La carrera en solitario del líder de un grupo puede ser un capricho o una necesidad. El caso del cantante de los Czars es de los claros: nunca en una banda alternativa de los 90 podría haber expresado toda la frustración que arrastraba desde su infancia hasta este extremo. John Grant no sólo sufrió la marginación en la escuela, que le ha llevado a firmar una de sus canciones más celebradas, ‘Sigourney Weaver’, en la que compara su situación en el mundo con la de ‘Alien’ (también hay un cameo de Wynona Ryder en el ‘Drácula’ de Bram Stoker en la misma letra). Sus problemas para adaptarse a la sociedad o para convivir en pareja se siguen manifestado hasta nuestros días. Apenas hace un par de años confesaba en una entrevista que consideraba que nunca había podido dar un concierto «decente» debido a lo incómodo que se siente sobre el escenario.
Fueron Midlake quienes, cuatro años después de la separación de los Czars, convencieron a John Grant de que grabara un álbum en solitario y ellos mismos se encargaron de asistirle con los arreglos y la producción a lo largo de dos períodos de cuatro meses durante 2008 y 2009, que han llevado a la publicación final de este debut en solitario, ‘Queen of Denmark’, en abril de 2010.
Estamos ante un disco todo lo explícito que Grant no pudo ser en The Czars, con canciones que reciben títulos como «Jesús odia a los maricones»; probablemente todo lo explícito que ha necesitado ser toda su vida si atendemos a su amargo recuerdo de su madre, que murió en 1995 de cáncer de pulmón sin aceptarle, mencionando al referirse a él la palabra «decepción». ‘Queen of Denmark’ es un reflejo condensado de situaciones dolorosas como muchas de las mejores obras de Elvis Perkins o Rufus Wainwright, en el caso de Grant también con un considerable protagonismo del piano y la guitarra acústica, pero además de guitarras eléctricas un tanto prog, en sintonía con los 70, la época a la que remiten muchos de los sentimientos expresados en este disco (aparte de Abba y los Carpenters, también le encantaban Supertramp). Son muchas las influencias. Así, ‘Where Dreams Go To Die’ comienza como una «torch song» de Jay-Jay Johansson, pero termina como un clásico escrito por el buen Randy Newman, mientras ‘Silver Platter Club’, una disculpa sobre la propia mediocridad llena de sentido del humor, suena bastante francesa.
‘Queen of Denmark’ muestra a John Grant completamente desnudo e indefenso (casi hasta lo patético) en las letras de ‘It’s Easier’ o ‘Leopard and Lamb’, pero este es un disco también sobre el rencor y ese es el sentimiento que cierra el álbum y le da nombre cuando el cantante, frustrado por el fracaso de una relación concluye: «eres un imbécil, pero ya veremos quién ríe el último, quién sabe, quizá seas la próxima reina de Dinamarca». Es infantil, una forma muy poco madura de terminar algo cuando tienes 42 años, pero es su absoluta honestidad, la misma que dio el éxito a Sinéad O’Connor, aquí envuelta en unos arreglos sublimes, la que vuelve a situar su carrera en el kilómetro cero. Al fin Grant es el joven que nunca pudo ser.
John Grant actúa en el Primavera Club el viernes en Barcelona y el sábado en Madrid.
Calificación: 7,7/10
Lo mejor: ‘Where Dreams Go To Die’, ‘Queen of Denmark’, ‘JC Hates Faggots’
Te gustará si te gusta: Rufus Wainwright, The Hidden Cameras, Antony & The Johnsons
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