociedad del momento no íbamos a llegar muy lejos, y en ‘¡Menos Samba!’ directamente me pitorreo…

Se nota más mala leche.
Sí, como diciendo «ya lo advertía». En ambientes familiares incluso me tomaban por loco, era difícil criticar la situación cuando todo el mundo tenía tanto dinero para hacer tanto el idiota. Por eso insisto en que, en el tema de internet, cuando hablo de que al poder no le interesa que haya gente contando cosas, aparentemente es ficción, y por eso permiten las descargas, que ya no parecen ilegales solo porque llevan diez años siendo toleradas, etc; es porque al poder no le interesa que haya gente como yo, que diga «así, no». Interesa que solamente sean ellos quienes lo digan a través de los informativos, de los boletines… Todos son mítines, la verdad, incluso un anuncio de compresas es un mitin. Al final interesa que solo queden artistas como Julio Iglesias, que hacen un canto a la vida, más o menos, estándar.

Incluyes la versión que hiciste de Aviador Dro, ‘La arenga de los sindicatos futuristas’, así que no hay más remedio que preguntarte qué te parecen los del presente… y la reforma laboral que nos han clavado.
No conozco cómo es la reforma laboral, yo imagino que todo se irá pareciendo cada vez más a cómo son las cosas en Estados Unidos. Casi mejor eso a que se parezca a cómo son en China. Pero, ciertamente, parece que en Estados Unidos todo el mundo tiene trabajo, al día siguiente te echan y vas a otro y luego a otro y así. Me imagino que habrán hecho una reforma que tiende a eso. Hemos visto en muchas películas cómo te despiden, que el jefe te dice «vete» y ya está, pero claro, eso facilita que gente que no estaba en su puesto de trabajo a gusto se vaya y entre uno que tenga más ganas de trabajar. Cuando era chaval me preguntaba, y el protagonista de mi novela se lo pregunta también, «por qué está trabajando ahí ese tío, que no tiene ganas y está amargado, y en cambio no puedo trabajar yo, con lo bien que me vendría algo de dinero para poder ir al cine o…»

Tú lo sabes bien porque tardaste unos cuantos años hasta que pudiste vivir de la música.
Empecé en 2005, con ‘El Fuego Amigo’. Me voy a tener que posicionar políticamente y yo no soy político, y encima con el título de ‘Presidente’ del disco anterior, que lo peor que tenía era el título… Ahí está el gran fallo de ese disco, en el título. Parece que ahora tengo que hablar de política y no sé… Yo creo que en Estados Unidos las cosas no son tan malas salvo en el tema de la sanidad porque la salud sí que es lo importante. Que tengas un accidente y tengas que pagarte una operación, hipotecarte de por vida, como le pasó a Vic Chesnutt, por lo visto, eso me parece terrorífico. Recortes en sanidad y educación: no. Que se pueda despedir más fácilmente a la gente que está en el trabajo mareando la perdiz quizá no lo veo yo tan mal, fíjate. Yo no creo que un empresario despida a un trabajador así porque un día se levante con los cables cruzados, porque yo como Chinarro soy empresario también y sé lo que pasa, las ganas que me dan cuando tengo un músico que no trabaja bien, que está todo el rato tocando los cojones, pues sé que tengo que despedirlo y lo hice, me gustó despedirlo sobre la marcha. Y también sé que jamás echaría a un músico que lo hiciera bien.

Por lo menos con el grupo que has mantenido últimamente te está yendo muy bien.
Siempre hacen buenos conciertos, siempre. También depende de cómo me pille a mí, pero ellos siempre lo hacen bien. Entonces cómo voy yo a despedir. Al final un grupo es una empresa de cinco personas, seis si va el pipa. ¿Cómo coño voy a decir yo a un tío que trabaja bien que le despido?

¿Es difícil hablar de política sin parecer que quieres aleccionar a la gente?
La política son ideas de cómo nos organizamos, incluso la idea más salvaje puede tener cabida, siempre y cuando no se utilice la violencia para llevarla a cabo. No puedes imponer tu idea a otro por narices, aquí nadie está convencido de nada. Lo que he dicho yo de los despidos viene Jordi [Gil, guitarrista del grupo] y me da un capón. Si los políticos de verdad hablaran de política y, sobre todo, si fueran más honrados… Porque aquí el problema está en que todo el mundo mete las manos en el arroz y eso va más allá de cuestiones políticas. Ahí está el punto, en «toma el dinero y corre», y si por lo menos fueran tan encantadores como en la peli de Woody Allen, pero es que encima son cuatro gañanes…

Tú siempre has defendido hacer las cosas bien, tocar en sitios con buena acústica, e incluso tomaste no hace mucho clases de canto. ¿Qué te parece la actitud de muchos indies de despreciar el hacer las cosas bien?
Tomé clases de canto en su día, pillé algo de técnica y la uso cuando me acuerdo en los conciertos. Empiezo a subir y bajar el diafragma y noto que la voz sale más clara, que no tengo que forzar la garganta… Son recursos que pilla uno para hacerlo mejor. Y bueno, el rollo indie, claro, entre que aprendes y no aprendes… Si haces una canción que ya mola aunque no te sale del todo bien, vas y la enseñas, pero luego aprendes y no tiene nada de malo. Yo, que empecé a tocar la guitarra a los dieciséis años, ahora que tengo cuarenta y uno sería bueno que siguiera poniendo los acordes como en el año 89… No soy tan inútil, vaya, y no tiene nada de malo hacerlo bien. Otra cosa es hacer gala del virtuosismo, que a mí eso no me gusta. Hay veces que puedo llegar a decir a Jordi «no hagas el solo tan así, da las notas pero…» Hay muchas formas de tocar la misma melodía, los mismos solos. Chinarro no tiene que hacer eso pero por eso mismo las canciones que estoy componiendo son cada vez más sencillas, para que sea imposible hacer un ejercicio de virtuosismo sobre ellas. Chinarro no hace eso por definición aunque en algunas canciones se pueda meter un solo…

¿Leíste el reportaje de la revista Rolling Stone donde una profesora de canto evaluaba a solistas indies y hablaban de ti?
Yo aprobé pero no sé qué canción le pusieron. Si le pusieron alguna del ‘Ronroneando’ o de ‘El Mundo Según’ y me aprobó le tengo que mandar un ramo de flores. Pero luego te metes en las redes sociales y la gente te dice que le gustaba más cómo cantabas antes, con lo cual no sé… Incluso hay quien dice «me gustabas más en ‘La Primera Ópera Envasada al Vacío'», que vuelve a salir en la conversación. Canté todo ese disco con un resfriado de tres pares de cojones, con la nariz absolutamente congestionada, y hay gente que dice que le molaba más… Yo tengo claro que todo lo que aprenda es bueno, y si me puso un cinco en cuanto pueda retomaré las clases que tomaba aquí en Málaga. Por lo menos aprobé, no me han quitado el carné de cantante [risas]

Decía que tienes un «timbre muy bonito pero suena monótono, no usa la expresión para enfatizar». Hace poco Joaquín Pascual dijo que quiso hacer su último disco con la mínima emoción posible. ¿Da un poco de miedo mostrar las emociones en público, sientes pudor?
No es que dé miedo, pero daba la impresión de que las opiniones de esa profesora eran un poco como si Chinarro fuera a Operación Triunfo. A la gente le molaba el Chinarro joven porque la voz parecía que estaba contando qué pasaba en el mundo pero que se la pelaba todo. Recuerdo una crítica del Rockdelux -por aquella época yo estaba muy atento a las críticas- que decía «es como una cámara que planta estática frente al mundo…» Igual por ahí van los tiros de Joaquín Pascual en su nuevo disco. Es una manera de contarlo. A la profesora de canto eso no le parece bien porque piensa que tenemos recursos en el cuerpo suficientes como para contar con más dramatismo las partes dramáticas. En fin… Yo creo que tiene razón aquí también, que podría o debería ser más consciente de qué estoy cantando y cuándo lo estoy cantando. A veces estoy grabando, tengo la letra delante y lo que más te preocupa es la afinación, y decía la profesora que afinar, afino. Pero si estás diciendo que te quieres morir no lo puedes decir igual que «me he enamorado de ti».

Entonces lo de cantar sin la afectación emotiva no lo haces conscientemente.
Me sale así porque igual soy un tipo así, me cuesta expresar mis emociones por los medios habituales, por eso igual hice un grupo. Pero vamos, para el disco siguiente voy a intentar que la profesora me suba nota, así te lo digo.

¿Qué significa para ti la palabra «cantautor»?
Está la otra palabra que alguien ha inventado, que viene muy bien para esta pregunta, que es la de «cansautor», eso es lo que no queremos. El «cansautor» cansa porque mete mucha letra, más o menos le da igual cómo la encaja, se acompaña siempre de los mismos acordes pero no son los de los Jesus & Mary Chain sino que son más tristones, más pesados, tiene menos variedad rítmica… Le preocupa sobre todo la letra y luego soltar el rollo, normalmente están muy vinculados a un tipo de tendencia política y social… y eso cansa. Pero, por lo demás, cantautores somos todos los que componemos y cantamos.

Dos preguntas más. Eres uno de los pocos que cantan sobre amores platónicos o historias que se quedan en el principio, que casi no son historias. ¿Es tan válido un amor platónico para una canción como cualquier otro, hay que reivindicarlo?
Los amores de sexo puro también son buenísimos. Pero que las dos cosas se hayan dado a la vez a mí me ha pasado muy pocas veces en la vida y tengo ya cuarenta y tantos años. Los platónicos somos así de puñeteros, como siempre estamos buscando esa perfección ideal que está en otra parte, luego cuando ocurre no lo vemos tan bonito. Me gusta que digas eso, escribo mucho sobre cosas que apenas han durado y si las escribo ya han pasado del todo.

Una de las canciones con más mala leche es ‘La Curva de la Felicidad’. ¿Con la edad se vuelve uno más cascarrabias?
En verdad la canción está dedicada a mí mismo cuando me puse gordo y me casé, o me casé y me puse gordo más bien. Ver tanta gente así que descuida su físico es un problema terrible y tendrá un coste sanitario impresionante. Hay que pensar que cuando alguien descuida hasta ese punto su aspecto físico, si haces eso con tu cuerpo qué no serás capaz de hacer con lo demás, con tu trabajo, con tu familia. También es una manera de entender la crisis, de demostrar que nos hemos abandonado a la suerte de los pollos que están encerrados en una nave todo el día con la luz encendida y no paran de comer. Todo lo que ha pasado es porque nos hemos abandonado.

Foto: José Pablo García

La última tontería de Jack White

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Jack White no sabe qué inventar. Su última ocurrencia ha sido agrupar todos los temas que han aparecido en la serie ‘Blue Series’, que edita su sello, Third Man Records, en un vinilo azul de 12’’. Y como era su tercer aniversario, el disco sólo se puede escuchar a 3 rpm. Una locura. El disco se regalaba en la fiesta de aniversario del sello y ya abundan en internet vídeos de gente intentando hacer que suene el invento, lo cual es prácticamente imposible.

Cambio de planes para Azealia Banks

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Cuando todo el mundo estaba pendiente de la salida del primer lanzamiento de Azealia Banks, ‘212’, el EP, no ha aparecido. A través de Twitter ha anunciado la salida de un EP titulado ‘1991’ el 17 de abril. ¿Qué ha sucedido entonces con ‘212’? Nadie lo sabe. Las canciones que debían aparecer en el primero, ahora aparecerán en el segundo. Entre ellas, la que le ha producido Diplo, ‘Fuck Up The Fun’, y que escuchamos hace unos días. También ha comentado que va a remezclar a Lana Del Rey y que Kanye West le ha enviado una base, no sabemos si para el disco de ella o para algún futuro disco de West. Habrá que estar pendiente de su Twitter para saber qué más está por llegar.

El Nueva York de Lee Ranaldo

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El cofundador y guitarrista de Sonic Youth Lee Ranaldo sigue inmerso en la presentación de su disco en solitario, que lleva por nombre ‘Between the Tides and the Times’. El norteamericano se pone en manos de su mujer para la dirección del videoclip de ‘Angles’. El vídeo tiene dos secuencias: mientras que la primera la protagoniza una joven, la segunda es un recorrido por el Nueva York nocturno de la mano de Lee y de la que suponemos que es su guitarra. Al final ambos se encuentran.

Los excesos de la tendencia furry

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Lo último en tendencia furry debe de ser, básicamente, disfrazarse por completo del animal en cuestión. Quizá basándose en esto, Shearwater han publicado un cuidado videoclip para ‘You As You Were’, perteneciente a su disco ‘Animal Joy’. La banda encabezada por el ex miembro de Okkervil River Jonathan Meiburg demuestra una vez más que los límites entre fantasía y realidad son difusos. Los tejanos, que se encuentran actualmente en Europa presentando el disco, compartirán su gira por EE UU con St. Vincent.

Shearwater – «You As You Were» Video from stereogum on Vimeo.

Vídeo para el «split» de Bill Callahan

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Bill Callahan ha añadido una nueva canción a su repertorio particular de versiones. En este caso, el homenajeado es el cantante de country Mickey Newbury y su ‘Heaven Help the Child’. Bill, que publicó la canción en un 7” acompañada por el tema original, ha lanzado ahora su videoclip. En él, aparece superpuesta la imagen del cantante sobre un árbol.

Bill Callahan «Heaven Help The Child» from Drag City on Vimeo.

Citizens!, al Low Cost

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El Low Cost ha confirmado hoy tres nuevos nombres: DJ Coco, uno de los principales responsables del San Miguel Primavera Sound, 2 Many DJ’s en DJ set (valga la redundancia) y Citizens!, uno de los nombres de moda en el panorama internacional tras dar a conocer temas como ‘True Romance’ y ‘Reptile’ y actuar en Razzmatazz.

Estos nombres se suman a Suede, Placebo, Kasabian, La Casa Azul, Triángulo de amor bizarro, etcétera. El Low Cost se celebra los días 27, 28 y 29 de julio en Benidorm.