Klaus & Kinski habían anunciado que el de anoche en Moby Dick igual era su último concierto en Madrid en «mucho tiempo». Los peores presagios de sus seguidores tomaron forma cuando el concierto llevaba alrededor de un cuarto de hora de duración. Marina aprovechó que los músicos se preparaban para tocar la siguiente canción para soltar la bomba, o como dijo ella, «contarnos un secreto» que nos pilló por sorpresa y nos dejó boquiabiertos. «Esto de vivir de la música es muy bonito, cuando se puede vivir exclusivamente de ello, que no es nuestro caso. Cantar, ir de gira, grabar discos es fantástico, pero también hay un lado que no es tan agradable. Sé que no le gustas a todo el mundo, pero es muy feo que haya gente que diga cosas horribles de ti en sitios como Twitter y que encima te etiquete para que lo veas. Por eso os quiero decir que esta es la última vez que me veréis así».

Estas palabras, en principio crípticas pero que después Marina confirmó a nosotros y a otros fans como su adiós particular, tuvieron como resultado uno de los conciertos más emotivos de la banda y posiblemente el mejor en lo que a técnica vocal de Marina se refiere, que como si se hubiera quitado un peso de encima, estuvo la vez que mejor cantando tanto temas clásicos en los conciertos de la banda como ‘Forma, sentido y realidad’, ‘FlashBack al revés’, ‘Autovía a Albacete’, ‘Crucifixión, la solución’, ‘La duda ofende’, ‘Daño cerebral’, ‘El día de los embalsamados’, ‘Carne de Bakunin’, ‘Ya estaba así cuando llegué’ o ‘Mamá no quiero ir al colegio’, junto a sorpresas como ‘Te vas a enterar’ o una versión de ‘Just You And I’ de Twin Peaks con la que cerraron la noche. Entre medias, dos curiosidades, Marina diciendo que «hoy por fin puedo decir que la canción que voy a cantar ahora la odio» antes de sonar ‘Nunca estás a la altura’ (razón, aquí); y las miradas, cuchicheo al oído y sentido beso en la boca de Marina y Alejandro antes de tocar ‘El rey del Mambo y la reina de Saba’.

Preguntada esta mañana sobre si el grupo seguiría, Marina confirmaba que Klaus & Kinski harán los bolos que les salgan, pero más discos no, si bien dejaba una pequeña puerta abierta a un cambio de opinión. Esperemos que así sea y que tras un merecido descanso después de tres discos tan excelentes como ‘Tu hoguera está ardiendo‘, ‘Tierra, trágalos‘ y ‘Herreros y fatigas‘, que han sido reconocidos por nuestro site siempre como lo mejor del año y también por los medios más influyentes del país -pensamos en críticas tan bonitas como las publicadas en Rockdelux y Mondo Sonoro-, vuelvan con nuevas energías.