Kate Bush acaba de publicar una pequeña carta en su página web pidiendo que no haya cámaras en sus próximos conciertos en la Eventim Apollo de Londres, los primeros que ofrece en 35 años. «Hemos escogido a propósito un teatro íntimo y no un punto de reunión grande o un estadio», escribe Bush. «Significaría mucho para mí que por favor os abstuvierais de sacar fotos o grabar durante los conciertos. Deseo tener contacto con vosotros como público, no con iPhones, iPads o cámaras. Sé que es mucho pedir pero eso nos permitiría compartir la experiencia juntos».
Ya sabemos cómo le sienta a ciertos artistas que el público asistente a sus conciertos se preocupe más por sacar fotos o grabar que disfrutar de los conciertos en sí. El último caso, el de M. Ward, terminó de hecho bastante mal, con el compositor norteamericano abandonando bruscamente el escenario sin terminar su set, no sin antes intentar patear la cámara de una chica que se encontraba grabando el concierto en primera fila mientras su amiga hacía fotos con flash, a pesar de que los organizadores del evento habían avisado que Ward no quería cámaras en su concierto bajo ningún concepto.