Otro título que se suma a la larga lista de películas que pierden parte de sentido con la traducción al castellano. ‘Invasión a la Tierra’ nos hace soñar con un mundo lleno ovnis, lagartos vestidos con elegantes uniformes rojos, niños siniestros teñidos de rubio y, por supuesto, aliens repugnantes escondidos en naves espaciales. Pero en realidad el nombre original de este film, ‘Battle: Los Angeles’, es mucho más aproximado a la realidad. La cinta de Jonathan Liebesman es básicamente una película bélica sobre una batalla en concreto.

Extraterretres en ‘Invasión a la Tierra’ veréis más que en ‘Monsters‘, pero chupando poco plano o al menos mucho menos de lo deseado. El mundo se va a acabar porque varios atacantes han llegado a la vez a las costas de varios puntos del planeta, pero la película, al igual que esquiva a los bichejos de turno, declina el retrato de la psicosis colectiva o la resignación deprimida a lo ‘Deep Impact’.

Asumiendo que esto es más una batalla en Los Ángeles que una guerra galáctica, el peso del film parece en manos del Sargento Nantz (Aaron Eckhart), a punto de retirarse, acompañado de secundarios igual de poco destacables que la dura Ana Lusía de ‘Perdidos’, algunos de ellos con prometidas que se han quedado a las puertas del altar o embarazadas. Así de arquetípico es el guion, cuyo desenlace, lejos de la hondura de un ‘Hurt Locker‘, anima a concluir simplemente: «qué sonido tan alto y qué rápida se me ha pasado». 5.