¿Qué pasaría si en el bar de ‘Twin Peaks’, en lugar de Julee Cruise cantara una intérprete de weird-folk que no ha triunfado demasiado, últimamente seducida por las atmósferas dream pop y los ritmos kraut? El resultado implicaría menos presupuesto y atención en el vestuario, pero sería igual de decadente. Más o menos así es como suenan Lower Dens en ‘Nootropics’, su segundo y definitivo disco después de que el primero, ‘Twin-Hand Movement’, mono pero no espectacular, quedara sepultado entre decenas de novedades en las revistas especializadas hace dos años.
El proyecto de Jana Hunter, en la década pasada vinculada al entorno de CocoRosie, Devendra Banhart y Vetiver (publicó dos álbumes en solitario en el sello de estos dos últimos, Gnomonsong), da un paso en firme en este disco que, no por casualidad, es el primero de su carrera que no ha grabado en casa o en las inmediaciones de la misma, y el primero también en el que ha trabajado con un productor de verdad, Drew Brown, conocido como ingeniero de sonido de Beck y Nigel Godrich (Radiohead). A pesar de que es ella quien escribe todas las canciones, cada miembro de la banda realiza aportaciones musicales y como resultado de las diferentes contribuciones estudiadas, el cuerpo del álbum es mejor que nunca.
El nombre de ‘Nootropics’ hace referencia al interés del grupo en el transhumanismo, al uso de la tecnología para extender las capacidades humanas (no han parado de leer a Kurzweil en la furgoneta de gira). ‘Brains’ habla sobre la inteligencia artificial y ‘Alphabet Song’ es una referencia a un poema dadaísta llamado ‘Suicidio’, que simplemente recitaba el alfabeto, en lo que pretende ser una reflexión sobre la convención del lenguaje. Esas letras, entre ‘Fringe’ y Kraftwerk y por momentos no muy ilustrativas, que remiten a cosas como la pérdida de sensación de gravedad, son el fondo obligado para unas producciones que no pueden resultar más turbias y etéreas. Hay ocasiones, como es el caso de ‘Lion In Winter Pt. 2’ en que pueden recordar a los Goldfrapp ambientales que ya estaban seducidos por el glam (citan a Brian Eno y a Bowie como influencia), otras en las que un punteo de guitarra post-punk puede acercarlos a Siouxsie, y otras en que su obsesión por los giros inesperados les emparenta con los coetáneos Beach House (Jana se ha mudado a Baltimore).
Hay varias cumbres claras en el álbum. Al margen de un ‘In The End Is The Beginning’ que quizá se excede un par de minutos más de lo necesario (dura 12) y de un instrumental (‘Lion In Winter Pt.1’) que no llega a lo que busca, la combinación de guitarras y sintetizadores es exquisita en el paso de ‘Brains’ a ‘Stem’, en la reptante ‘Nova Anthem’ o en la incluso pegadiza ‘Candy’. Sus muchas virtudes unidas al modo en que se quitan tanto peso haciendo el ganso como sus viejos amigos, indican que han nacido, ahora sí, un par de estrellas.
Lower Dens actúan en el San Miguel Primavera Sound. Visita nuestro especial y el de San Miguel.
Calificación: 7,8/10
Lo mejor: ‘Brains’, ‘Alphabet Song’, ‘Candy’
Te gustará si te gusta: Kraftwerk, Siouxsie, Beach House
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