Si te gustaron ‘Alta Fidelidad’ o ’31 Canciones’ de Nick Hornby, es más que probable que te guste este libro de no ficción. A mí me divierte más el estilo de Chuck Klosterman (Reservoir Books), más ácido, ingenioso y nada pretencioso. El editor de la revista Spin, a bordo de un coche de alquiler y con la imprescindible compañía de 600 discos, se chupó más de 10.000 kilómetros en apenas 20 días siguiendo la pista de historias de estrellas del rock fallecidas trágicamente.
Este empedernido melómano entrelaza historias sobre sus amoríos (acabarán por abandonarle sus tres novias), con profecías musicales (el disco ‘Kid A’ anticipaba lo ocurrido el 11-S) y con interesantes reflexiones sobre sexo (la sexualidad es un 10% realidad y un 90% ilusión; si el sexo no es satisfactorio, necesitas un problema), droga (te darás cuenta si estás “enganchado” cuando te dé igual el CD donde la cortas) o psicología (cómo los sueños sirven para sincerarnos).
Y algunas razones más para leer este libro a mitad de camino entre el relato de viajes, el nuevo periodismo y el diario íntimo: un repaso a las muertes más absurdas del rock; descubrir su pasión por Kiss, Rod Stewart o Fleetwood Mac y su odio por Eric Clapton o Jim Morrison; reconocer que Pearl Jam eran más grandes que Nirvana o que si bebes es para que pase algo, o conocer las ventajas de la vida urbana o en qué consiste la Prueba de la Rabia.
Ah, y su lista de grupos favoritos: 1. Beatles 2. Rolling Stones 3. Led Zeppelin.