Ayer, por fin, los que no vivimos en Estados Unidos pudimos ver la final de la sexta temporada de RuPaul’s Drag Race, mezcla de reality y talent show de drag queens con la mítica RuPaul como maestra de ceremonias, que tan enganchados nos ha tenido una edición más.
Este formato cuenta con unos cuantos ingredientes que, salvando las distancias, han empleado otros de nuestros programas favoritos, casi todos de la factoría Cuatro, como ‘Un Príncipe Para Corina/Laura’, ‘Quién Quiere Casarse Con Mi Hijo/Madre’ o ‘Granjero Busca Esposa’: entrevistas a los participantes insertadas en el programa e ilustrativas de lo que va pasando, un cuidadísimo casting y, sobre todo, una edición absolutamente manipulada para provocar las situaciones más hilarantes mediante montajes que repiten las mismas caras de póker o las sacan de contexto continuamente. Por otro lado, en el caso de Rupaul’s Drag Race nos encontramos con que, además, por la esencia del programa, los concursantes ya son autoparódicos y espectaculares por sí solos de una forma muy llamativa.
Y es que los participantes que nos ha venido presentando RuPaul año tras año no son sólo coloridos y payasetes, sino que además son, en buena parte, un espectacular compendio de virtudes artísticas que en muchas ocasiones nos han dejado con la boca abierta. El programa les demanda, a un ritmo vertiginoso, que sean extremadamente polivalentes, por lo que hemos visto a las queens haciendo stand-up comedy, dando clases de aeróbic, vendiendo todo tipo de productos, bailando, haciendo playbacks y cantando en directo en musicales, protagonizando sketches cómicos o imitando a las celebrities más populares en el esperadísimo snatch game de todas las temporadas. Todo esto aderezado por una impresionante creatividad en el campo de crear sus propios vestidos, maquillajes y peluquerías, a un nivel que deja a la altura del betún a (la mayoría) de las drags de este país. Un verdadero espectáculo visual cargado, además, con la lengua viperina y camp que se espera de unas buenas reinonas: Manila Luzon, Raven, Raja, Sharon Needles, Jinkx Monsoon, Milk, o Bianca del Río son algunas de las ex concursantes que será difícil olvidar.
RuPaul’s Drag Race es un programa de éxito creciente año tras año en USA y fuera de USA, ya que imparablemente la legión de fans va extendiendo sus tentáculos fuera del continente americano. No en vano, de hecho ya se está preparando la versión británica del mismo, con Jodie Harsh al frente de la “Academia Drag”, lo que hace pensar que en algún momento podría llegar a nuestro país y nos provoca deseo y miedo cerval a partes iguales, por el destrozo que podríamos hacer con esta pequeña joya.
Esperamos que en breve comiencen a preparar la segunda edición del formato All Stars, que recupera a alguna de las ex concursantes más carismáticas de ediciones anteriores. Cuando arranque, no dejes de comentarla en nuestros foros.