La televisión estadounidense, probablemente algo falta de ideas, sigue nutriéndose de las bellísimas e hiperrealistas series nórdicas. Si hace unos años celebrábamos la versión norteamericana de la fantástica ‘Forbrydelsen’, ahora es ‘Bron/Broen’ la que hace las Américas, bajo el nada novedoso nombre de ‘The Bridge’. Eso sí, como ya sucediese con los avatares del destino de Mireille Enos en la piel de la inspectora Linden (que, por cierto, este verano nos ha vuelto a dar –contra todo pronóstico– una tercera temporada memorable); la adaptación es más o menos libre, aunque guarda muchos puntos en común con el original.
Y el caso es que, en algunos de esos puntos, la adaptación es perfecta. La trama primigenia de ‘The Bridge’ cuenta cómo dos policías de dos estados fronterizos (Dinamarca y Suecia, en un primer caso y Estados Unidos y México en el otro) se encuentran al mismo tiempo con un cadáver en mitad del puente que cruza la frontera. En ‘Bron/Broen’ el protagonista es el puente de Öresund, que une las ciudades de Malmö y Compenhague. En ‘The Bridge’, la acción se traslada al Puente de la Avenida de las Américas, que une El Paso con Ciudad Juárez. Ambos sufren un tráfico rodado prácticamente continuo, y en ambos aparece, en mitad de la noche y tras un corte de electricidad, un cadáver partido por la mitad en el que cada parte corresponde al país contrario, lo que fuerza a iniciar una investigación conjunta en busca y captura de un asesino dispuesto a delinquir en ambos países.
Pero no se queda ahí la cosa: la selección de personajes es perfecta, con una Diane Kruger que lo clava en su papel de oficial de policía que sufre Síndrome de Asperger y un Demián Bichir que, cual galán de telenovela latinoamericana, se muestra absolutamente encantador y sonriente, convirtiéndose casi en la antítesis de su compañera. Y por cierto, qué gusto da ver a un mexicano en una serie estadounidense, capaz de hablar español con total soltura y no a uno de esos latinoamericanos estadounidenses, que muchas veces parecen forzados a aprenderse algunas líneas del guión en un español que no conocen. Eso también ha sido un acierto, aunque quizá nuestro idioma tenga menos relevancia en el caso que nos ocupa porque la versión europea es una coproducción totalmente bilingüe -claro, que mientras los dos primeros idiomas son muy semejantes, los dos segundos no-.
No menos importante es la ambientación: trasladar una historia que sucede en las gélidas Suecia y Dinamarca, donde prácticamente basta una luz gris azulada para crear sensación de asfixia, no parecía rematadamente fácil. Alguien ha dado en el clavo, no obstante, forzando la saturación de los colores, y poniendo de relevancia el clima extremo que sufren tanto Ciudad Juárez como El Paso, para crear ese mismo ambiente pero en una temperatura totalmente opuesta.
Quizá lo único que pueda reprocharse a ‘The Bridge’ es lo muchísimo que han intentado simplificar la trama, como en un intento de dar más recorrido a la serie y a su historia original, como ya hicieran precisamente en ‘The Killing’ (que de una temporada europea, salieron dos norteamericanas). Si en la versión sueco-danesa el asesino en serie intenta poner en relevancia cinco problemas que ambas sociedades comparten, aquí se centran prácticamente en la inmigración y los feminicidios de Ciudad Juárez. Claro, que también puede echárseles en cara esa crítica velada (o no tanto) a la policía mexicana, que al final se termina llevando gran parte de la culpa a ojos del espectador, algo que no sucede en el caso nórdico.
Calificación: 8/10 (engancha desde el principio).
Destacamos: que, como en todo, LA ORIGINAL ES MEJOR.
Te gustará si: te has tragado alguna de las porquerías (1, 2) que se han estrenado este verano y estás en huelga televisiva.
Predictor: ha perdido a la mitad de su audiencia, pero es que la historia no es precisamente dulce…