Si puedes superar la ira de que Kasabian copien a los Primal Scream de ‘Rocks’, a los Primal Scream de ‘Higher Than The Sun’ y a los Primal Scream de ‘Miss Lucifer’, y encima vendan mucho más que Primal Scream (esperamos que por lo menos sus conciertos estén peor pagados), hay cosas bastante disfrutables en ellos. Este verano han publicado su tercer disco, con título casi más propio de Alanis, producido por Dan The Automator (Gorillaz), y han vuelto a triunfar en las islas. El álbum fue número 1 durante 2 semanas y lo han nominado al Mercury Prize. Eso sí, en algunos medios no ha gustado tanto como en otros.
Kasabian son un grupo para disfrutar sin prestar demasiada atención. Si escuchas su nuevo disco de fondo, te dará el pego totalmente. El grupo es más sucio y original que la media y de vez en cuando les sale algún que otro hit. Es el caso de ‘Fire’, pista 11 y single principal del disco, que cuenta con un estribillo dividido en dos partes bastante irresistible, además con una línea de bajo muy ‘Heart Of Glass’; o de ‘Fast Fuse’, cuyo rock de la vieja escuela valdría para una peli de Tarantino.
Si, en cambio, decides escucharles con cascos, enseguida te darás cuenta de que las letras no muestran el nivel de psicodelia y paranoia que sugiere la música, que los arreglos de ‘Where Did All The Love Go’, que parecían una buena idea, terminan naufragando, o de que ‘Happiness’ no es un gospel tan bueno como ‘Come Together’, precisamente. Próximos a veces a Johnny Cash o a la Isobel Campbell más pervertida, Kasabian no están mal. Sólo que a veces parecen más un grupo español a la zaga que uno británico en cabeza.
Calificación: 5,9/10
Temas destacados: ‘Fire’, ‘Fast Fuse’, ‘Vlad The Impaler’
Te gustará si te gusta: tanto la marca blanca como las primeras marcas
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