El veredicto Daydream

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El veredicto Daydream

radiohead_daydream.jpgAnoche se celebró la primera edición del Daydream en el Fòrum de Barcelona. La idea era ver a Radiohead y a grupos influidos por ellos o que han influido en ellos. Han asistido algo más de 20.000 personas y la organización ya anuncia que el mismo festival se celebrará el año que viene. Mientras nos preguntamos quiénes serán los protagonistas en 2009, repasamos lo que pasó anoche.

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Después de perderme a Faust, que tocaban a las 17.30, por los pelos, una pena porque quizá eran realmente el único grupo que había influido en Radiohead de los que actuaban y de hecho estos les dedicaron el tema ‘Faust Arp’, claro, me fui a ver a Clinic. Los cuatro salieron a tocar con camisas estampadas y mascarillas de cirujano. Comenzaron su show con su cantante sentado a los teclados y tocando ocasionalmente su melódica. No sonaban mal, pero el público parecía algo distraído. Sólo cuando el cantante cogió su guitarra para interpretar temas más rabiosos como ‘Walking With Thee’ parecía que la cosa parecía enfilarse. Lástima que fuera la hora de irse a ver a los Liars.

Esperaba más del concierto de Liars, tanto del grupo como del público. El cantante Angus Andrew interrumpía sus espasmos a lo Nick Cave sin venir a cuento para beberse un trago tan pancho, lo que aumentaba la desconcentración y el desinterés de un público que no conocía la discografía del grupo. En los Liars te empezabas a dar cuenta de que la gente estaba en el Daydream solamente para ver a Radiohead. Sólo el acelerado final con ‘Plaster Casts of Everything’, absolutamente genial, animó la cosa.

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M83 comenzaron con instrumentales hasta que fueron introduciendo las canciones con letra de su último disco, ‘Saturdays = Youth‘, y algún exitazo anterior como ‘Don’t Save Us From The Flames’. A pesar de los problemas de sonido y de que ni Anthony ni la chica son muy buenos cantantes consiguieron esa atmósfera envolvente que buscaban (y eso que eran las siete de la tarde) e incluso temas discutibles como ‘Skin Of The Night’ sonaron fenomenal.

De camino al Auditorio para ver a Low escuchabas un par de temas de Bat For Lashes. Por momentos parecía que Björk estaba dando un concierto sorpresa. Misma voz, mismo tipo de vestido freak blanco y amarillo, mismo tipo de canciones. Eso sí, con pinta de ser growers preciosos.

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El Auditorio no se llenó ni de lejos para ver a Low. Lástima las personas que habían decidido pagar 2 euros para reservar su entrada, pero con estas cosas nunca se sabe. El grupo, muy querido y con razón, comenzó su show con canciones de su último álbum, el excelente ‘Drums & Guns’. Sonaron ‘Murderer’, ‘Sandinista’ o ‘Dragon Fly’, dando paso después a otros temas como ‘Silver Rider’, ‘Sunflower’ o ‘Canada’. Por desgracia siguen prescindiendo de ‘Closer’ o ‘Like A Forest’ y es una pena porque con ellos el Auditorio se habría terminado de venir abajo. Podríamos argumentar que Low no los necesitan, pero lo cierto es que después de la estupefacción inicial el repertorio fue empeorando a lo largo del show. Podría haber sido mejor. Es una maravilla verlos pero parece que nunca superarán el mítico concierto en un Colegio Mayor de Madrid hace unos años. Aun así, siguen siendo tremendos. Las voces de Alan y Mimi sí que empastan bien y no las de Ella Baila Sola.

Radiohead eran las estrellas de la noche y quizá por ser demasiado esperados, decepcionaron un poco. Comenzaron con un sonido algo flojo, que fue mejorando, y tocando temas del gran ‘In Rainbows‘, que si la memoria no me falla sonó absolutamente entero, más algún tema de In Rainbows 2. No hay problema. ‘Nude’, ‘All I Need’ o ‘Videotape’ fueron recibidas como hits. ‘Jigsaw’ fue quizá la que sonó más vigorosa en directo, o quizá es que en ‘Bodysnatchers’ estaba muy ocupado intentando aguantar empujones de gente que quería colarse. Pero el problema del setlist de Radiohead es que frente al buen montaje de las pantallas de vídeo, el setlist sigue siendo excesivamente caprichoso y arrogante. Ya nadie espera ‘Creep’ o ‘Just’, desde luego, pero es que ya tampoco suenan ‘Karma Police’, ‘Street Spirit’, ‘Fake Plastic Trees’ o ‘No Surprises’. Tampoco tocan temas muy queridos que no han sido singles, como ‘Exit Music’ o ‘Let Down’ (que nunca llegó a ser fija en su repertorio), sino que prefieren hits menores como ‘Optimistic’, ‘Pyramid Song’, ‘There There’, ‘The National Anthem’ o las injustamente mimadas ‘The Bends’, ‘Airbag’ y ‘Planet Telex’.

Finalmente los momentos cumbres, que no todo fueron fallos en el repertorio, los protagonizaron ‘Lucky’, ‘Idioteque’ y ‘Paranoid Android’. Thom Yorke es definitivamente un extraño showman de bailes esquizofrénicos con el que es fácil empatizar. Muy emocionante aunque podría haber sido mejor.

Para resarcirte de la ausencia de temas tipo ‘No Surprises’ en el repertorio de Radiohead, podías cerrar la noche en el Auditorio, escuchando a ENEMC interpretando temas de Jonny Greenwood y parte del ‘OK Computer’ en instrumental, con orquesta, en plan música clásica. Allí nadie tenía mucha idea del protocolo cuándo aplaudir y cuándo no, pero como se comprobó en los bises las versiones más conseguidas fueron las de ‘Exit Music’, que realmente parecía «for a film» y ‘No Surprises’, sobre todo debido a lo presta que está la canción a los bonitos arreglos de percusión y orquestales.

Por último, me gustaría dedicar este post a mi padre y a mi madre por, a pesar de no tener estudios, haberme sabido educar de manera que ahora no empuje ni me cuele ni nada similar en los conciertos, haciendo imposible disfrutar de un concierto que has esperado durante meses a los demás. Gracias, papá, gracias, mamá. Y también gracias a alterna2 por subir esta foto a Flickr en Creative Commons.

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