Ya queda menos para las fechas de Kings of Convenience en nuestro país (la primera es este domingo día 1). El dúo se ha convertido, tímidamente, en uno de los más queridos por el público sin contar con los arreglos más espectaculares ni las letras más complejas. A veces incluso más cerca de un a cappella (‘My Ship Isn’t Pretty’) o de un grupo acústico de bossa (‘Mrs. Cold’) que de la típica propuesta indie, el gran Erlend Øye, sin duda uno de los personajes más versátiles e interesantes de la escena, y Eirik Glambek Bøe vuelven a publicar, en su tercer disco, un buen puñado de canciones intimistas y emocionantes.
‘Declaration of Dependence’ es en general un disco sobre juegos de amor «que no pueden ser jugados durante mucho tiempo», amores prohibidos, malentendidos y dudas. Preguntándose cosas sencillas como «What will we become?», afirmando que «lo que hacen es más grande que la suma de dos», y ayudados en general sólo por sus guitarras acústicas, que a veces dejan caer pequeños solos estupendos, Kings of Convenience vuelven a ganarnos en canciones tan bonitas como ‘Rule my World’ o ‘Freedom and its Owner’.
No hay momentos tan victoriosos como ‘I’d Rather Dance With You’ o ‘Misread’ y quizá ese sea el mayor inconveniente de este disco. Pero las cuerdas y el piano, aunque más discretos, vuelven a rozar lo perfecto en ‘Boat Behind’, ‘Peacetime Resistance’ o ‘Riot on an Empty Street’, que irónicamente aparece aquí por primera vez en un disco largo aunque al que daba título en realidad era al anterior, su gran obra maestra.
Calificación: 6,75/10
Lo mejor: ‘Boat Behind’, ‘Mrs Cold’, ‘Rule my World’
Te gustará si te gustan: Simon & Garfunkel, ellos mismos
Escúchalo: en MySpace, Spotify