Pitchfork publicó ayer la primera entrevista de Björk en promoción de su nuevo disco, ‘Vulnicura’. Realizada en un hotel de Londres meses previos al anuncio del disco y a su famosa filtración, se trata posiblemente de una de las entrevistas más honestas concedidas por la islandesa hasta el momento.
Incapaz de contener sus lágrimas en más de una ocasión, la charla da una idea muy clara sobre lo dolorosa que ha sido para Björk la composición de este disco tras su separación del cineasta Matthew Barney, separación detallada a lo largo del álbum en unas letras tan honestas que ni la propia Björk puede hablar de ellas. «¿Cómo vas a presentar estas canciones en directo?», le pregunta la periodista, a lo que Björk responde: «no tengo ni idea».
Entre otras cosas, Björk habla sobre cómo la música le ha ayudado a superar la separación, decidiendo convertirse para ‘Vulnicura’ en una «empollona de los violines»; y compara las futuras entrevistas de este trabajo con las de su anterior proyecto, ‘Biophilia‘, entrevistas en las que, dice, podía evitar hablar sobre su vida personal al tratarse este de un álbum conceptual sobre tecnología y cosmos; algo que, para su pesar, ya no va a poder hacer al ser este un disco más personal y de «cantautora».
También especialmente interesante es la historia sobre cómo conoció a Arca y cómo al principio se mostraba «defensiva» con él por ser fan; y, sobre todo, su defensa de la «mujer autora» en respuesta a las veces que los periodistas han informando erróneamente sobre la contribución de Björk a su propia música, poniendo de ejemplo a Kanye West como artista cuya autoría nadie parece dudar pese a que la mayoría de beats en ‘Yeezus’ no eran suyos. Quiere dejar claro, en cualquier caso, que no está hablando mal de Kanye.
En otra entrevista con Les Inrocks, Björk cuenta también que fue Arca quien contactó con ella y que no había escuchado, en principio, su trabajo con FKA twigs o Kanye.