Hace poco estuve en Londres y no pude evitar acercarme un momento a la casa de Amy Winehouse. En el número 30 de Camden Square ya no quedaba ni rastro de las flores, fotos y copas de vino dejados por sus fans a su muerte. No se sabe qué daba más pena, si las imágenes vistas en la prensa de los homenajes de sus seguidores o encontrarte de repente con la nada. Lo mismo sucede con su legado. Vista la edición de este ‘Lioness: Hidden Treasures’, con descartes de hasta 2002, versiones y alguna pista inacabada de los últimos tiempos, es inevitable pensar que quizá habría sido mejor dejar las cosas en ‘Frank’ y ‘Back To Black’ y pensar que no había grabado nada más, por doloroso que fuera.
Es difícil defender un disco compuesto en gran medida de canciones grabadas junto a Salaam Remi que no se consideraron para la edición de ‘Frank‘, disco que a su vez Amy apenas contemplaba en directo ya. ‘Half Time’ o ‘Best Friends’ pueden conectar con los fans de la primera Winehouse, pero lo cierto es que a estas alturas resulta hasta raro escuchar a esa Amy exenta de la perversión y la mala baba que tan grande hizo su segundo disco ‘Back to Black‘, a esa que tan poco tenía que ver con la persona que murió este año. Un tercer disco de la cantante nunca habría sonado ni parecido a esto.
Quizá habría funcionado mejor un álbum que recopilara todas sus versiones, aprovechando que a ella le encantaba hacerlas, y de hecho su último directo presentaba nuevas revisiones de repertorio ajeno, y ninguna composición original de su hipotético tercer álbum. Habría sido ocasión, por ejemplo, de recuperar la versión de ‘Valerie’ que tanto triunfó y que en realidad nunca se llegó a incluir en ninguno de sus discos de estudio (la de la versión especial de ‘Back to Black’ era acústica) y sólo así se habría podido justificar la recuperación de una versión de ‘The Girl From Ipanema’ o el ‘Will You Still Love Me Tomorrow?’ de Carole King, acompañado de la poderosa producción de Mark Ronson, junto al recientemente conocido ‘Body & Soul‘ con Tony Bennett, su grabación final. Para esos menesteres, el reggae optimista ‘Our Day Will Come’, sí habría sido una buenísima presentación, ya que no deja de crecer con cada escucha.
Poco bueno puede decirse de la inclusión de la demo de ‘Wake Up Alone’, con una instrumentación diferente, o la nueva canción ‘Like Smoke’, en la que Amy sólo repite un par de frases mientras Nas rapea, lo que nos hace temer que no haya dejado nada mejor. Algo que confirmaría la versión de ‘A Song For You’ grabada en 2009, con una letra muy adecuada a ella (habla sobre mostrar tu dolor frente a 10.000 personas), pero en la que apenas balbucea.
Lo peor del disco no es esta desestructura ni lo defectuoso de algunas tomas de voz, sino la falta de información sobre su lanzamiento. Nadie en Universal lo ha anunciado como el último álbum de Amy, compuesto de lo único publicable que hay, y se desconoce por completo si hay más material que valga la pena o esto es todo lo medio digno que se ha podido recuperar, en cuyo caso la cosa se miraría con ojos más benevolentes. Sin embargo, tan imposible es entender el concepto de este ‘Lioness: Hidden Treasures’ como resistirse a algunas de sus virtudes.
Una de las dos composiciones que iban para el tercer álbum, ‘Between The Cheats’, a pesar de la ausencia de Amy en el estribillo, recupera perfectamente el espíritu de ‘In The Still Of The Night’ de The Five Satins o The Penguins. La letra, con Winehouse cantando que prefiere morirse que separarse de su marido, sí muestra a la mujer que conocimos en los últimos años, la que habríamos visto en ese nuevo disco. Por su parte, la versión original de ‘Tears Dry’, menos alegre, más balada, justifica su presencia, cerca de la Dionne Warwick que cantaba por Burt Bacharach. Este arranque de disco, junto a la mencionada ‘Our Day Will Come’, sí nos hacen recordar el enorme talento que tenía esta mujer, y ningún seguidor debería dejar de darle una oportunidad.
Calificación: 7/10
Lo mejor: ‘Between The Cheats’, ‘Our Day Will Come’, ‘Tears Dry’
Te gustará si te gusta: lo mismo la Amy de ‘Frank’ que la decadente que conociste en vivo
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