La principal arma de La Familia del Árbol hasta la fecha, la excelsa belleza de una canción como ‘¿Tú me quieres?‘, que evocaba los momentos más luminosos en las discografías de Nick Drake y Tim Hardin, corre el riesgo de convertirse también en su más peligroso enemigo. Uno se enfrenta al miniálbum ‘La montaña y el río’ con la esperanza de hallar una extensión de aquel primer single oficial de Nacho Casado (voz, guitarras, composición, arreglos) y Pilar Guillén (voz y musa), y puede verse frustrado por no encontrar ningún otro tema tan vibrante y enardecedor entre los otros cinco que lo acompañan.
Esa urgencia, tan típica de la feroz forma de consumir pop hoy día, está precisamente en las antípodas de la época a la que remiten las canciones de ‘La montaña y el río’. Pese a estar compuestas en Elche y grabadas en Barcelona (con la ayuda de un nutrido grupo de colaboradores), consiguen trasladarnos a la California de Crosby, Stills & Nash, al Londres de Fairport Convention y, gracias a su uso del castellano, al sonido Torrelaguna de Trabuchelli junto a Módulos, Los Ángeles o C.R.A.G. Como aquellos y sus herederos recientes (Fleet Foxes, Iron & Wine o Kings Of Convenience seguro están entre sus bandas de cabecera), Nacho Casado busca hermanar estribillos pop con la espiritualidad del folk de los 70, persiguiendo siempre transmitir emotividad, cercanía y calidez.
Por este primer miniálbum, quizá pueda acusarse a Casado de abusar de manejar reiteradamente los mismos recursos: metáforas que usan animales, paisajes naturales y fenómenos meteorológicos para rememorar emociones y sensaciones, por una parte, y elaborados arreglos de cuerdas, vientos y voces, por otro. Pero lo cierto es que, aun siendo su primera incursión en el pop, muestra gran inteligencia limitando la duración del álbum, con la medida adecuada para dejar una gran impresión. Apenas su ya comentado primer single y ‘Murakami’, con una evidente querencia a los primeros Belle & Sebastian, ponen un punto uptempo entre la delicadeza y exquisitez de temas como ‘El viento inglés’ o los maravillosos ocho minutos del corte que titula el álbum, que nacen calmados para tornarse épicos, y en la que la voz de Casado convence y emociona. Pese a sus defectos (sobre todo, unas letras algo reiterativas y que, de vez en cuando, rozan lo cursi), ‘La montaña y el río’ confirma a La Familia del Árbol como una de las mayores revelaciones del panorama pop nacional, labrándose en poco tiempo un espacio propio a través de una música de gran poder evocador, especialmente adecuada para esta época del año.
Calificación: 7,3/10
Lo mejor: ‘¿Tú me quieres?’, ‘La montaña y el árbol’, ‘El viento inglés’, ‘Murakami’.
Te gustará si te gustan: Fleet Foxes, C.S.N.Y., C.R.A.G., Iron & Wine
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