¿Colaboraciones raras? Un, dos, tres, responda otra vez: Madonna y Ricky Martin, Kanye West y Justin Vernon, Freddie Mercury y Montserrat Caballé, Destiny’s Child y Alejandro Sanz, Alicia Keys y Alejandro Sanz, Emeli Sandé y Alejandro Sanz… La historia de la música está llena de momentos como estos, tan estrambóticos como divertidos (algunos), y el de Norah Jones y Billie Joe Armstrong de Green Day es solo uno más… ¿o no exactamente?
‘Foreverly’ es una reinterpretación íntegra del segundo largo de los Everly Brothers, ‘Songs That Daddy Taught Us’, a su vez un disco de versiones de estándares de la primera música americana que, como su propio título indica, los Everly aprendieron de su padre. Don y Phil, por entonces estrellas del rock & roll, terminaron su contrato con el sello Cadence lanzando, en plena fiebre Elvis Presley (hablamos de 1958) un artefacto de puro country compuesto únicamente por voces armonizadas y guitarras acústicas. Puede que suene banal ahora, pero la realidad es que sin los Everly Brothers igual no hubiéramos conocido a los Beatles.
No es ni la primera vez que un artista versiona un disco entero (recordemos, por ejemplo, ese ‘Talking Book’ de Macy Gray en homenaje a Stevie Wonder, en un concierto del cual, por cierto, se conocieron nuestros protagonistas) ni tampoco la primera vez que últimamente a alguien se le ha ocurrido rendir tributo a los Everly (Bonnie “Prince” Billy lo hizo a principios de este año junto a Dawn McCarthy de Faun Fables). Pero ‘Foreverly’ es especial porque reúne a dos artistas completamente diferentes como son Norah Jones y Billie Joe Armstrong en homenaje a una misma obra de arte. Es una colaboración rara, sí, pero también sorprendentemente satisfactoria.
La idea ha sido versionar las canciones incluidas en el álbum añadiéndoles instrumentación extra, y como el proyecto es original de Armstrong, quien llamó a Jones aconsejado por su mujer porque no sabía con quién hacer el disco, él canta las melodías y ella las armoniza. Además, ambos tocan la guitarra acústica, la eléctrica y otros instrumentos (él un órgano, ella un piano, etc.). El resto incluye un bajo, una mandolina, un violín o un pedal-steel, entre otros. Sin duda, Jones y Armstrong han inflado el ‘Daddy’ de instrumentos y el resultado es un disco mucho más rico en matices y texturas que el de los Everly. Joe lo llama «norahbilly».
No son por tanto versiones cien por cien fieles a las originales. ‘Raving Gambler’, por ejemplo, incorpora trotes de batería y ‘I’m Here to Get My Baby Out of Jail’ un ritmo de marcha, mientras ‘Kentucky’, por su diversidad instrumental, podría ser la canción más juguetona del conjunto y ‘Long Time Gone’ la que presenta cambios más sustanciales, con ese frenético piano jazz o esos rugidos eléctricos. ‘Silver Haired Daddy of Mine’, antes lenta, presenta por su parte influencias rockabilly, y la desoladora ‘Oh So Many Years’ incluso puede bailarse. Otras, sin embargo, incorporan arreglos más conservadores, como la “pantanosa” ‘Down in the Willow Garden’ o las únicas canciones del álbum tocadas al piano, ‘Rockin’ Alone (In An Old Rockin’ Chair)’ y la absolutamente terrible y desgarradora ‘Put My Little Shoes Away’.
Aunque no deja de ser más una curiosidad que un disco histórico, ‘Foreverly’ sorprende para bien porque, de la unión de dos mentes tan dispares como las de Jones y Armstrong, ha salido un trabajo cálido y armonioso. Aunque algo monótono de más pese al peso de la riqueza instrumental (Jones solo cambia a voz principal en ‘Out of Jail’ y hubiera sido ventajoso para el disco que lo hiciera más veces, ya que su voz es preciosa), ‘Foreverly’ no va a hacer que los intérpretes de ‘Bye Bye Love’ se lleven las manos a la cabeza. Es, al contrario, un tributo mimado y cariñoso del que los Everly deben de estar orgullosos. ¿Y no es genial el juego de palabras del título?
Calificación: 7,6/10
Lo mejor: ‘Roving Gambler’, ‘Long Time Gone’, ‘Kentucky’
Te gustará si te gustan: los discos de versiones, Everly Brothers, Hank Williams, Johnny Cash, Dolly Parton
Escúchalo: Deezer