Si os soy sincero, quité la gala de los Ondas de ayer por la noche en cuanto salió Amaia Montero, porque su canción me pareció tan larga como un mal sueño. Eso por no hablar del humor cutre y carente de toda gracia que derrochaban ayer los presentadores de los premios de PRISA, en su quincuagésimo quinta edición. Para iniciarla, Santi Millán agarró una espada de Luke Skywalker para dar comienzo a un evento que fue bastante aburrido y lento. No nos extraña que su audiencia rondara el 6%, por debajo de la media de Cuatro.
Los Premios Ondas no se crearon para otra cosa más que para premiar a las empresas pertenecientes al Grupo Prisa en todas sus categorías, con algunos galardones a lo peor de otros grupos para disimular (‘Amar en tiempos revueltos’, El Duque). Basta con ver la lista de premiados para darse cuenta, en la que el chusquísimo programa de Pablo Motos, El Hormiguero, de cuya crítica nos retractamos aquí, ganó el Premio al Mejor Programa de Entretenimiento. Claro, que le podían haber dado cualquier cosa, porque la entrega estaba tan mal montada que ni se anunciaban propiamente los premios ni nada. Aunque ya os digo que cuando salió Amaia con ese single que tiene, largo como un día sin pan y aburrido como él solo, lo tuve que quitar, porque ya no podía más.
Lo que realmente nos interesa son los premios musicales, en los que hay para dar y repartir. El premio a mejor canción, se lo llevó Amaral, con ‘Kamikaze’. Que bueno, mira, cuela. Pero es que se supone que el mejor álbum de este año es el de Rosario, que es de versiones. Y el mejor artista español, son El Canto del Loco. WHAT??? En cuanto a internacionales, Andrés Calamaro se alzó con el premio a mejor artista o grupo latino y Coldplay a mejor artista internacional. El jurado hizo además una mención especial a las nuevas corrientes flamencas: Diego Cigala (que todavía) y… ¡¡¡Pitingo!!! Pitingo, Pitingo, Pitingo. Cómo engancha el nombre.
En serio, ¿en qué país vive el jurado de estos premios?