No muchos artistas pueden permitirse publicar una media de un álbum anual y mantener una regularidad en su calidad como David Tattersall y sus Wave Pictures. Jugando en la liga de eternos «segundones» (en términos de repercusión comercial y popular), esa que juegan Darren Hayman, Jonathan Richman, Gordon Gano, Luke Haines o Lawrence Hayward, la que huye de etiquetas y modas y cuya bandera es el rock sencillo y directo, la banda se ha labrado respeto y reputación, además de una modesta legión de fans que acude a su llamada cuando sube a escena, donde junto a Franic Rozycki y Jonny Helm muestra su esencia. Esta semana podremos disfrutarla en otra de sus minigiras por nuestro país para presentar su álbum más reciente, ‘Susan Rode The Cyclone’, en cinco ciudades: el día 10 de noviembre en Gasteiz, el 11 en Madrid (junto a El Hijo), el 12 en Vigo, el 13 en A Coruña y el 14 en Ourense. Además, el día 19 actuarán en Girona y el 20 en Gijón (junto a Love Of Lesbian, Polock y We Are Standard en la Fiesta 48FICXixón).
Un año después de publicar ‘If You Leave It Alone‘ con The Wave Pictures y solo algunos meses después de su primer álbum en solitario, ‘Happy For A While’, Tattersall ha entregado este ‘Susan Rode The Cyclone’, diez canciones que solo han visto la luz en vinilo a través de algunos selectos sellos europeos (Acuarela en nuestro país) y que en el Reino Unido han conocido a medias como ‘Sweetheart’, un EP con seis canciones seleccionadas. En ellos encontramos una versión de The Wave Pictures (ampliada esta vez con colaboradores ilustres como Darren Hayman y Rebecca Taylor –Slow Club-) mucho más fiel a cómo ellos son en directo, mucho más eléctricos de lo que solían ser y con un Tattersall que deja rienda suelta a su innegable talento como instrumentista en las seis cuerdas, que se gusta (y gusta) a la guitarra con imaginativos y nada aburridos solos que recuerdan al mejor Clapton, brillando en temas estrella como ‘Kittens’ o engrandeciendo canciones en apariencia pequeñas como ‘Cinnamon Baby’.
Se trata de un disco mucho más inmediato (al menos formalmente) que su melancólico predecesor, más ágil y más tarareable en cortes instantáneos como ‘I Shall Be A Ditchdigger’, ‘I Just Want To Be Your Friend’, ‘Blind Drunk’ o ‘Marie Again’. Incluso en su característica faceta acústica suenan más «felices», como en ‘American Boom’ o en la magnífica ‘Sweetheart’.
Pero no nos atreveríamos a decir que se trata de un disco positivo, no al menos atendiendo a unas letras en las que Tattersall sigue dando muestras de una lírica simple solo en apariencia, destilando humor y amargura a partes iguales, esquivando cualquier intento de descifrar sus galimatías costumbristas con maravillosas metáforas que descolocan, dejando tanta confusión como deleite, embobándonos con «trenes de vapor y gaviotas en sus pulmones», con «sabor a canela en la punta de su lengua apagado por una cerveza». Desde que obtuvieran cierta repercusión con ‘Instant Coffee Baby’ en 2008, tras más de diez años de carrera en los márgenes del mercado con autoediciones maqueteras y decenas de canciones repartidas por aquí y por allí, el crecimiento de The Wave Pictures y de Tattersall, en particular, como compositor y músico ha sido exponencial. También, aunque más modestamente, el número de los que les hemos situado como nuestros nuevos héroes de lo íntimo y lo cotidiano.
Calificación: 7,8/10
Lo mejor: ‘Sweetheart’, ‘I Shall Be A Ditchdigger’, ‘I Just Want To Be Your Friend’
Te gustará si te gustan: Violent Femmes, Jonathan Richman, Hefner
Escúchalo: Spotify