Hubo muchos aspirantes a estrellas de la música independiente española en los 90, pero sólo uno ha sobrevivido como pensador de la modernidad. Gracias a su trabajo en La Costa Brava y como Francisco Nixon y por supuesto a su blog, donde tan pronto aparece Japón Sevilla como Ramon Llull o Dinosaur Jr. Sólo unos meses después de ‘El perro es mío‘, Francisco Nixon publicará un nuevo mini-LP de seis canciones firmado a medias con su habitual colaborador Ricardo Vicente. En MySpace ya puede escucharse como adelanto ‘Déjame intentarlo’. Aprovechamos la coyuntura y sus próximas fechas en Barcelona (23 de octubre) y Madrid (30 de octubre, 5 de diciembre) para hablar con él.
Eres uno de los pocos cantantes españoles, indies o no, que mantienen un blog actualizado y cuidado. En una entrevista reciente hemos leído por qué lo empezaste, ¿pero qué te lleva más a mantenerlo? ¿Eres de los que necesita desahogarse de lo que conoce o de alguna manera te obligas porque es una buena forma de promoción?
Supongo que es algo que engancha, no sé. El objetivo principal del blog siempre fue hacer promoción de mis grupos, pero con el tiempo te acostumbras a escribir y que te lean, la gente te comenta… Supongo que lo mantengo por pura vanidad, la verdad. Aunque también, como me dijo el otro día un chico, a veces es más útil un blog que un currículum. Por lo menos en mi caso me ha ayudado a encontrar trabajo. Ahora están más de moda las redes sociales, pero estoy acostumbrado al formato blog, y ahí sigo.
¿Por qué escogiste Blogspot, nunca te has arrepentido?
Empecé con 20six porque fue el primero que conocí, hasta que lo cambiaron. Entonces me mudé a Blogspot, que era el otro que conocía. De momento no me ha dado ningún problema. No necesito una plataforma con mucho rendimiento. No me meto en cosas de diseño, posicionamiento, publicidad, etc., simplemente la entrada diaria con su texto, su foto, y poco más. Tengo un contador de visitas de esos gratuitos (otra vez la vanidad) y Twitter embebido, y ya.
Al tener un blog abierto estás constantemente metido en el mundo de la novedad y de la moda: la gente te puede dejar un vídeo como sugerencia o mencionarte a un grupo. ¿Te imaginas tu vida como artista ahora mismo sin toda esta sobredosis de información?
Vivo obsesionado con la idea de que Cervantes o los Rolling Stone habrían leído muchos menos libros o escuchado muchos menos discos que nosotros. Me surge la duda de si la mayor parte de la información que recibimos es información o ruido.
No intento estar “en la onda”, creo que cada generación tiene su propia música, y a mí me interesan más las cosas antiguas. Aunque naturalmente hay muchas cosas actuales que me influyen. Por decir algo, el disco de los Fleet Foxes o el de XX me parecen sublimes. O he visto que la calidad media de los grupos españoles ha subido bastante en estos años. Pero la mayor parte del tiempo me dedico a disminuir mi ignorancia del pasado. Me entero de las novedades por mi novia o blogs como el vuestro, más que por mi blog.
Has sido un compositor muy famoso cuando no había internet y ahora en cierta medida lo eres existiendo la red. ¿Crees que influye a un autor ser habitual de la red, tener tan fácil acceso a todo?
Como herramienta, la red es la pera limonera, sobre todo la posibilidad de escuchar discos descatalogados. Con el tema de los libros, por ejemplo, me parece brutal. Hay cantidad de cosas de Chesterton que nunca se publicaron en España que me estoy leyendo ahora. Es como la Biblioteca de Babel de Borges. Volviendo a la respuesta anterior, si tanta información al final sirve de algo o es una mera distracción, pues no lo sé. Digo yo que algo valdrá, ¿no?
Si lo que preguntas es si la red supone un avance para los artistas, o es el enemigo por el tema de la piratería, yo estoy a favor. Creo que lo que se gana es más que lo que se pierde. Aunque habría mucho que matizar sobre este tema y no quiero extenderme. La red no es la panacea que algunos piensan.
Nos encanta tu frase «ya no tienes que ganarte un público, prácticamente lo tienes que meter en tu vida». ¿Cuál ha sido tu mejor experiencia con un/a fan y la peor?
De vez en cuando hay gente que te escribe contándote que se le ha muerto un ser querido y que tu música le ha ayudado, o que se ha enamorado con tu música de fondo, y son cosas que emocionan mucho a cualquiera. Lo peor es la gente que intenta vampirizarte y experimentar la fama a través de ti. Afortunadamente de esos me he encontrado pocos.
Hemos comprobado con asombro con qué diplomacia te has tomado el fin de tus colaboraciones en Rolling Stone. ¿A qué escritor / filósofo nos recomiendas para que cuando a los periodistas se nos caiga una colaboración nos lo tomemos igual?
¡Jajaja! Bueno, hay que tener en cuenta que yo nunca me he planteado las colaboraciones desde un punto de vista profesional, con lo que para mí no supone ningún problema, al contrario, estoy muy agradecido por el espacio que me han cedido hasta ahora.
La buena literatura y la buena filosofía no suelen ofrecer consuelo, más bien todo lo contrario. Hay un libro famoso de Boecio, ‘De consolatione Philosophiae’, que se supone que lo escribió en la cárcel, en el que muestra cómo la filosofía puede ser fuente de consuelo. Pero me imagino que se consoló más él escribiéndolo que nosotros leyéndolo.
Yo cuando tengo un disgusto me meto en la bañera con música de Bart Bacharach. Bueno, cuando tenía bañera.
¿Cómo justificas, desde un punto de vista conceptual, que Richi aporte canciones en discos firmados como Francisco Nixon? ¿Sois una especie de Bon Jovi?
¡Jajaja! Bueno, Richi empezó como un acompañante, pero ahora funcionamos como un dúo. De hecho el siguiente disco, el mini-LP que saldrá en navidad, sale con el nombre de los dos.
Obviamente La Costa Brava erais Sergio Algora y tú y muchos no entenderían el proyecto sin Sergio, pero también había otras personas. ¿Nunca nadie os ha animado a seguir con La Costa Brava con un disco nuevo o con un disco homenaje de canciones inéditas?
Pues no, la verdad. La actual formación de Nixon es prácticamente la última de La Costa Brava, sin Sergio, así que no veo la necesidad. Para mí es un tema muy delicado. Hay una línea muy delgada entre el homenaje y el aprovecharse de la publicidad que genera algo así. Precisamente hicimos el concierto de despedida para dejar el asunto zanjado. Por ejemplo, hace poco publiqué un cuento en el que contaba cómo fue mi relación con Sergio, y no creas que no me sentí un poco culpable por eso. Quizá deba pasar más tiempo.
‘Erasmus borrachas’, como título era un poco basto, y creemos recordar que Julio Ruiz hizo campaña contra él. ¿Con el paso del tiempo te suena mejor, peor o igual?
Jaja, ¿me dices en serio lo de Julio? Jaja, me parto. Sí, supongo que el título es un poco sal gorda, sin embargo si se escucha la letra tiene sentido. De hecho el disco se iba a titular así, pero a Siesta no le gustaba.
Hay una anécdota de Samuel Goldwyn (el de la Metro-Goldwyn-Mayer) que contaba que si en una fiesta le decían que estaba borracho, se echaba una siesta de quince minutos aunque no hubiera bebido nada. A veces hay que dejarse aconsejar. Para mí más que un buen título es una buena canción. Algo que estaba ahí delante de todo el mundo para ser usado.
Alguna vez has dicho algo así como que como compositor te ves un poco limitado y que no te queda otra cosa que repetirte haciéndolo lo mejor que sabes (algo parecido). Sin embargo, por ejemplo ‘Mereces toda mi atención’ es una canción con un ritmo bastante distinto. ¿No te ves sacando un disco entero en esa dirección?
Me encantaría, pero no sé si lo haría bien. Quiero decir, no es fácil cambiar de estilo, y me da miedo meter la pata. Es la eterna duda de los grupos que sacan más de tres discos: ¿Insisto en mi estilo con la esperanza de hacerlo mejor o me reinvento para que la gente no se canse de mí? La gente con mucho talento es capaz de reinventarse constantemente, pero no estoy muy seguro de que yo sea capaz de eso. Lo que me pide el cuerpo es hacer cosas nuevas, eso sí es verdad.
¿Puede haber en el mundo una canción que se llame ‘Brackets’ y no sea automáticamente la mejor canción del disco? ¿Cómo descubriste lo que mola esta palabra en inglés?
Es verdad que me fijo muchas veces en la sonoridad de las palabras, y que de un título sale una canción. En este caso fue así. La canción surgió de la palabra.
¿Por qué publicáis ahora un mini-LP cuando sólo os queda la mitad para un nuevo álbum?
Porque el disco anterior acaba de salir, y no queríamos sacar otro LP, con lo que conlleva de compromisos promocionales y esas cosas. No puedes estar saliendo en prensa cada poco porque aburres. Pero teníamos esas canciones y no queríamos esperar dos años a publicarlas.
De todas formas no sé qué vigencia conservan los formatos y las formas de promoción habituales. Internet ha trastocado todo eso. Yo cada vez más pienso en singles y en informar a la gente que realmente te sigue, no en acumular canciones para justificar un esfuerzo económico y de promoción muchas veces inútil.
En casi todas las entrevistas (como en esta), te termina cayendo una preguntita de Australian Blonde. En tu vida personal, con tus mejores amigos, pareja, familia, ¿con qué frecuencia haces referencia a Australian Blonde?
Sólo suelo hablar de mi vida “artística”, por decirlo así, con mi novia, y casi nunca hablamos de Australian Blonde, salvo para decir cosas tipo: “no hagas eso que yo lo hice con Australian y salió mal”. A veces mis amigos lo usan para reírse de mí, como cuando sale alguna pregunta en el Trivial o cosas así. Lo que quiero dejar claro es que es una época que recuerdo con mucho cariño.
Uno de los temas de los que pareces tener claro que te arrepientes es de haber hecho la gira Pepsi. Hoy en día es normal que un grupo independiente gire patrocinado por marcas de ropa, bebida… ¿crees que hoy se habría entendido de otra manera? ¿En su momento fue tan grave?
Necesitaría escribir un libro para responder a esta pregunta, y puede que algún día lo haga. Por resumir: A mi ver la cuestión no debe plantearse en términos de independencia/mainstream, auténtico/no auténtico, etc., sino las preguntas que debe hacerse un grupo son: ¿Quién sale ganando? ¿Qué da el grupo y qué da la marca? ¿Quién necesita más a quién? ¿Qué aporta esta marca a la percepción que la gente tiene de mí? En ese sentido yo tengo muy claro que el grupo perdió más que ganó. La marca “Pepsi” se comió a la marca “Australian Blonde”. Lo que nosotros representábamos, si algo era, dejó de tener sentido a partir de ese momento.
¿Te da miedo hasta dónde pueda llegar el «revival» de los 90 que vivimos? ¿Rechazarías una gira recopilatoria junto a otras bandas?
No me da ningún miedo, creo que es parte del juego de la moda. Lo malo es que cuando pase este revival, va a haber que empezar desde el principio, por el revival de los 50-60-70-80-90, ya que por culpa del exceso de información del que hablábamos es muy difícil crear una estética nueva que sea dominante. Me lo decía el Dr. Repronto el otro día: es el momento de crear una tribu urbana nueva, pero ¿cómo?
Sí, rechazaría una gira nostálgica, no tiene sentido, al menos para mí en este momento. A lo que no me opondría es a juntar a la banda original y hacer un par de conciertos pequeños, pero más por cerrar heridas entre nosotros que por explotar un “comeback”. Si hubiera otro disco de Australian sería con material nuevo, nunca mirando al pasado. Como nos enseñó el Gran Gatsby, el pasado no se puede repetir.
¿Qué ha pasado con las canciones inéditas subidas al MySpace de Australian? ¿Tomarán forma alguna vez en un disco o de momento está la cosa aparcada?
Son canciones que están ahí a la espera de ver qué pasa. A mí me gustaría sacar por lo menos un disco más. A ver este año qué pasa.
Bromeabas sobre el hecho de que, dada la repercusión de la muerte de Michael Jackson, Paul McCartney tenga su funeral de Estado. ¿Eres fan de todos sus discos en solitario y de Fireman, de todo lo que hace?
Soy fan de casi todo lo que ha hecho hasta finales de los ochenta. Lo de Fireman no lo he escuchado. En realidad reflexionaba sobre la sociedad-espectáculo. Cuando murió Newton, todo Londres fue al entierro. Hoy las prioridades son otras.
En ‘Es perfecta’, en canciones como ‘Nadia’, había un toque Beach Boys, que en el último álbum ha cedido un poco. ¿No crees que en ese tipo de canciones, con ese tipo de coros, está uno de los mejores sonidos que has conseguido?
Ostras, pero es que algo muy difícil de hacer, y en el fondo creo que no lo hago del todo bien. Es otra de mis inseguridades, la de cantar. En ese sentido envidio a Joe Crepúsculo, que parece que siempre hace lo que le sale de la polla. Yo soy más tímido, siempre pienso que la gente está a punto de reírse de mí.