La fiebre por Ataque de Caspa llena el Siroco

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La fiebre por Ataque de Caspa llena el Siroco

De todas las historias que puedes contar a tus amigos no tan aficionados al mundo de la música o a los que sí lo son, pero que por lo que sea no se han enterado, la de Ataque de Caspa es mi favorita del momento con diferencia. Ese «hay un grupo que no era nadie hace 25 años y ahora ha editado su disco y ha agotado las entradas en el Siroco», se mire como se mire, mola, por no hablar del «y Los Punsetes, Klaus & Kinski, Triángulo y Linda Mirada los han versionado en la cara B» para rematar.

Este revival del que ellos mismos se ríen en el encarte del vinilo podía haber terminado muy mal en la presentación en directo de la mencionada sala madrileña el pasado viernes 11 del 11 del 11. Que el grupo haya estado tanto tiempo sin tocar, el escasísimo repertorio con que cuentan o la sensación de hype podría haber jugado gravemente en su contra. Sin embargo, Ataque de Caspa convencieron a través de un repertorio corto, atinado y de sonido mucho más certero que el de los teloneros que los acompañaron.

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Comenzaron con la fantástica ‘La pesca’, siguieron con una muy digna versión en castellano del clásico ‘There She Goes’, estrenaron un par de canciones, una de las cuales recibe el nombre de ‘El día esperado’ y está subida a su MySpace, y no faltó tampoco la coreable ‘Lalala’. Por momentos era muy evidente que en los 80 una de las bandas a las que más les gustaba ver en directo era a Madness, aunque supongo que la mayoría en lo que pensábamos cuando mirábamos hacia el escenario era en cómo Ataque de caspa fueron sin que nadie se diera cuenta un precedente de Los Punsetes.

Precisamente Anntona, que ha tenido mucho que ver con este «comeback», se subió al escenario para ayudar con su guitarra en ‘Nigeria’ y ‘Viaje a Egipto’, las dos últimas canciones del setlist. Y entonces sí que aquello fue como ver a su grupo principal, sólo que con una Ariadna (Carmen, en este caso), que se movía y sonreía. Después de unas ocho canciones, el grupo se retiró a los camerinos y Anntona volvió a salir para decir que el grupo no podía tocar nada más porque no tenían más canciones (no era del todo cierto). Finalmente se pudo repetir una, ‘La pesca’, por petición del público. La conexión con la gente fue tal que resulta difícil de creer que la banda no vuelva a tocar. Con la cantidad de conciertos sin ningún tipo de gancho al que uno asiste, sería una pena no volver a vivir esto en un recinto algo más espacioso. 9.

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El concierto organizado por La Fonoteca contaba con un par de teloneros del mundo underground, como no podía ser de otra manera. Por el ratito que vimos, Los Lagos de Hinault hicieron un concierto calcado al de la semana anterior con Butcher Boy, sólo que esta vez con sonido algo peor. A continuación, Prisma en llamas, a pesar de lo poco que llegaba su set a las últimas filas, consiguieron captar algo de interés alternando las guitarras sucias de los Raveonettes o A Place To Bury Strangers con alguna base de Fuck Buttons y los «nananas» del pop. Terminaron con una versión de ‘Crónica china’ de Ataque de Caspa, tema que ellos, por cierto, no interpretaron. 7.

Foto: Iñaki Espejo (Surfer Rosa). Galería en Flickr.

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