No todos los días un grupo saca disco después de 21 años y un par de meses. Por esta razón en JENESAISPOP hemos querido dedicar un pequeño especial a My Bloody Valentine escribiendo un par de artículos sobre el grupo, que publicaremos durante las próximas horas, acompañados de la correspondiente crítica de ‘m b v’. En el primero de ellos, analizamos cómo ha cambiado el mundo desde que ‘Loveless’ nos iluminara -o más bien todo lo contrario- en noviembre de 1991 (o después).

1.-Creation ha desaparecido: Mucho se ha escrito sobre cuánto influyó la grabación durante 2 años de ‘Loveless’ en la bancarrota del mítico sello al que My Bloody estaban asociados, Creation, y su venta inmediatamente posterior a Sony. Algo que Kevin siempre ha negado alegando que la discográfica andaba ya tocada desde el punto de vista financiero. Lo claro es que el sello al que se asoció la banda junto a proyectos en sintonía como The Jesus & Mary Chain o Primal Scream, y que luego fichó a Oasis, no era una opción ni en caso de que hubiera habido reconciliación con Alan McGee: definitivamente desapareció en 1999 aunque McGee ha dejado caer en alguna entrevista, el mismo pasado mes de septiembre, que le gustaría resucitarlo.

2.-No necesitas sello para estar en boca de todos: La buena noticia es que ningún grupo, y mucho menos con la influencia y el legado que ha dejado My Bloody Valentine, necesita de ningún sello para dar a conocer su obra. Es completamente apasionante que ‘m b v’ haya llegado a nuestras manos cuando menos lo esperábamos, a pesar de los tímidos avisos (que hasta sonaban irónicos), sin fecha ni single de anticipo ni estrategia de márketing, cuando a Shields le ha parecido que estaba terminado.

3.-La gente ya no compra discos: Las ventas acaban de caer por undécima vez consecutiva en España. Kevin Shields se ha perdido la gloria de la industria a mediados de los 90 y su decadencia. Es curioso que su estrategia de lanzamiento hasta parezca inteligente: se benefició de la compra impulsiva, del anhelo de los fans y del «trending topic» de Twitter como si de un experto de márketing se tratase. Encima el disco es bueno y se beneficiará del boca oreja…

4.-Los grupos coetáneos se han separado: Muchos de los grupos metidos en el mismo saco que My Bloody Valentine y considerados fundamentales en el desarrollo del dream pop y los shoegazers han desaparecido. Es el caso de Slowdive, que aguantaron hasta 1996, derivando luego en otras cosas como Mojave 3 o Neil Halstead en solitario; o Ride, que también se separaron en 1996, aunque en 2001 tuvieron un breve resurgimiento. Lush duraron igualmente hasta 1996. Es difícil, en cualquier caso, que cualquiera de los tres mencionados lograra tantísima repercusión en caso de volver, lo que nos lleva al siguiente punto.

5.-Una generación te venera: Por si alguien se lo pregunta, ‘Loveless’ nunca llegó al top 20 británico ni entró al Billboard 200 en Estados Unidos. Fue top 10 de lo mejor del año para el NME y el Melody Maker, pero en ningún caso top 5, quedando por debajo de cosas como ‘Never Loved Elvis’ de The Wonder Stuff o ’30 ‘Something’ de Carter USM. Pero las tornas han cambiado y la lista de grupos cuyo camino ha sido marcado por su música no acaba nunca, desde Serena Maneesh hasta Fennesz pasando por Mogwai, M83, Boards of Canada, Fuck Buttons o la mismísima Patti Smith, que ha dicho alguna vez que My Bloody Valentine ha sido su grupo favorito durante años y años.

6.-Primal Scream le han pegado a todo: La primera plaza entre lo mejor de 1991 para el Melody Maker iba a ‘Screamadelica‘. Desde entonces, la banda de Bobby Gillespie se ha mostrado más trabajadora que la de Kevin Shields, publicando hasta seis discos (casi les pillan con el séptimo desde ‘Loveless’, que saldrá en mayo), en algunos de los cuales Kevin incluso se ha dignado a aparecer. Famosos son sus créditos en ‘XTRMNTR‘ y ‘Evil Heat’. Pero al margen de eso, Primal han seguido su propio camino pegándole al dub, al blues, al gospel y al rock’n’roll, con resultados absolutamente sobresalientes y otras veces más mediocres. La cuestión sirve para plantearnos qué vale más, si tres discos buenos y años de la nada más absoluta, o tres discos buenos y tres no tan buenos.

7.-Kevin Shields ha aparecido por donde menos lo esperabas: Famosas son esas colaboraciones con Primal Scream, pero también esperadas y prácticamente reconocibles. Más sorprendentes son otras de las pocas que ha realizado el esquivo artista. Shields ha colaborado con Yo La Tengo, Dinosaur Jr (‘Hand It Over’) o Sofia Coppola en la banda sonora de ‘Lost In Translation’ y tocó en un show de reunión de Spacemen 3 en 2010. Pero también esta persona tocó la guitarra en un tema de uno de los peores discos de Manic Street Preachers (‘Freedom Of Speech Won’t Feed My Children’), o ha pasado el rato juntando en una dos canciones de The Go! Team.

8.-Bilinda y Kevin no volvieron: Los dos miembros más míticos del grupo fueron pareja en los últimos años 80 y principios de los 90. Al parecer, nunca volvieron. Según una entrevista de Shields de 2005, Bilinda se echó otro novio músico y tiene dos hijos, aunque básicamente se convirtió en una «ama de casa». La cuestión es interesante más allá de lo rosa. El aluvión de grupos relacionados con el noise, el shoegaze y el pop experimental que gusta a la misma gente y ha tenido una pareja sentimental en sus filas prácticamente no tiene fin: Sonic Youth, The Sundays, Stereolab, o en España, Triángulo de amor bizarro y Klaus & Kinski.

9.-El indie se comió al mainstream: El nacimiento del indie español lo situamos en 1992 con una gira llamada precisamente «noise pop«. 20 años después Los Planetas son uno de los grupos españoles más influyentes de la historia, uno de los mejor considerados y también uno de los más vendedores. Si esto sucede en España, ¿qué no pasará en tierras anglosajonas? Las ventas de la banda alternativa de moda se codea claramente con la Britney de turno y además suele actuar más en directo.

10.-La gente devora los discos: Es evidente que la industria ha cambiado. Como punto positivo, especialmente el citado anteriormente: que todo el mundo pueda acceder a tu música fácilmente. Como negativo, que la gente devore ‘m b v’ como si fuera el último absurdo «best new music» y en menos de dos días se concentre ya en el siguiente ridículo «hype». ¿No habrá miga en este disco como para que requiera de cierto oxígeno? ¿No será más válida una crítica para él dentro de 6 meses? ¿Crecerá como un ‘Illinoise’ o se desinflará ligeramente como un ‘Maxinquaye’?