Mónica Naranjo está «desatada» estos días, pero no en un directo, no en una entrevista desternillante para enmarcar, no en su nuevo disco, ‘Lubna’, que llega esta semana… sino en una serie de declaraciones que nos han dejado algo sorprendidos. En primer lugar, Naranjo llamaba la atención a parte de sus fans por criticar su hábito de sesear en sus canciones, escribiendo: «a los paletos e incultos que no comprender por que seseo en mis canciones» (atención a la pulla del verbo en infinitivo) «les recuerdo que me formé en mi segunda tierra, mi México amado». Tras el aluvión de críticas que emanó naturalmente de estas declaraciones, Naranjo defendía su derecho a la libertad de expresión «en MAYÚSCULAS» compartiendo una foto del vídeo de ‘Amor y lujo’ en la que aparece sentada en un retrete dorado, y culminaba el asunto poco después escribiendo: “a esas personas que aún les molesta que me exprese con total libertad, les repito: VIVO EN LIBERTAD!!!!”. La Pantera de Figueres, rugiendo a pleno pulmón.
Pero lo que más atónitos nos ha dejado de Naranjo en los últimos días ha sido una frase concreta realizada en su última entrevista para Teleprogramas en la que aseguraba, con motivo de su pasada aparición en ‘Qué tiempo tan feliz’, el programa de María Teresa Campos, que se siente «muy a gusto» en Telecinco porque «Telecinco apoya mucho la cultura». Unos días después, Naranjo aparecía en el mencionado programa haciendo un «playback» de su último sencillo, ‘Jamás’, dramatizado con un efecto de imagen en blanco y negro. Naranjo, de nuevo, no dejaba pasar la oportunidad de explicarse en Facebook indicando que «actualmente [Telecinco] es la única cadena con más programas de carácter musical a pesar de tener otra programación que yo no consumo”.
Vale la pena detenerse en estas declaraciones. Durante la promoción de ‘Pequeños gigantes’, Naranjo aseguraba a Bluper que en la televisión española «hay muy poca programación musical, en general». Estamos de acuerdo: en España apenas hay televisión musical y, cuando la hay, es del tipo ‘La Voz’, no del tipo ‘Música sí’ o ‘Mapa sonoro’. No hace falta explicar la diferencia, ¿verdad? En este sentido, no sorprende en absoluto que Naranjo defienda Telecinco, que emite este programa, en el que ella misma ha participado como jurado, por ser «la única cadena con más programas de carácter musical» (sic).
Efectiva e incuestionablemente, ‘La Voz’, como antes ‘Operación Triunfo’, es un programa «de carácter musical». Lo que sorprende es que diga que Telecinco apoya la cultura. ¿Se refiere a la televisiva, no? Porque ‘La Voz’ es un programa musical, sí, pero no representa en absoluto un apoyo para esta cultura en concreto, que es a la que se dedica Naranjo. Si una artista como ella que vende discos en España opina que Telecinco apoya a la cultura, ¿qué opinarán de esta cadena Los Planetas, Christina Rosevinge, Zahara, Delorean, El Guincho, Odio París, Francisco Nixon, Tulsa o Hinds, grupo que debería ser noticia televisiva sí o sí por estar realizando una gira llena de sold-outs por toda Europa?
Echando un vistazo a la programación de la cadena, el único programa «de carácter musical» real que emite Telecinco actualmente es ‘Fusión sonora’, que ofrece actuaciones de grupos de jazz fusión y que no ve nadie porque se emite a las cinco de la madrugada. De nuevo, ‘La Voz’ es un programa musical, pero es también un espectáculo popular protagonizado por personas anónimas que son juzgadas por estrellas de la música de nuestro país como Rosario, David Bisbal o Melendi, que están ahí porque consolidaron su posición en la industria hace siglos. ‘Qué tiempo tan feliz’ podría pasar por programa musical (es el único donde muchos pueden presentar un single, ojo, porque ni en ‘El Hormiguero’ hay tiempo para actuaciones de 3 ó 4 minutos), pero no suele centrarse en la actualidad, como su propio nombre indica, y cuando lo hace, es a Naranjo o a Pablo Alborán a quien vemos en su plató, es decir, a artistas superventas que no necesitan ningún tipo de apoyo de ninguna cadena, no a Sílvia Pérez Cruz. Y encima haciendo «playback». ¿Esto es apoyar la cultura?
En Telecinco hay mucha música, ojo. En las cortinillas musicales de ‘El programa de Ana Rosa’, ‘Gran hermano’, ‘Mujeres, hombres y viceversa’ y ‘Cámbiame’, y en las actuaciones en riguroso «playback» en ‘Sálvame’ de gente tipo Paquirrín, Leticia Sabater e Ylenia sumamos innumerables horas de música en televisión. Pero ninguno de estos programas es «cultural». Su cultura no es la música sino la telebasura y la telebasura, que entendemos constituye el tipo de programas de Telecinco que Naranjo reconoce abiertamente «no consumir», define a esta cadena, por lo que defender que Telecinco apoya la cultura solo porque emita de vez en cuando programas como ‘La Voz’ suena como una peregrina incongruencia.
Cuesta mucho, muchísimo entender que Telecinco sea ejemplo de apoyo a la cultura o que ‘Qué tiempo tan feliz’ baste como «programa de carácter musical» para alguien como Mónica Naranjo pero, sobre todo, cuesta encontrar en las mencionadas declaraciones de la Pantera de Figueres, tanto en sus (divertidas) salidas de tono en Facebook como, sobre todo, en su opinión sobre Telecinco, la elegancia que suele caracterizar sus actuaciones en directo o, por supuesto, su propia voz, una de las mejores del mundo. A nadie le gusta ver a uno de los grandes talentos musicales de la historia de España rebajado a cuatro salidas de tono en las redes sociales o a titulares tan cuestionables como el que ha dedicado a Telecinco. De hecho, hubo un tiempo en que veíamos a Naranjo como un mito dado su talento y gusto por el misterio y cuando se las daba de arrogante, era porque se lo podía permitir y a nadie le molestaba lo más mínimo. ¿Por qué no continuar en esa línea, pues, en lugar de ponerse en evidencia como está haciendo últimamente? ¿Por qué no más Teatro Real, más estudio, más directo y menos circo mediático? ¿Por qué no, puestos a presentar programas, defender uno musical, si tan pocos hay, en lugar de uno de entrevistas?