Por fin regresan Grandaddy, pero regresan para decir adiós. Tristemente, otra buena banda, poseedora de un sonido propio y personal, se ve obligada a tirar la toalla porque el negocio no les daba para llegar a fin de mes. Pese a que ‘Sumday’ fue aclamado por la crítica hace tres años, el público no respondió a las expectativas creadas tras el éxito de ‘The Sophtware Slump’. Posiblemente el éxito de aquel momento se vio favorecido por la eclosión del (llamémosle así) space-rock que abanderaban bandas como Spiritualized, The Flaming Lips o Mercury Rev. Pero llegó la moda del post-punk o punk-funk o como coño quieran llamarlo y la pegada de Grandaddy y de las otras bandas mencionadas perdió fuerza. Al menos, comercialmente hablando.
Grandaddy editan ‘Just Like The Fambly Cat’ a modo de epitafio aunque no de forma premeditada, ya que la decisión de romper el grupo llegó después de la grabación. El disco no nos descubre nada nuevo de Grandaddy, pero destila hasta la esencia los logros de discos anteriores, despojándolo de los insípidos intermezzos que de vez en cuando colaban entre canciones. Grandaddy van al grano y dan lo mejor de sí mismos, en lo que yo creo que es su disco más pop hasta el momento. Un disco que, salvo alguna excepción (‘Oxygen/Aux Send’ o la punk ‘50%’), es un hit-after-hit, desde su pegadizo single ‘Elevate Myself’, pasando por ‘Jeez Louise’, ‘Rear View Mirror’, ‘Guide Down Denied’, ‘Disconnecty’… y así hasta la preciosa (¿e irónica?) ‘This Is How It Always Starts’. Difícilmente ganarán adeptos (un poco tarde ya), pero desde luego sus fans y cualquier amante del rock no se verán en absoluto decepcionados.
Queda la leve esperanza de que Jason Lyttle ha anunciado que piensa continuar con la música. Esperemos que así sea y, sobre todo, que le dé para tener un plato de judías en la mesa cada día. 8