La relación de The Drums con el éxito no es tan chunga como la de MGMT pero ahí se anda. El grupo incluía su gran éxito ‘Let’s Go Surfing’ a regañadientes en su debut largo (antes había aparecido en el EP ‘Summertime‘), después dejaba de tocarlo en directo, después volvía a tocarlo y en su reciente entrevista con JENESAISPOP se manifestaba preocupado por si el público de verdad había entendido qué eran The Drums. ‘Encyclopedia’ es «el disco de sus sueños» según sus propias palabras y su lanzamiento a través del complicado single ‘Magic Mountain’ es toda una declaración de intenciones: ya nadie pensará que son una banda dedicada a la búsqueda del hit fácil a través de un riff contagioso.
El mensaje habría sido otro distinto si el primer sencillo hubiera sido alguna de las canciones más comerciales del álbum, que también las hay. Ese sencillo podría haber sido perfectamente ‘Kiss Me Again’, que aparecía en el que iba a ser el disco en solitario de Jonathan Pierce, que se canceló según su propia decisión aunque ya estaba listo; la bailable ‘There Is Nothing Left’; o incluso ‘I Can’t Pretend‘, una pista algo lenta pero de poderosas guitarras que conectan de nuevo con el indie de los 80: The Smiths, The Jesus and Mary Chain, Orange Juice.
Pero la elección ha sido ‘Magic Mountain’, que además de sonar más extraña y psicodélica, contiene una parada en mitad de la canción. ¿Por qué se han decantado por ella? No hay más que echar un vistazo a su letra, que habla sobre la lucha y la supervivencia de manera muy clara. Es un himno autoafirmativo. «Dentro de nuestra mágica montaña, no tenemos que estar con ellos / Nunca nos alcanzarán / y si se acercan demasiado / les cortaré la cabeza». La creación de un espacio propio al margen de la sociedad, la relación de una persona asocial, alienada, con el mundo, es una cuestión que interesa mucho a The Drums. De hecho la misma «montaña» aparece en ‘Face of God’ o en la mencionada ‘I Can’t Pretend’, en la que Jonathan habla de la muerte como medio para llegar a formar parte de esa montaña. En una línea similar, una transgénero es protagonista de la letra de ‘Let Me’ (“él está cerrando sus ojos por última vez, él va a pasar a ser ella»), en la que se termina apoyando a estas personas que sufren la marginación por diferentes vías: «Puede que haya quien te odie, pero yo te quiero y la gente puede pegarse un tiro».
Permanece, como se puede observar, el punto violento y naíf que conocíamos en The Drums en canciones como ‘Best Friend’, y en realidad el único problema de este ‘Encyclopedia’ es que esos experimentos con que la banda se ha acercado a las ambientaciones de Dave Fridmann (Mercury Rev, The Flaming Lips) incluso cuando han mantenido las melodías cincuenteras (‘U.S. National Park’), no siempre han dado resultados espectaculares. La víctima fácil del álbum es ‘Bell Laboratories’, no por electrónica, sino por su insipidez, pero el tramo central del disco, sin decaer, tampoco deja decididas favoritas. En cambio, mención aparte merece el corte ‘Wild Geese’, el único que Jacob Graham ha escrito en solitario, perteneciente a su proyecto paralelo Cascading Slopes (el tema, que abría su disco, aquí cierra). Es una canción diferente en cuanto a campos semánticos y métrica y muestra a unos The Drums igual de evocadores y coherentes consigo mismos, pero en territorios completamente renovados. Ayuda a conocer lo que el grupo quiere ser: por encima de cualquier estilo, una banda en la que el ahora dúo controla producción, letras y estética, al servicio especialmente de los inadaptados.
Calificación: 7,5/10
Lo mejor: ‘Kiss Me Again’, ‘I Can’t Pretend’, ‘Magic Mountain’, ‘There Is Nothing Left’
Te gustará si te gustan: los Smiths, Orange Juice y Mercury Rev
Escúchalo: Spotify