A Primal Scream no les dan premios, ni venden nada, y además cuando los pinchamos la gente se va. Por suerte, hay una serie de promotores de conciertos que por alguna razón les llaman siempre para actuar en el escenario grande de su festival y una serie de periodistas que tienen claro que son de lo mejor que nos ha dado esta década y la anterior. Si no, probablemente nunca los habríamos conocido. ‘XTRMNTR’, que se publicó en el año 2000 precedido de un single, ‘Swastika Eyes’, original de 1999, ha envejecido mucho mejor que ‘Screamadelica’, situándose finalmente como su mejor disco.
Primal Scream habían sido shoegazers, Mani venía de Stone Roses, le habían pegado al acid, al rock clásico y al dub. Decíamos cuando repasábamos su discografía que con ‘XTRMNTR’, el grupo se pasaba de los porros a las pastillas. ‘Swastika Eyes’, una de las canciones favoritas de cualquier persona que la haya escuchado con cascos a todo volumen, supera cualquier cosa que, tontamente, hayamos podido llamar «trallazo» alguna vez, nosotros o un ravero en el Festival de los Monegros.
La canción (esta versión no es la del álbum) es tan buena que podría hablar de una paja mental de Bobby y seguir haciendo bailar como bobos a millones de personas, pero no puede pasarse por alto su título. Aunque hay varias teorías, algunas de las cuales apuntan a Madeleine Albright como destinataria de la canción, la más extendida es que se inspira en Israel, estado al que Primal Scream han criticado a menudo. Su paso de víctima del Holocausto a verdugo explicaría las frases más crípticas de la canción, especialmente ese misterioso «parasitic you’re syphilitic», que podría hacer referencia a la Operación Diez Plagas de la guerra árabe-israelí de 1948, y a su vez a las diez plagas de Egipto del Antiguo Testamento, donde aparecen las tinieblas («Dark the sun» empieza la canción) y la peste. Ahí queda eso.
‘XTRMNTR’ es un disco claramente antisistema, o mejor, antitodo. No hay desarrollo en la canción que abre el disco sobre por qué hay que matar a los hippies. La letra simplemente repite «Tú tienes el dinero y yo el alma / No puedo ser comprado / No puedo ser poseído», mientras que lo que se oye al principio es un sample de ‘Out Of The Blue‘, una película dirigida y protagonizada por Dennis Hopper que va sobre una punkie revolucionaria obsesionada con Elvis Presley y Johnny Rotten. El título de la película se debe a su vez a una canción de Neil Young. La parte estelar de este sample dice: «Destruye a los hippies, mátalos / ¡Anarquía! El disco es una mierda. Subviértete a la normalidad».
La misma rebelión quinceañera aparece en ‘Pills’, que empieza con coros monacales, sigue con scratches y termina medio convertida en un hip-hop amenazante, de nuevo entre referencias a la sífiles y a los parásitos; y en la final ‘Shoot Speed / Kill Light’, quizá la mejor de todas sus grabaciones paranoicas y esquizofrénicas.
En el disco aparece un remix de Chemical Brothers de ‘Swastika Eyes’ (un poco innecesario, la verdad) y ‘Exterminator’, la canción que casi da título al disco, tiene algún elemento claramente trance.
A pesar de lo conseguido de su sonido electrónico e industrial, las guitarras cumplen una función fundamental en varias canciones, como por ejemplo en ‘Accelerator’. Bernard Sumner de New Order es uno de los músicos de estudio y, lo que es más interesante, Kevin Shields de unos desaparecidos (en aquella época) My Bloody Valentine, se encarga de mezclar un par de temas, a los que aporta su característico «muro de sonido».
‘Keep Your Dreams’, preciosa, es un contrapunto a todo este ruido que no desentona en absoluto. Al contrario: sabe poner la nota triste a la necesidad de soltar toda la mierda que contiene ‘XTRMNTR’.
El disco llegó a tener una especie de hermano menor. ‘Evil Heat’, el siguiente álbum del grupo, aunque para muchos fue una decepción por ser más de lo mismo, es en realidad el disco más comercial de la banda, más que correcto, y por el que empezar si nunca se ha prestado atención a Primal Scream, como demuestran los temazos ‘Miss Lucifer’, ‘Detroit’, ‘Rise’ o la versión de ‘Some Velvet Morning’ con Kate Moss, todos ellos muy influidos por ‘XTRMNTR’.