Pharrell contra Pharrell

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Pharrell contra Pharrell

pharrell-williamsEs indiscutible que Pharrell Williams ha sido el hombre del año en el planeta Música. Daft Punk y Robin Thicke han sido los reyes incuestionables de todas las listas de la segunda mitad de 2013 dando lugar a las dos canciones más vendidas de 2013, justo cuando el artista cumplía, aunque no lo parezca, 40 años. Curiosamente, a pesar de que ‘Blurred Lines’ se había publicado en marzo, era ‘Get Lucky’, lanzada un mes después con todo el bombo que acompañó a la campaña de lanzamiento del regreso del dúo francés, la que ponía a uno de sus protagonistas de nuevo en la palestra. En pocos meses, Williams se convertía en el rey absoluto de las listas de medio mundo como colaborador en dos temas ajenos, especialmente desde que el de Thicke, que había compuesto y producido, se convertía en uno de los mayores «sleepers» de los últimos tiempos, superando finalmente a la propia ‘Get Lucky’.

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El éxito de ambas canciones ha recuperado a un artista que vivió sus años de gloria como parte del dúo de productores The Neptunes, y al que parecía que desde hacía algún tiempo que se le había pasado el momento. Porque aparte de algunas producciones aisladas y éxitos moderados junto a Swedish House Mafia, Pitbull o Snoop Dogg, sus producciones junto a Chad Hugo no habían vuelto a tener la relevancia que habían alcanzado en el pasado. Ambos han seguido siempre trabajando para casi todo el mundo, pero de alguna forma sus trabajos cada vez eran menos y se limitaban a temas irrelevantes en discos de grandes artistas. La fórmula parecía agotada y el intento por alejarse de la “cacharrería” marca de la casa sólo dejaba un triste reguero de producciones intrascendentes.

Sin ninguna explicación, desde hace unos años Pharrell firma sus producciones en solitario, y a pesar de que Chad sigue colaborando con su amigo, en los últimos años el nombre de Neptunes ha desaparecido de los créditos que siguen llevando el sello indiscutible del sonido por el que se hicieron conocidos y reclamados. Tenemos que irnos hasta 2004 para encontrar verdaderos éxitos en los que Pharrell como colaborador y Neptunes como productores fueran los responsables de dos canciones de éxito. Ese año conseguían que ‘Hollaback Girl’ de Gwen Stefani y ‘Drop It Like It’s Hot’ de Snoop Dogg llegasen a lo más alto de las listas de EE UU. Después de eso, la sequía progresiva. Había potencial para repetir el éxito, pero durante unos años, y aunque ahora parezca mentira, sus singles parecían algo desubicados. Canciones y discos para Madonna, Jay Z, Beyoncé y su hermana Solange, Jennifer Lopez o Shakira no conseguían ni de lejos repetir sus mayores éxitos. Ni siquiera un disco en solitario de Pharrell, ‘In My Mind’, conseguía volver a despertar el interés que había despertado años atrás su primer tema en solitario, el inolvidable ‘Frontin’. En los últimos años, el paisaje era incluso más desolador y podíamos leer su nombre como improbable productor de un disco de Gloria Estefan y una canción de David Bisbal para la versión española de una banda sonora de una película de animación.

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Williams, aparentemente cada vez más selecto, durante los dos últimos años se había limitado a una o dos canciones por disco, dejando mejores resultados. Al menos más interesantes. Scissor Sisters, Frank Ocean o Kendrick Lamar contaron con alguna canción producida por el artista, una de ellas la imprescindible ‘Sweet Life’ de Ocean.

Todo hasta que en el año que acaba de terminar volvía a explotar. Recuperando su sonido, el artista ha conseguido no sólo el éxito sino el reconocimiento de la crítica. ‘Blurred Lines’ conseguía roer un hueso tan duro como triunfar en nuestro país, y en las últimas semanas ha aparecido listada como una de las mejores canciones del año en varias publicaciones. La de Daft Punk, en la que sólo es colaborador, es indiscutiblemente uno de los temas imprescindibles para entender el 2013 musical, le pese a quien le pese, aparte de un éxito sin precedente para el grupo. Curiosamente, cuando se estrenó ‘Blurred Lines’ se la acusó de ser la versión 2.0 del ‘Give It 2 Me’ que hizo para Madonna, que 5 años antes no consiguió pasar del 57 en listas americanas, y ahora se enfrenta hasta a dos demandas por copiar a Marvin Gaye sin acreditarlo.

Aprovechando el éxito, aún caliente, de todo esto, Sony ha decidido apostar por ‘Happy’, una canción compuesta para la banda sonora de una película de dibujos animados pero que se lanza meses después, sin vinculación alguna con el filme y con un videoclip interactivo de 24 horas. El tema, con Williams como único protagonista, ya es un éxito y ha terminado y empezado año saludando desde el puesto 1 de las listas británicas. No es de extrañar que la compañía discográfica se haya apresurado a fichar a esta especie de gallina de los huevos de oro que vive su segunda época dorada años después, y que supuestamente publicará su segundo disco en solitario el próximo año. Probablemente, la compañía esté mirando a las 7 nominaciones a los Grammy que ha recibido, incluida la de productor, y a las cifras de ventas de este 2013 que termina, y no tanto sus sonados fracasos recientes, que también los ha habido.

Y es que los resultados extremos siempre han estado en la vida de Pharrell, lo cual por otro lado es lógico si realizas 40 producciones en un año (casi una a la semana). Este 2013, aparte de salvar la carrera de Robin Thicke, Pharrell ha intentado repetir la fórmula de manera descarada con ‘I Can’t Describe (The Way I Feel)’ de Jennifer Hudson y ‘IDGAF’ de Nelly, y no le ha funcionado. Además, en 2012 fracasaba de manera descarada con el primer sencillo del último disco de Mika, ‘Celebrate’. El último tema de Azealia Banks, ‘ATM Jam’, el excelente ‘Look Up’ de Daley o sus aportaciones al ‘Where Does This Door Go’ de Mayer Hawthorne tampoco conseguían mucho. Aunque aún está por ver lo que pasará con el ‘GETITRIGHT’ de Miley Cyrus, en la que Chad Hugo toca la guitarra y silba y que es una de las favoritas de Sufjan Stevens, si esta se decide a sacarla alguna vez como single, parece que seguiremos teniendo Pharrell para rato. Él era también uno de los implicados en el disco más importante de este último tramo de año, el ‘BEYONCÉ‘ de Beyoncé, donde aparece como co-autor y co-productor de dos canciones fundamentales, ‘Blow’ y ‘Superpower’. Quizá sea un buen ejemplo para situar el momento en el que se encuentra. Puede que sean un éxito tamaño Kelis, como las decenas que lleva a sus espaldas, puede que no, pero lo claro es que su nombre seguirá sonando mucho más allá de lo que habríamos apostado hace cinco años. Así han cambiado las tornas.

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