Javiera Mena: «No podía creer que existiera algo como Sally Shapiro»

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Javiera Mena: «No podía creer que existiera algo como Sally Shapiro»

Javiera Mena se encuentra estos días actuando por todo el país presentando las canciones de su segundo disco, ‘Mena‘. Tras su paso por el Primavera Sound, varias ciudades y diversas actuaciones en Madrid, estará este 10 de junio en el Pop Bar de la Sala Razzmatazz. El resto de fechas las puedes consultar en esta web. Hablamos con ella sobre su álbum, su gira, sus proyectos futuros y el movimiento 15-M.


¿Cómo te está yendo en esta visita tan larga a España?
Mi primera dedicación era armar la banda, ya que me vine sola de Chile. Estuve ocupada en eso los primeros días, luego vinieron las tocatas y fuimos a distintos lugares: Salamanca, Zaragoza, el Primavera Sound… Lo malo es que me resfrié entre medias.

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¿Cómo es montar una banda en la distancia? ¿Sabías desde Chile con quién ibas a tocar?
Sí, lo fuimos hablando por mail. Uno de los chicos me mandó un vídeo tocando las canciones. No es la primera vez que hago algo así. También lo hice en México, es algo que tengo que hacer, venirme con cinco colegas es difícil. Es muy difícil andar moviendo gente de un país a otro. Quizá más adelante, pero ahora no podría.

¿El chico que te mandó el vídeo fue Algodón Egipcio?
No, el otro, Martín, que también tiene un grupo y es tour manager de Christina Rosenvinge.

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¿Notas cambios de una banda a otra o como tu show es tan electrónico no tanto?
Sí, a pesar de que uso mucho las programaciones, por ejemplo la banda mexicana tiene otro sabor. El baterista siempre es esencial para mí porque él toca un montón. Martín es más rockero y el mexicano tiene un saborcito muy diferente. En Lollapalooza actuamos con otro sabor, es como la diferencia entre la Filarmónica de Suecia y la de Chile.

Cómo es la banda de Chile? ¿Es la óptima?
Curiosamente no, porque siempre las he cambiado. Me gustan todas, cada una tiene su cosa. Antes tenía un batería que tocaba en Astro, que me gustaba mucho y me encanta el que tengo ahora.

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¿Cómo es que no tienes una banda fija? ¿No serás difícil de llevar?
No (risas), pero como soy solista, es difícil mantener a la gente. Mi búsqueda constante es cómo transmitir en vivo mis discos, que son ultraproducidos. Me encantaría tener una banda, pero necesitas que la gente esté dedicada a tu proyecto y para eso necesitas ofrecerles un trabajo que les alimente.

¿Qué pasaría por ejemplo si al llegar a España hubieras visto que no te gustaba la banda que habías preparado por mail?
Hubiese sido sincera y habría buscado a otros.

¿La chica es Aurora de Boat Beam?
Sí, Aurora de Boat Beam. Es muy buena, es muy rápida. Lo que tiene que no tienen los músicos indies es formación académica clásica, noción de teoría y armonía. Es tranquila, es lo que yo ando buscando y se parece bastante a mi corista y tecladista chilena: cantan parecido, son muy de lo orgánico… Mandia es lo máximo.

¿Qué haces en Madrid los días que no tienes bolos?
Me junto con Natalia y Borja de Club Social. Hacemos cosas tranquilas, vemos tele… Con Carlos Díez estuve de cumpleaños, salimos a comer, me junté con Gepe, que también vino, vamos a tomar tapas…

¿Hasta cuándo te quedas?
Me quedo como hasta mitad de julio.

Cuando entrevistamos a Julieta Venegas nos dijo que se quedaba en la misma casa que tú, ¿qué casa del pop latino es esa?
Pero ella ya se fue. Es la casa de Natalia de Club Social, que está buenísima.

Ha salido un «picture disc» de ‘Mena’ con tu cara, ¿es especial para España o se venderá en otros países?
Es la edición española. Fue idea de Natalia y Borja. Es la primera vez que saco un vinilo. Me encantó.

También vi en el Primavera Sound que el CD de ‘Mena’ se vendía por cinco euros, ¿y eso?
Sí, porque la idea es que se difunda, más que ganar guita con esto. Era difusión, difusión, difusión. Que la gente lo tenga y la gente lo escuche, esa era la idea del CD.

¿A ti qué formato te gusta más? ¿Todavía te compras CD’s?
Bueno, tengo mis opiniones encontradas. Cuando me gusta mucho el disco me compro el CD. Me crié con el CD, pero en el momento de mudarme con mil discos, veo que ocupa mucho espacio. Pero me encanta cómo suena. En CD escuchas arreglos que no encuentras en el mp3. Nunca he tenido cultura de vinilo, porque no he tenido tocadiscos, aunque el arte me encanta.

¿Cómo surgió el remix que han hecho Hidrogenesse con ‘Luz de piedra de luna’?
Yo soy fan de ellos, siempre los nombro. Cuando llegué acá, Natalia los conocía y me dijo que quizá me podrían hacer un remix y yo pensé: «pfff, sería increíble». Le pedí las pistas a Cristián (NdE: Heyne, productor de ‘Mena’) y lo hicieron en tres días. Dio la casualidad de que a ellos les gustaba el disco y se dio una energía que fue todo rapidísimo.

Has colaborado con Kelley Polar, Jens Lekman… ¿No te da corte preguntar, verdad?
Pregunto y si sí, sí, y si no, no. Me ha pasado que tampoco me dan bola. Hubo un tiempo en que no podía creer que existiera una música como Sally Shapiro, es lo que más me gusta. Les mandé mi disco y les gustó, empezamos a hablar por internet… Cuando era más chica, era más como de escribir, de traducir al inglés porque no hablaba… Me metía al backstage de los conciertos gracias a mis amigos y regalaba mi disco…

He leído en varias entrevistas cómo llegaste a colaborar con Jens Lekman, ¿pero tuvo que hacer varias tomas de ‘Sufrir’?
En esa canción me imaginaba algo como Pet Shop Boys, cuando entre medias de las canciones aparecen voces varoniles. Yo iba a tocar con Jens y como quería que todo fuera perfecto, fui donde mi profesor de canto a vocalizar. Iba en taxi, pero el taxista manejaba muy mal, llovía, iba muy rápido, y chocamos. El auto se dio la vuelta, no volcando, sino sobre sí mismo. Fue terrible, yo me fui al hospital porque nadie me hacía caso, pero mi papá me dijo por teléfono que me podía morir de un coágulo. Estaba en estado de shock y no pude tocar. Yo decía: «pero, doctor, necesito tocar con Jens Lekman» y él me decía: «no, no puedes tocar, te puedes poner a llorar en el escenario». Es muy fuerte chocar, quedas en un estado como que cualquier cosa te podría hacer llorar. A Jens le mostré música peruana, le encanta la música en español, las cosas antiguas, flamencas, le vuelven loco. Le mostré mi canción, me dijo que sí y lo de responder «así (así)» y armonizar fue idea de él. Lo que él dice es la letra traducida en inglés.

¿Él habla algo de castellano?
No, nada.

¿El trabajo que has hecho con Erlend Øye en qué consiste?
Tenemos una colaboración pero nunca ha salido. Se llama ‘Place In My Heart’. Él la hizo con un DJ antes, la queramos sacar, pero de puro dejados no la hemos sacado. Está ahí como guardada esperando. Es la que tocamos en el Ocho y Medio.

¿Cómo es que actuó contigo en el Ocho?
Él va a Sicilia y como yo estaba acá y somos muy amigos, y también estaba Bart Davenport, entonces dijo que quería ir al Primavera Sound, «qué mejor que contigo y Bart», me dijo. Pero al final yo estaba trabajando y no estaba de onda festivalera. Le invité al Ocho por mi cumple y su actuación fue como el regalo de cumpleaños que él me dio. Me ha estado a visitar a Chile, estuvimos en el norte de vacaciones, somos muy amigos.

Él parece que siempre está de muy buen humor y es muy energético, ¿es así o se transforma en el escenario?
Sí es muy energético, tiene la energía de un niño de nueve años o así.

¿Con Kelley y Jens mantienes el contacto?
Con Kelley hablábamos mucho un tiempo, yo no conocía el traductor de Google y debía de escribir en inglés como un cavernícola, por lo que se reía mucho. Él me hablaba de la música clásica, yo estudiaba composición, hablábamos de Ravel, de Debussy… Se ha metido en la música docta. Le mandé el disco, luego él el suyo. Hace tiempo que no sé nada de él, después de la entrevista le voy a escribir. Con Jens perdimos la comunicación, pero si le escribo me responde rápido. Estará ahí a sus cosas…

¿Con quién más te gustaría colaborar?
Con mucha gente, con El Guincho o también Radio Dept, Sally Shapiro, Johan, el chico que trabaja con ellos…

¿En qué anda Cristián? Porque casi todo lo que llega de Chile está producido por él y parece que puede ser lo siguiente que pegue…
Haciendo mil cosas, está con Fernando Milagros.

Ya hace tiempo que salió ‘Mena’. ¿Tienes canciones nuevas o estás concentrada aún en ‘Mena’?
No, estoy haciendo canciones nuevas. En Madrid he compuesto bastantes, de ahí me lo tengo que llevar a la compu y empezar a programar y producir, pero no quiero hacer un disco a la rápida. Quiero hacer otro disco de canciones bien pop y estoy buscando las ideas de la música pop, que tanto cuesta encontrar.

¿Te viene primero la melodía o sueles tener clara la base que tendrá cada canción?
Compongo con la guitarra, parte como piano y voz. Unas canciones de mi disco eran baladas y terminaron muy dance, al final ya voy decidiendo si va a ser italodisco, house noventero, eliges para qué lado va.

¿Consideras el vídeo de ‘Sufrir’ oficial?
Lo hizo Milton de Dënver. Si fuera oficial me podrían demandar, pero me encanta.

¿Qué pasó con aquel vídeo que salió pero se borró de ‘Primera estrella’?
No estaba terminado, se filtró, pero no salió. Al final vamos a sacar otro. En el indie es difícil trabajar porque como no hay presupuesto. No es como Lady Gaga. Porque hacer los vídeos es carísimo.

Pero el vídeo que vimos no estaba tan mal, ¿cuál era el problema?
No había un problema, nos imaginábamos otra cosa, el sello una cosa y yo otra.

Entonces vais a hacer otro para la misma canción.
No, parece que vamos a sacar otro (risas).

¿En España o en Chile?
No lo sabemos, lo estamos viendo, pero puede ser acá, ya que hay gente tan talentosa en España.

Todo el mundo habla sobre la escena en Chile, ¿pero hay algún grupo que no sean los típicos, que te gusten especialmente?
Sí, Fredi Michel, soy fan. En vivo son increíbles, mezclan reggaeton, cumbia, de todo, pero todo deconstruido de manera especial. Está Diego Morales, que también es parte de mi banda, tiene un disco de ambient que se llama ‘El dub de los pobres’. De los músicos es de los mejores y nunca es nombrado. Hay una chica que se llama Fakuta. El chico de Dënver tiene un proyecto que se llama Nueva Orleáns, y soy refán.

En Chile, ¿cómo de famosa eres?
Yo creo que soy más famosa en México. Bueno, me busco en Google y en Chile es donde tengo más visitas, pero en la calle no me reconocen. Toco, me van a ver, y la gente que va a verme cada vez es menor. A nivel de adolescentes y jóvenes soy conocida, pero nunca he sentido esa cosa famosa.

Allí la música comercial supongo que no será muy tecnopop, ¿no?
Claro, por ejemplo, voy a la peluquería o a un dentista y no saben quién soy, pero una persona que va a ciertas fiestas sí. Pero creo que me estoy empezando a hacer más conocida, como pasa cuando te van reconociendo fuera. A mi mamá le dicen en el trabajo. Hace poco dije en El País que en Chile no había carnavales y todo el mundo me empezó a decir que sí, es una cosa en el norte súper chica que yo no conocía.

Eso es que te estás haciendo famosa.
Sí (se ríe).

¿Cómo recuerdas tu primer disco? ¿Suena como te gustaría hoy?
Yo no sabía nada del formato canción, no tenía esa conciencia que tengo ahora. Esa maravilla de no tener las miradas sobre mí es súper bonito. Haber estado yo sola en mi computadora queriendo hacer música… El segundo disco es más como: «quiero hacer esto así, que provoque esto» y también es bonito. Me encantan los dos, el primero es una recopilación de mi vida y el segundo ya es como: «voy a hacer un disco». Para el show, he rescatado las canciones que tienen la energía de ‘Mena’, que es más arriba.

‘Al siguiente nivel’ ya es como una especie de himno del 15-M, ¿no?
Tiene ese espíritu energético, una moción de gloria, algo así. La letra tiene algo como medio político, no sé si político, pero lo dije en Joy Eslava, para alimentar de energía las cosas que están pasando.

No es la primera vez que vienes a Madrid, ¿pero te estás llevando la impresión de que es una ciudad muy reivindicativa?
Estuve un domingo en una asamblea. Hablaban unas señoras que nunca habían hablado en público, diciendo cosas súper jevis. En Chile todavía estamos en la onda de marcha que termina tirando piedras. Esto me ha servido para comparar Latinoamérica con Europa y me da como tristeza, pero me inyecta energía para llegar con una visión diferente y aportar algo.

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