Frank Ocean / channel ORANGE

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Frank Ocean / channel ORANGE

Hace un año Frank Ocean nos sorprendía con su primer lanzamiento, una mixtape gratuita titulada ‘nostalgia, ULTRA’, recopilando temas que ya dejaban adivinar su gran talento. A pesar de los intentos de su discográfica por lanzar este disco como álbum oficial, los problemas con el sample de ‘Hotel California’ de The Eagles en ‘American Wedding’, uno de sus clásicos instantáneos, hicieron que ese momento se fuese alejando cada vez más, hasta que la mejor opción fue olvidarse de aquellas canciones y emprender un nuevo viaje, este que desemboca en su debut discográfico oficial.

Cuando se publicó la ya famosa carta de agradecimiento de Ocean, en la que narraba su primer amor de verano con otro hombre a los 19 años, muchos le acusaron de oportunismo, de campaña de marketing ante la inminente salida de su primer trabajo discográfico. Mucho más allá de eso, este texto funciona como un complemento perfecto e imprescindible para llegar al fondo del significado de este ‘channel ORANGE’. Como bien relata esa carta, que bien podría ser una nota de agradecimiento en los créditos, el viaje que termina en este primer álbum oficial empieza hace unos años, en aquel verano de descubrimiento del amor. Sin esa carta en nuestras conciencias no podríamos entender nunca, por ejemplo, las sutilezas en el uso de los pronombres en estas canciones. El mismo Ocean lo deja claro: este disco es un modo de canalizar ese verano (de ahí el título del disco) de amor y desamor. De otra manera, sin conocer el origen de estos textos, seguramente nos estaríamos perdiendo el 90% del valor de ‘channel ORANGE’.

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Ocean nos da exactamente lo que esperamos y más, muchísimo más. El tono confesional de ‘Bad Religion’ es, posiblemente, el mejor ejemplo de lo que hablamos. Un viaje por la intimidad de un joven que necesita sacar todas estas vivencias de dentro, a modo de exorcismo, y nosotros, los oyentes, somos el taxista o camarero que escucha su confesión. Y lo hace sin caer nunca en lo explícito, sin ser evidente, utilizando la sutileza, los juegos, los nombres en clave. ‘Forrest Gump’ cierra el disco y nos deja la frase final “Es por ti, Forrest”. Y siento que tendríamos que estar agradeciendo a ese “Forrest Gump” por haber podido disfrutar de este viaje a través de Frank Ocean.

Como demostró en su primer lanzamiento, Ocean es un fantástico narrador. El ejemplo más claro seguramente sean los diez minutos de la excelsa ‘Pyramids’, la historia de dos Cleopatras (¿o acaso es la misma?), una la legendaria líder de Egipto y la otra una prostituta que trabaja en un club llamado La Pirámide. Es ese el poder de Ocean, de narrar historias, de asombrarnos con sus letras, de sorprendernos. Al contrario que en ‘1977’ de Terius Nash, donde el contraste entre las canciones más intimas con los acercamientos al rap más genérico chirriaban demasiado, Ocean encuentra un perfecto equilibrio entre los momentos en que desnuda su alma y los momentos en los que creemos que habla de otros.

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Y todo esto, dando por sentada su maravillosa voz y lo cuidado y acertado de la producción, en la que llama la atención la escasez de featurings que empañen el tono general, así como las concesiones a modas o tendencias. Porque el sonido de ‘channel ORANGE’, considerablemente alejado de la facción más hip hop del colectivo Odd Future (Tyler The Creator, Hodgy Beats) en el que se dio a conocer, bebe del clásico soul de autor de los brillantes Marvin Gaye y Stevie Wonder. La emotividad y calidez que desprende el vocalista y músico de Nueva Orleans en cada corte del álbum se impone a cualquier giro estilístico (el pop de ‘Lost’, el funk de ‘Monks’ y ‘Lost’, la balada crepuscular ‘Bad Religion’) o colaboración estelar (la participación de John Mayer en la breve ‘White’, los rapeos de André 3000 y Earl Sweatshirt en ‘Pink Matter’ y ‘Super Rich Kids’, respectivamente).

Definitivamente, todo lo que rodea a este disco parece encaminado a hacer historia. Es la primera vez que un lanzamiento de esta magnitud lleva detrás un fondo de este tipo. En un género (el r&b) tradicionalmente heterosexual, escuchar a Ocean declarar su amor a otro hombre, lejos de alimentar el lado morboso del asunto, debería servir para que muchos se vean identificados en lo que canta, en lo que escribe. ¿Acabará ‘channel ORANGE’ formando parte de la historia de la música por su contexto más que por su contenido? El tiempo lo dirá. Lo que sí esta claro es que es este un disco que merece aparecer en los puestos más altos de las listas de lo mejor de 2012.

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Calificación: 9/10
Canciones destacadas: ‘Bad Religion’, ‘Pyramids’, ‘Thinkin Bout You’
Te gustará si te gusta: Terius Nash, The Weeknd, Marvin Gaye
Escúchalo: Deezer

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