El lanzamiento de ‘The Life of Pablo’, el nuevo disco de Kanye West, está siendo un cachondeo de dimensiones bíblicas, solo comparable al ego de su autor. Después de confirmar la fecha de lanzamiento del álbum para el 11 de febrero, y de marear la perdiz con varios títulos para el mismo, ninguno de los cuales ha terminado usando, el rapero subía el disco oficialmente a Tidal a un precio de 20 euros tres días después de estrenarlo en un evento en el Madison Square Garden de Nueva York y dos días después de su fecha de salida oficial… para retirarlo poco después para «arreglar» una de sus pistas cuando ya había gente que se lo había comprado. No contento con eso, West confirmaba ayer que ‘The Life of Pablo’ no saldría en formato físico y que sería por siempre exclusiva de Tidal.
Pero el drama continúa. Leemos vía Torrent Freak que ‘The Life of Pablo’ ha sido descargado ilegalmente más de 500.000 veces tras su lanzamiento en Tidal, lo que en ventas físicas se traduce en un disco de oro en EE.UU. El álbum, de hecho, aparece no una sino dos veces en el top 10 de la música más descargada en The Pirate Bay (naturalmente una de ellas es en la primera posición) y la RIAA ha presentado hasta ahora 20 solicitudes para que el disco sea eliminado de Google… sin éxito. Según Torrent Freak, de hecho, «la cantidad de descargas de ‘The Life of Pablo’ es inusual». «Por lo general», asegura, «no solemos seguir de cerca los lanzamientos musicales, por lo que no voy a mencionar ningún disco, pero nunca había visto cifras tan grandes por ningún disco hasta ahora, ni siquiera por el de Adele». Para colmo, la gente que ha pagado por el largo asegura no habérselo podido descargar (?).
¿Qué significa esto? Evidentemente, que el interés por el nuevo álbum de West, que sale tres años después de su antecesor, ‘Yeezus‘, es muy superior al de sus oyentes por suscribirse a Tidal, que habrá incrementado su número de suscriptores tras la salida de ‘The Life of Pablo’, pero no espectacularmente. ¿Cuántas copias pirata menos habría producido el disco de haber aparecido en Tidal en streaming libre o a un precio más reducido de, digamos, 10 euros? Sin ningún tipo de dudas, la gente quiere escuchar el nuevo disco de Kanye, pero pasa olímpicamente de registrarse en la controvertida plataforma de streaming en alta definición, y mucho más de pagar 20 eurazos por él. Tras el fiasco de ‘ANTI‘, Jay Z debe estar subiéndose por las paredes.
Mientras tanto, el rapero tampoco es que ayude demasiado a su propia causa con sus idas de olla en Twitter. Lo último de West ha sido, entre divagaciones megalómanas de que es el mejor artista de todos los tiempos y de que su misión en la Tierra es ofrecer su arte a la gente, asegurar que está endeudado y rogarle a Mark Zuckerbeg, dueño de Facebook, que invierta mil millones de euros en sus ideas. Con cosas como esta, no nos extraña que Rhymefest, uno de los co-autores favoritos de West, haya decidido no trabajar más con él. ¿Se está el rapero boicoteando a sí mismo a saber por qué razón o están sus aires de grandeza más elevados que nunca? Kanye, ¡para ya este desastre!