Miguel debutó en el mundo discográfico en 2010 con un disco que apenas contenía las intenciones de un músico por desmarcarse del R&B de la época. El álbum no terminó de despuntar ni comercialmente ni en cuanto a su calidad. Ni era el momento preciso, ni la personalidad del artista terminaba de emerger de la manera que él pretendía.
Ese mismo año, otro músico llamado Terius Nash conseguía confirmarse como artista con ‘Love King’, firmado con su seudónimo más famoso, The-Dream, después de haberse convertido en una máquina de hacer éxitos para otras personas. La comparación con The-Dream no es gratuita, pues es donde Miguel encuentra su referente más cercano.
Los años que pasaron desde 2010 hasta este 2012, en el que se publica este ‘Kaleidoscope Dream’, han visto el surgimiento de una nueva ola de artistas de R&B con Frank Ocean y The Weeknd a la cabeza. Es el momento idóneo para Miguel. Pero su disco no suena a ninguno de sus contemporáneos. Igual que Ocean y Abel Tesfaye no tienen nada en común, Miguel es otro planeta aparte en el actual universo del R&B. ‘Kaleidoscope Dream’ se revela como una suerte de compendio de influencias con los dos pies metidos en la discografía de los 80 de Prince -al igual que The-Dream-, pero que toca todo lo que puede o le apetece, sea rock, electrónica, psicodelia o pop, sin olvidar nunca el R&B y el soul clásico, al que su registro vocal lo ata irremediablemente.
‘Kaleidoscope Dream’ es una colección de canciones de amor. No se puede negar que el tema principal del disco es ese. Pero al igual que Frank Ocean, Miguel se aleja de la norma del típico artista de R&B. El estar felizmente casado lo convierte casi en un bicho raro y lo aleja de ese modelo de artista de música negra que hace gala de las mujeres con las que ha estado o quiere estar, que presume de lo rico que es, de las fiestas que frecuenta y de los coche que conduce. Es en este punto donde encuentra su fuerte, en la reinvención de los códigos. Canciones como ‘Do You…’, ‘Use Me’, ‘Adorn’ o ‘Pussy Is Mine’ acaban por ser efectivas canciones de amor que llegan a donde quieren sin tener que recurrir a los caminos habitualmente tan trillados por el grueso de la música actual. El resto del disco está compuesto por imágenes cargadas de referencias con un alto contenido sexual. Desde la descriptivas y explícitas ‘Kaleidoscope Dream’ y ‘Arch & Point’, hasta la más sutil ‘Use Me’ o la reveladora ‘Pussy Is Mine’, que oculta un fondo de tristeza innegable.
En definitiva ‘Kaleidoscope Dream’ es la bienvenida al universo de un artista que podría haber seguido perdido pero que consiguió agarrar con fuerzas las riendas de su carrera. Miguel ha logrado un lenguaje único e inconfundible sin ayudas, sin “featurings” que contaminen su discurso, participando en la composición de todos los temas y en la producción del 90% de los cortes (colaboran Salaam Remi o Alicia Keys pero hay varias pistas realizadas por él solo, como la misma ‘Adorn’). Un disco de los que van creciendo con las escuchas y que tendremos que sumar a la lista de nuevas aportaciones a la música negra de los últimos años.
Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘Do You…’, ‘Adorn’, ‘Use Me’, ‘Arch & Point’
Te gustará si te gustan: el Prince de los 80 y por extensión los discos de The-Dream.
Escúchalo: Deezer