Crocodiles / Endless Flowers

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Crocodiles / Endless Flowers

No sabemos si el dúo formado por Brian Welchez y Charles Rowell ha tenido la oportunidad de telonear a The Jesus and Mary Chain en el pasado, o de conocerlos (ambas bandas estuvieron tocando en San Diego, de donde Brian y Charles son oriundos, a mediados del mes pasado, aunque en distintas salas y distintos días). Tampoco sabemos si a los hermanos Reid les importa que exista una banda que homenajea su noise pop de manera tan evidente, pero seguramente los primeros habrán estado encantados de tener a sus ídolos en su ciudad. Hay que tener una cosa clara en cuanto a Crocodiles: ni han descubierto nada nuevo, ni aportan nada significante, ni ocultan sus influencias. Dicho esto, su música se convierte en un ejercicio de estilo bastante disfrutable. Con ‘Endless Flowers’, su tercer LP, prosiguen en el empeño de combinar melodías sixties con guitarrazos ruidosos.

Aun enfatizando el hecho de que su fórmula se mueve por unos parámetros bien definidos, se nota una evolución en su discografía: si de ‘Summer Of Hate’ (2009) a ‘Sleep Forever’ (2010) se alejaban poco a poco del lo-fi, en este disco asoma una mayor calidez y abrazan sin miedo un pop más cristalino por un lado, permaneciendo por otro el indie rock con dejes shoegaze que venían mostrando en anteriores episodios. Comienzan arrasando con dos excelentes canciones como la titular y ‘Sunday – Psychic Conversation #9’, muy potentes y en las que se andan sin rodeos. Su vena más melódica queda plasmada a continuación con ‘No Black Clouds For Dee Dee’, sin distorsión en las guitarras, con lo que prueban que pueden ser versátiles si se lo proponen. La Dee Dee del título tiene que ser Dee Dee Penny de las Dum Dum Girls, mujer de Brian, quien formó parte de una primera encarnación de la banda de su chica.

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Con ‘Electric Death Song’, en la que vuelven a elevarse hacia el espacio exterior, nos vamos quedando con un muy buen sabor de boca, pero su nave se estrella incomprensiblemente en el siguiente corte, ‘Hung Up On A Flower’, truncando de este modo el que podría ser el mejor álbum de los californianos. En ella relajan el ritmo y ponen el acento en las atmósferas, lo cual está bien, pero cortan el rollo al derivar a un sinsentido de coda (de dos minutos de duración) en la que se mezcla una guitarra atonal con una voz femenina bien cargada de reverb, y que habla en alemán. Retoman el vuelo en ‘My Surfing Lucifer’, un tema muy del estilo del citado ‘Sleep Forever’, que no sorprende, pero ya con no taladrarte el cerebro como acababan de hacer minutos antes, es más que suficiente.

Aunque la segunda mitad de ‘Endless Flowers’ puede palidecer si la comparamos con la primera, tampoco está de relleno y muestran nuevos signos de talento en ‘Dark Alleys’, con ese ritmo kraut que tanto se lleva ahora (y qué le vamos a hacer, la verdad es que siempre que se tira del sonido Neu!/Kraftwerk/Faust se acaba molando sí o sí), al que le añaden bien de contundencia; o en ‘Bubblegum Trash’, en la que suenan más dream pop y podrían recordar a Ride o Stone Roses. ‘Endless Flowers’ no es, en definitiva, la revelación con la que Crocodiles acabarán convenciendo al más incrédulo, pero al menos es un paso adelante en su carrera (se nota mucho y para bien la presencia de una banda al completo en el estudio); un disco más uniforme pese a sus claroscuros.

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Calificación: 6,5/10
Lo mejor: ‘Endless Flowers’, ‘Sunday – Psychic Conversation #9’, ‘Dark Alleys’
Te gustará si te gustan
: JAMC, Ride
Escúchalo: Spotify

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