Para felicitar a Moby Dick Club en su XIX aniversario, Grupo de Expertos Solynieve tenían preparado un lleno absoluto y una cola para recoger entradas de las que no se recuerdan en la sala. Tanto que el concierto empezó puntual a las 22.00 con gente todavía esperando fuera.
Sobre seguro y calentando sonido, el grupo encabezado por Manuel Ferrón y Jota abrió fuego recordando su único largo hasta la fecha (su segundo disco se espera para septiembre): ‘El sur, el mediodía y la libertad’ y ‘Alegato meridional’. Arrancó así un concierto especialmente festivo, que el público disfrutó a lo grande desde el principio, ayudado por el buen sonido y la actitud guasona de sus vocalistas, que no se resistían a soltar alguna broma entre canción y canción (no siempre inteligible). La verdad es que sorprende ver lo bien que se lo pasa Jota tocando con los Expertos, con lo en serio que se toma sobre el escenario sus Planetas.
Mucho mejor, así llegaron sin darnos cuenta sus nuevas entregas, entre otras ‘Pequeños’, ‘Merienda de negro’ o ‘La nueva reconquista de Granada’, esta última muy aplaudida. Sin apenas enterarnos porque conservan el estilo de ‘Alegato Meridional’ (2006) y el EP ‘Antiguo y nuevo’ (2008): temas pop (muy planeteros) con toques flamencos y mucho country, que se ven favorecidos por la incorporación de un teclista al grupo. Pero sobre todo porque las canciones mantienen el nivel, y eso ya es mucho mérito: realmente suenan a clásicos de la banda.
No obstante, con buen criterio, no quisieron que el concierto se centrara únicamente en la presentación de sus nuevas canciones, y brillaron una tras otra ‘Claro y meridiano’, ‘Una muerte lenta y dolorosa’, ‘No me hace falta’, ‘Déjame vivir con alegría’ o ‘Se ve que hay calidad’, todas muy coreadas, además de ‘No vuelvo a quedar contigo’ o las versiones ‘Rifle de Repetición’ de Surfin’ Bichos y ‘Personalità empirica’ de Franco Battiato. Cómo no, el set terminó con ‘La reina de Inglaterra’, himno del grupo que se ha convertido en su fin de fiesta-por-todo-lo-grande con Jota levantando los brazos hacia el cielo en signo de victoria, antes de volver al escenario para regalar tres temas. Y para que no nos olvidáramos muy pronto de este gran concierto, nos grabaron a fuego en el cerebro el estribillo de ’24 horas al día’: “la inspiración me cogió trabajando”. A ellos, seguro. 8,5
Foto: Galería en Flickr de Iñaki Espejo-Saavedra (Surfer Rosa)