‘In Rainbows’ disco de la década o razones por las que creemos que es mejor álbum que ‘Kid A’. Radiohead superaron con creces en el año 2000 el reto de suceder con éxito su gran obra maestra, ‘OK Computer’. Manteniendo su visión críptica de la modernidad, de la influencia de la máquina y la ciencia en el ser humano, supieron componer temazos como ‘Idioteque’ o ‘Everything In Its Right Place’, inmediatamente después de triunfar con ‘Paranoid Android’, ‘Karma Police’, ‘No Surprises’, ‘Let Down’ o ‘Exit Music’. ‘In Rainbows’, sin contener ninguna canción tan buena como las mencionadas en este párrafo, era el álbum más redondo de su carrera desde 1997.
Cuando se publicaba 10 años después de ‘OK Computer’, la primera sensación fue de decepción. Radiohead llevaban escribiendo ‘In Rainbows’ desde 2005, después de haberse tomado 2004 sabático, habían tocado en directo en 2006 y en esa gira habían sonado canciones como ’15 Step’, ‘Bodysnatchers’, ‘All I Need’ o ‘Weird Fishes/Arpeggi’ y ‘Jigsaw Falling Into Place’, inicialmente conocidas como ‘Arpeggi’ y ‘Open Pick’. Ninguna de ellas, al flirtarse en internet, había causado estragos, ninguna consiguió traspasar la frontera del fan que se traga todo, para llamar la atención del resto del público.
Para colmo, el disco incluía ‘Nude’, una canción a la que Radiohead llevaban dando vueltas desde la gira ‘OK Computer’, y que habían descartado para múltiples álbumes; y ‘Reckoner’, que habían tocado en directo también desde 2001. Lo que en principio se antojaba como un claro CD de descartes, en el que además sólo había 10 pistas justas y cabales, que el grupo había optado por regalar en internet (quizá llevando a alguno a interpretar que en realidad no valían nada), fue dando lugar a una pequeña obra maestra en la que cada pieza encajaba a la perfección.
Un compañero de JENESAISPOP, cuando se enfrentaba a la crítica de ‘In Rainbows’ en octubre de 2007, no podía expresarlo mejor. Lo definíamos como «una consecuencia lógica en su evolución», como si «sus tres álbumes anteriores hubieran supuesto un aprendizaje sonoro que deviene en esta obra». A todos los efectos, este disco era la consecución definitiva del sonido Radiohead, ese que habían buscado en ‘Amnesiac’ y ‘Hail To The Thief’ y sí, había emocionado a unos, pero había dejado indiferente a otros. Aun reconociendo que ‘In Rainbows’ no es el disco más experimental ni ambicioso de Radiohead, quizá sí sería el más Radiohead de todos, el que nos recordaría que el grupo no era Aphex Twin ni era R.E.M., sino quizá, algo justo en medio.
En cuanto al número de buenas canciones, el grupo no incluía ningún ‘In Limbo’. A pesar de estar compuesto por temas de diversas épocas, no tiene nada de malo trabajar en una canción que no terminas de redondear durante años, si al final vas a obtener algo tan bueno como la versión final de ‘Nude’. A veces el camino es largo, pero el acabado casi arquitectónico de estas canciones resulta espectacular en muchos puntos del disco: el momento en que la música deja de sonar en esta canción para que Thom cante «vas a ir al infierno por lo que tu mente sucia está pensando», el impresionante cambio de acordes de ‘Bodysnatchers’ en el minuto 2 de la canción, las cuerdas que emergen en ‘Reckoner’…
Si algo es indiscutible es que el disco contendría la mayor colección de singles del grupo, de nuevo, desde ‘OK Computer’, para furia de EMI, que por primera vez no editaba un disco suyo y comprobaba, probablemente atónita, cómo el grupo hacía un vídeo detrás de otro para muchas de sus canciones. Y es que casi todas terminaban siendo una de tus favoritas en distintas épocas: el homenaje a Faust, con los que terminarían tocando en el Daydream de Barcelona en la preciosa ‘Faust Arp’, el contraste entre amistad y sexo en ‘House Of Cards’, lo desgarrado del estribillo de ‘All I Need’, las vueltas que tuvieron que dar sobre ‘Videotape’ hasta dejarla en una preciosa canción conducida casi exclusivamente por un piano, etcétera.
Ahora Thom Yorke dice que sufrió tanto terminando el disco que no se ve haciendo otro álbum en el futuro, pero sin duda hizo historia. Su plan de márketing fue revolucionario y un completo escándalo en la industria desde que se anunció de sopetón que el grupo ofrecería la descarga desde su web al público pagando este lo que quisiera. Un miembro de nuestro equipo pagó 0 euros, otro 4 libras, dos se compraron la caja gigante con vinilo y CD2 con descartes, que te daba derecho a bajar el disco gratis… pero todos aquella semana de octubre escuchamos a Radiohead. Las 10 pistas de ‘In Rainbows’ se convirtieron en las 10 más escuchadas de Last FM en todo el mundo y unos meses después, el 31 de diciembre, el disco llegaba al número 1 tanto en Reino Unido como en Estados Unidos con su edición física.
De una manera honesta, Radiohead volvían a ofrecer un producto impecable, redondeado con el diseño “tóxico” de Stanley Donwood, sobre el que es un lujo volver a debatir: ¿son Radiohead la mejor banda del planeta?