‘Volume 3’ -sí, ahora con número a diferencia de los dos volúmenes anteriores– es el primer álbum de She & Him desde que Zooey Deschanel se separase de Ben Gibbard y también desde que se convirtiese en una estrella televisiva en ‘New Girl‘, esa sitcom por la que nadie apostó pero que a pesar de su progresiva bajada de audiencia -algo habitual en la mayoría de las series- sigue siendo lo suficientemente atractiva como para que los programadores de la FOX acaben de firmar por una tercera temporada. Lo segundo pone un granito de arena para la popularidad del dúo, como ya comprobamos con la edición de su disco navideño, el más exitoso de su carrera, asistido también por su salida al mercado en la única época del año en la que el público compra discos. Pero lo primero no ha marcado un antes y un después en las composiciones de Zooey.
De la misma manera que Ben Gibbard quiso hablar en su disco en solitario de rupturas diversas, no sólo sentimentales y no sólo de la última, Deschanel mantiene el tono habitual, agridulce, de sus composiciones sesenteras. Es cierto que el álbum se abre con la amenaza de una canción tan enemistada como ‘I’ve Got Your Number, Son’ («he oído cosas tuyas como para llenar un libro o dos», dice), que títulos como ‘Never Wanted Your Love’ o ‘I Could’ve Been Your Girl’ suenan a pasado y a despecho. Y que incluso el disco se cierra líricamente, antes de un «reprise», con un tema que es una clara despedida: «tú y yo contamos una historia de amor / de corazón, pero nunca se hizo realidad / no hay futuro para ti y para mí». Sin embargo, ‘Volume 3’ nunca llega a sonar decididamente más melancólico o triste, ni tampoco más victorioso o triunfal que sus precedentes.
Las novedades hay que buscarlas en el cuerpo que la producción de M Ward ha querido dar a las canciones, especialmente en el final mariachi de ‘Snow Queen’ o en ‘Together’, un número medio disco, medio jazzy y medio soul al que casi se incorpora un gospel. Aunque la principal novedad del álbum son unos coros muy agudos, que de hecho abren el disco y lo cierran, armonizados por la propia Deschanel, otorgando cierto regusto Beach Boys a muchas de estas composiciones, que por supuesto ya eran retro, muy spectorianas y eficaces por sí mismas.
Entre varias canciones encantadoras, sólo vuelve a fallar, de nuevo, un exceso de minutaje, sobre todo si es para recordar la versión en francés que Blondie llegaron a hacer de uno de sus hits, ‘Sunday Girl’, innecesaria después de que ya hubiesen sonado ‘Hold Me, Thrill Me, Kiss Me’, que no es una canción de Gloria Estefan, o la estupenda ‘Baby’; o para meter temas algo insípidos como ‘London’, que da muchas ganas de recuperar su maravillosa versión de ‘You Really Got a Hold on Me’. Por lo demás, el dúo permanece centrado y consolidado y no pierde la ocasión de sumar más buenos temas a su carrera.
Calificación: 7,5/10
Lo mejor: ‘I Could’ve Been Your Girl’, ‘Never Wanted Your Love’, ‘Together’
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Escúchalo: NPR