No sabemos si lo dice por hacerse un poco más de promoción, pero lo cierto es que Lily Allen ya venía acusando un cierto cansancio de la industria e incluso había dejado caer que quizá no volviera a cantar. Así que «mientras persigue otros proyectos», dice que se va a tomar un par de años sabáticos, alejada de los conciertos y las grabaciones.
Su última actuación en directo será el 7 de marzo, y a partir de entonces, Lily ha declarado a BBC Newsbeat que se dedicará a lanzar un sello discográfico y una tienda de alquiler de ropa (que se llamará ‘Lucy In Disguise’ y compartirá con su hermana Sarah). Su manager afirma que no deja el mundo de la música, pero lo cierto es que dice que no va a renovar su contrato discográfico. ¿Empezará a autoproducirse?
Del mismo modo también ha comentado que, tras retirarse del debate sobre las descargas sin pagar, se ha alejado de ordenadores y gadgets. Algo que se puede certificar visitando su Twitter o su Myspace. Curioso fin para una artista que se dio a conocer precisamente por ese medio.