Primera paradoja: El director James Wan y el guionista Leigh Whannell, responsables (junto a Eli Roth y su ‘Hostel’) de la explosión del subgénero torture porn gracias a la saga ‘Saw’, apuestan en ‘Insidious’ por la sugerencia, la creación de atmósferas y el suspense paranormal.
Segunda paradoja: Jason Blum, Steven Schneider y Oren Peli, responsables del último revival de terror hiperrealista de estética documental gracias al taquillazo de ‘Paranormal Activity‘ (2007), son los productores de la estilosa y posmoderna ‘Insidious’.
¿Qué quiere decir esto? ¿Estamos ante un cambio de tendencia en el cine de terror? ¿Una vuelta a los primeros 80… ¡influenciado por éxitos hispánicos como ‘Los otros’ (2001) (confesado por el director) o ‘El orfanato’ (2007)!? Veremos, aunque a juzgar por el éxito de ‘Insidious’ (la, por ahora, película más rentable de 2011), podría ser (ya lo intentaron con ‘El silencio desde el mal’, pero fue un fracaso).
El referente de este nuevo hit del cine de terror está clarísimo: ‘Poltergeist’ (1982). James Wan reformula el envejecido clásico ochentero de Hooper y Spielberg valiéndose de dos estrategias narrativas y estilísticas en principio dispares: el suspense atmosférico propio del cine con casas encantadas y el humor grandguiñolesco de pasaje del terror de parque de atracciones.
¿Cómo logra articular estas dos líneas dramáticas? Partiendo la película en dos. Sin desvelar mucho de la trama, el director te lleva por un camino a través de un personaje y acaba girando bruscamente hacia otro por medio de otro personaje. Una desviación que puede desconcertar o agradar dependiendo de lo en serio que te estés tomando esta eficaz combinación de terror clasicote, ficción ikerjimenista y desvergüenza bizarra.
NOTA: La presencia de Barbara Hershey: ¿es un guiño cinéfago a la protagonista de ese clásico de videoclub ochestoso y terror paranormal que es ‘El ente’ (1982) o una mera casualidad? 7.