Macklemore se ha metido en un jardín tremendo sin ninguna necesidad. Primero, copó titulares cuando junto al productor Ryan Lewis ganó el Grammy a mejor álbum de hip-hop del año y declaró que quien lo merecía era Kendrick Lamar. No que era un honor para ellos competir con -yo qué sé- «alguien tan admirado», sino lo siguiente: «Kendrick, te han robado. Quería que ganases. Deberías haberlo hecho. Es raro y apesta que haya sido yo quien te lo haya robado». Muy bonito y conmovedor, pero indirectamente estaba diciendo que la Academia no tenía ni puta idea de cuál era el disco de hip-hop del año, y metiendo en el inconsciente colectivo la conclusión de que este fallo podía tener connotaciones racistas. ¡Ahí queda eso, Grammys!
Su última genial idea -esta más brillante todavía- era lanzar como single promocional un tema de nueve minutos llamado ‘White Privilege II’ en el que ellos y muchas otras personas hablan sobre la apropiación cultural, criticándose a sí mismos por coger de la cultura negra sólo lo que les interesa, pero también incluyendo a otra gente como Iggy Azalea. Enseguida se arrepintieron de no haberla avisado. Normal: ¿hay algo peor que atacar al rival más débil? «Estoy planteándome si soy políticamente correcto cuando hay gente muriendo», dice en un momento la letra de la canción, que también incluye un disparo de lo más efectista, voces de Macklemore discutiendo consigo mismo, diciéndose cosas como «no deberías estar aquí», «lárgate», «Black Lives Matter, Black Lives Matter»; declaraciones de pijos random racistas, un epílogo final con Jamila Wood y, sobre todo, unas intenciones jazzy-góspel no muy bien logradas. Uno se imagina al jefe/a de prensa de Macklemore & Ryan Lewis en su oficina escuchando esto y dándose cabezazos contra la pared, pensando sin atreverse a verbalizarlo: «¿por qué coño no han hecho más canciones como la de «soy el primo feo de Brad Pitt, déjame entrar en la fiesta»?».
Macklemore se ha mostrado tan preocupado siempre por las cuestiones sociales que su primer corte llamado ‘White Privilege’ es muy anterior a que el tema se pusiera «de moda» u Obama llegara a la Casa Blanca, que tuvo un hit hablando del matrimonio gay (‘Same Love’) y que en este nuevo álbum también introduce preocupaciones por otros temas como el consumo indiscriminado de antidepresivos con receta, que se llevó por delante la vida de un amigo suyo (‘Kevin’).
Es muy fácil acusarlos de oportunismo, pero probablemente Macklemore & Ryan Lewis sean un grupo más necesario en los tiempos que corren de lo que la crítica estadounidense especializada está dispuesta a admitir. Podrían estar haciendo sólo canciones sobre la cultura del graffiti (‘Buckshot’), su vida como padres (‘Growing Up’) o pasarlo bien. Pero lo cierto es que utilizan su fama y su influencia en Europa -algo de lo que carecen por completo algunos de sus más admirados artistas- para acercar estos temas a mucha gente a la que el conflicto de la policía estadounidense matando personas por razones claramente racistas le es bastante lejano. ‘White Privilege II’ a duras penas es una canción, Macklemore es lo peor visto ya, nos hemos enterado, ¿pero es posible atender a su letra y que ni una sola frase te remueva nada?
A menudo a Macklemore le salen mejores telefilms que grandes películas y otro ejemplo más sería, además del tema que cierra el disco, el que lo abre. ‘Light Tunnels’ es un relato desde los Grammy al tiempo que una reflexión sobre la cultura del espectáculo, que con sus preocupaciones triviales parodiadas (buscar un nudo de corbata en Youtube, concentrarse en no mirar a cámara demasiado ni tampoco demasiado poco), resulta la mar de entretenido. Como también entretenidísimo es el nuevo single ‘Dance Off’. Da igual que se te pase por la cabeza que una canción así no puede lanzarse al mercado tras el éxito de ‘Dark Horse’: cada vez que aparezca la voz de ultratumba del actor Idris Elba (‘The Wire’, ’28 semanas después’, ‘RocknRolla’), como recién salida de ‘Thriller’, retándote a bailar, «sólo él y tú», «sin trampa ni cartón», te dará un ataque de risa. ¿Cómo decir que no?
La pena es esa, que al final, después de tanta problemática reunida, donde mejor funcione Macklemore sea en los temas carentes de pretensiones, donde se lo pasa bien. Ahí queda ‘Downtown’. Hay quien dice que son dos canciones en una con mucha razón. Quizá sean más, pero todas me encantan, conformando un fiestón que reúne a tres iconos del hip-hop, Kool Moe Dee, Melle Mel y Grandmaster Caz, con un cantante blanco más vinculado al rock’n roll y al neo-glam robando plano en esta competición de «attention whorismo» (Eric Nally) y al mismo Macklemore cantando a las capas de un «tiramisú, tiramisú». ¿No hace más por la integración esta tontísima reunión de gente improbable que su discursito?
Seguro que ‘This Unruly Mess I’ve Made’ no es el mejor disco de hip-hop del año, pero sí es un buen disco de pop, muy bien equilibrado en contra de lo que pueda parecer. ‘White Privilege II’ puede ser una «canción» o «cosa» que para bien o para mal citemos en el futuro más de lo que hoy creemos, pero en cualquier caso está muy bien situada al final. Los primeros lugares se reservan para los temas más hip-hop (‘Brad Pitt’s Cousin’ con XPerience, ‘Buckshot’ con los veteranos KRS-One y DJ Premier), sigue ‘Growing Up’ con Ed Sheeran, que en cualquier momento puede salvarles el pescuezo como el pelirrojo se lo ha salvado a Rudimental en Reino Unido recientemente (atentos a las citas «lee ‘El Alquimista'», «estudia a Bowie»), luego Leon Bridges hace una cuca intervención en el tema anti-antidepresivos (‘Kevin’) y a esta balada le viene bien después un medio tiempo anodino pero hipnotizante como el que aporta el punteo de ‘St Ides’.
Estos dos últimos momentos, bastante Lou Reed, son sucedidos por el corte con Chance the Rapper (‘Need to Know’) y el mencionado ‘Dance Off’, mientras que a última hora aparecen canciones en reivindicación de la comida que podían haber entonado jocosamente Lily Allen o Mike Skinner (‘Let’s Eat’) y la evocadora ‘The Train’ con la bonita voz de Carla Morrison cantando en castellano, que va a chiflar a los fans de Delafé. Cuando te quieres dar cuenta resulta que esa hora que imaginabas recargadísima de sermones ha pasado volando, y encima poniendo sobre la mesa muchas de las cuestiones que tanto nos inquietan en nuestros días.
Macklemore & Ryan Lewis actúan este viernes 1 de abril en Madrid. Entradas, aquí.
Calificación: 6,8/10
Lo mejor: ‘Downtown’, ‘Dance Off’, ‘Growing Up’, ‘Light Tunnels’
Te gustará si te gusta: poco el hip-hop
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