Atención, pregunta: ¿qué diferencias hay entre el álbum de debut de Grinderman y la discografía reciente de Nick Cave & The Bad Seeds? No muchas, la verdad. Tal vez, que en ‘Grinderman’ (2007), Nick y sus tres secuaces se volvían más punkies y sucios, como en ‘Love Bomb’ o en el arrebato final de ‘No Pussy Blues’. Pero temas como ‘I Don’t Need You (To Set Me Free)’, ‘Honey Bee (Let’s Fly To Mars)’, ‘Man In The Moon’, ‘When My Love Comes Down’ o la que daba título a disco y grupo podrían haber encajado perfectamente en ‘Nocturama’ (2002), ‘Abbatoir Blues/The Lyre Of Orpheus’ (2004) y ‘Dig, Lazarus, Dig!!!’ (2008). Es lógico, al fin y al cabo son una versión reducida de los Bad Seeds, es natural que se parezcan, y, ojo, no estoy comentando esto en un tono negativo. Al revés, me parece estupendo que Mr. Cave busque caminos paralelos a su proyecto principal, aunque el resultado acabe siendo prácticamente el mismo. Lo que importa es que siga activo, porque sigue en estado de gracia, y aquí está ‘Grinderman 2’ para seguir demostrándolo.
La expectación creada en torno al nuevo lanzamiento ha sido considerable, gracias a la interesante labor de promoción, parecida a la llevada a cabo con el último disco de los Bad Seeds, es decir, la producción de unos apocalípticos y surrealistas vídeos con mensajes que forman parte de la letra de uno de los temas del álbum, más concretamente del single, ‘Heathen Child’. Los cortes que la preceden parecen indicar que esta vez sí están intentando recorrer un camino propio. La incendiaria e inicial ‘Mickey Mouse And The Goodbye Man’ toma de referencia los ritmos más contundentes y la guitarra (con wah) aguda y sucia del primer disco, y la segunda, ‘Worm Tamer’, dirigida por el bajo de Martyn P. Casey, suena muy industrial, un poco al estilo de Einstürzende Neubauten, la banda del ex Bad Seeds Blixa Bargeld.
Nick proclama la llegada de una diosa (la endemoniada chica de la portada) vengativa en ‘Heathen Child’, de nuevo con un importante peso por parte del bajo de Martyn. Es un boogie marciano, como si a Liars les propusiesen hacer una versión de Bo Diddley. Vuelven por terrenos familiares en ‘When My Baby Comes’ (su comienzo podría recordar vagamente a ‘Night Of The Lotus Eaters’ de ‘Dig, Lazarus, Dig!!!’), en ‘Evil’, o, especialmente, en ‘Palaces Of Moctezuma’ (muy gospel), pero cada vez con una personalidad más propia, que se traduce en maneras más agresivas o experimentales. Se nota que Cave, Casey, Warren Ellis y Jim Sclavunos han dedicado un tiempo a trabajar fuera de la gran familia con la probable intención de que Grinderman sea una entidad independiente y poseedora de grandes canciones, que es lo más importante.
Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘Heathen Child’, ‘Mickey Mouse And The Goodbye Man’, ‘Worm Tamer’, ‘Evil’.
Te gustará si te gustan: Nick Cave & The Bad Seeds, The Dead Weather, Liars
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