Benjamin Biolay presentó anoche en Arena ‘Trash Yeyé’, con media entrada más o menos vendida. Como Rufus Wainwright, no es de los que tira de todos sus «hits» para estructurar su repertorio. Al contrario, faltaron muchos de ellos, como ‘Nuits Blanches’ o los temazos cantados con su ex mujer Chiara Mastroianni (‘Quelque part on m’attend’, ‘Folle de toi’ o ‘Dance Rock’n Roll’), mientras que otros, como ‘Négatif’, costó unos segundos reconocerlos sin sus suntuosos arreglos de cuerda.
Alternando piano y guitarra y acompañado por otro guitarrista y otro teclista a veces al piano y a veces a las programaciones, Biolay ofreció un concierto bastante minimalista con muchos momentos íntimos a lo café de Montmartre. Tanto que en un momento se arrancó con una versión de ‘As Time Goes By’. Y no fue la única versión. ‘Clint Eastwood’ de los Gorillaz se asomó, nada menos, que en ‘Négatif’, y ‘There Is A Light That Never Goes Out’ de los Smiths, en ‘Rendez vous qui sait’.
Algo desmejorado físicamente, que el pobre parece que ha estado deprimido, en otros momentos parecía a punto de ponerse a rapear sobre el escenario. Sin embargo, aunque echásemos de menos una presencia femenina en un segundo plano haciendo coros, que siempre ha sabido rodearse de buenas mujeres y sólo vimos a una durante ‘À L’Origin’, Benjamin ofreció un concierto entretenido, gracias al buen tino de los experimentos con sus canciones y al fondo de temazos como ‘Dans Mon Dos’, ‘Chaise À Tokyo’, el single ‘Dans La Merco Benz’ y al bis con ‘Les cerfs volants’ y ‘Qu’est-ce que ça peux faire’. Será porque the world will always welcome lovers. 7.