‘Crystalline’, el veredicto

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‘Crystalline’, el veredicto

«Los primeros segundos de ‘Crystalline’, que nos llevan a la época de ‘Vespertine’, nos hacen presagiar lo peor tal vez por lo enrevesado del proyecto que será su nuevo disco, pero una vez que pasa el primer minuto y esas bases irregulares hacen su aparición podemos respirar tranquilos sabiendo que la mejor Björk vuelve a poner toda la carne en el asador, haciendo lo que mejor le sale; equilibrar lo más delicado y lo más crudo. No va a ganar ningún fan nuevo pero hará que los que lo somos hace años, volvamos a darle un voto de confianza. Y tal vez es excesivamente larga y repetitiva pero el CLIMAX, así en mayúsculas, del final nos redime y nos deja esperando más». ACM.


«Los primeros compases de Crystalline proyectan en mi mente imágenes de la Björk de ‘Selmasongs’ bailando sobre un tren. Un poco más tarde, el viaje retrospectivo en el que me embarca este tema me lleva a los años de ‘Vespertine’ para, finalmente, terminar en el agresivo techno que evoca ‘Pluto’, del delicioso ‘Homogenic’. No es el colmo de la innovación en la carrera de la islandesa, pero sí profundiza en las melodías intimistas que mejor sabe hacer. ‘Crystalline’ recuerda a muchas cosas, pero todas buenas». Ann O’Nadada.

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«No sorprende, dado el título de la canción, ese sonido como de carillón que se repite a lo largo de todo el minutaje, pero sí lo hacen las bases electrónicas, de aire muy noventero, sobre todo ese final casi a lo Underworld. El tema tiene un aire frágil y misterioso, recordando mucho a cosas de ‘Vespertine’. No es una canción de single, de esas que entran a la primera, sino más bien de las que encajan mejor dentro de un LP. Si la intención de Björk ha sido adelantarnos cómo va a sonar ‘Biophilia’, parece que se va a acercar más a los sonidos de principios de la década pasada que a sus últimos trabajos, y que lo que antes veíamos como una búsqueda continua de lo experimental es en realidad la marca de su estilo». Merridew.

«Como viene sucediendo desde hace años, tenemos que esforzarnos para que nos guste un single de Björk. El fracaso de ‘Volta’ no invita a la islandesa a volver a construir una buena canción pop como las que le salían como churros en los 90 y si da un paso atrás es para reivindicar un sonido a medio camino entre ‘Vespertine’ y ‘Homogenic’, pero sin construir una melodía tan poderosa como las de ‘Pagan Poetry’ o ‘Bachelorette’. A pesar del gran final de este «Serban Ghenea Mix» (así se vende en iTunes), me quedo con ‘Earth Intruders'». Sebas.

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«Progresa adecuadamente, capturando su sonido más tratable. Después de propuestas tan cerradas como «Medúlla» y que causaron tan poca admiración como ‘Volta’, parece que Björk nos devuelve las ganas por escuchar su música sin esfuerzos. Y es que los trabajos mencionados han sido casi experimentos caprichosos o travesuras basadas en nociones sonoras que tampoco han supuesto dar un paso más allá». Sr John.

«Björk nos tiene acostumbrados a asumir riesgos no siempre bien entendidos. Su nuevo salto al vacío es de lo más original: ser convencional, asumible por el común de los mortales, incluso repitiéndose. Ojalá el resto de ‘Biophilia’ se mantenga también un paso por detrás de la propia Björk, porque ‘Crystalline’ es una gran canción». Xandre.

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