Lo peor que le puede pasar a un disco es pasar desapercibido. No destacar por nada, sin que importe la cantidad de veces que te lo pongas. Que seas incapaz de recordar o de canturrear alguna de sus canciones, o que ni siquiera seas capaz de quedarte con un simple verso. Y lo peor es que esto suceda con ‘The People’s Key’, el nuevo álbum de Bright Eyes, continuación del celebrado ‘Cassadaga’. Claro, que viendo que el disco comienza con un monólogo que dura dos minutos y medio en ‘Firewall’, era algo que podíamos esperar.
En este caso, nos encontramos ante un disco continuista, a diferencia de lo que ocurrió entre ‘Cassadaga’ y ‘Digital Ash In A Digital Urn’, los dos discos anteriores de Bright Eyes. Mogis y Conor Oberst parecen dispuestos a seguir ahondando en las raíces de la música norteamericana, pero se dejan por el camino las canciones que nos cautivaron con anterioridad. ‘The People’s Key’ carece de pistas tan inmediatas como ‘Hot Knives’ o ‘Four Winds’, aunque los intentos por repetir la fórmula son hasta descarados, como bien se nota en ‘Shell Games’ o ‘A Machine Spiritual’.
Son también loables los coqueteos con el rock de ‘Jejune Stars’ o ‘Triple Spiral’, pero al final las únicas canciones que lucen son las que mejor sabe interpretar Oberst: las tristes y apocalípticas. Ahí están, de hecho, hacia el final del álbum ‘Ladder Song’ y ‘One For You, One For Me’, que se convierten en las más destacadas de un álbum correcto por definición, pero quizá algo aburrido en su ejecución.
Calificación: 5,5/10
Temas destacados: ‘Ladder Song’, ‘One For You, One For Me’, ‘Jejune Stars’.
Te gustará si te gusta: ‘Cassadaga’.
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