El pasado año Titus Adronicus dieron un paso de gigante hacia su consolidación como una de las bandas de rock más importantes de su generación, que se dice pronto. Y lo hicieron con la publicación de nada menos que una ópera-rock, un concepto discográfico del que no resulta fácil salir indemne. Con la abrumadora energía que ya habían desplegado en discos tan notables como ‘The Airing Of Grievances’, ‘The Monitor‘ y ‘Local Business‘, la banda de Nueva Jersey liderada por Patrick Stickles estructuró esa obra, ‘The Most Lamentable Tragedy‘, como una pieza teatral en cinco movimientos que representan las estaciones de un año completo de invierno a invierno, si bien, como si del ‘Ulises’ de Joyce se tratara, podría ser apenas un día.
Y su argumento está directamente inspirado de la vida personal del frágil Stickles: el Héroe (así lo llama Stickler), vive en un agujero apestoso por voluntad propia, no desea salir de él y maldice cada nuevo día que nace. Odia estar despierto. El suicidio es una posibilidad. «Parezco vivo, pero por dentro estoy muerto». Sin embargo, todo cambia una mágica mañana en la que al abrir los ojos se siente diferente, la luz del sol le ha tocado y le ha transformado. Hay alguien más cerca, alguien que es igual que él, pero no es él. Mister E. Mann tiene una actitud distinta ante la vida, le ofrece «mirar el lado luminoso de la vida». Cambia su medicación por drogas que le inducen sueños sobre un pasado ancestral y llevan su existencia y su capacidad creativa al extremo. Le lleva a enamorarse perdidamente, hasta el punto de sentirse fusionado con la chica, Siobahn. Pero ella pronto descubre a la bestia dentro del Héroe y se aleja de él que, instantáneamente, descubre que permanece en el mismo abismo en el que estaba antes de conocer a su döppelganger, se da cuenta de su engaño. Quiere separarse de él, y vuelve a considerar el suicidio. Sin embargo, algo ha cambiado en él, y se da cuenta de que, pese a su condición, merece la pena vivir.
Toda esta peripecia es una traslación de la experiencia de Stickles, al que con tan solo 4 años sus padres administraron Ritalín, un medicamento contra la hiperactividad, que le hizo cambiar su manera de ser para siempre, derivando en una profunda depresión (ese Héroe que vive ante un abismo) que más tarde se tornó en un trastorno bipolar (Mister E. Mann, el hombre misterioso, el hombre eléctrico) y un desorden alimenticio selectivo (para evitar ataques de pánico, debe limitar su dieta a unos 15 o 20 alimentos en total). La Más Lamentable Tragedia no es sino una teatralización de su propia vida, que Stickles esconde en referencias literarias a Shakespeare, Nietzsche o Bukowski, referencias a sus propias canciones (la serie ‘No Future’, que aquí culmina, comenzó en su álbum de debut; hay varias reinterpretaciones de antiguas canciones directamente relacionadas) y a la obra de Daniel Johnston, otro creador que padece trastorno bipolar y que le ha servido de inspiración personal y artística. No sólo versiona su ‘I Lost My Mind‘ (sic), sino que emula su estilo de grabación e interpretación (con un órgano de acordes y registrado en una cassette) en un tema crucial del álbum, ‘Stable Boy’.
Sé que, leído así, puede no resultar muy atractivo. Pero no hay más que remangarse y estudiar (al menos para mí ha sido crucial) las múltiples e interesantísimas anotaciones que el mismo Patrick está realizando en las páginas de estas canciones en Genius, para engancharse a una obra que fusiona rock, teatro, literatura y vida de una forma pocas veces vista, diría incluso que inédita. Ahora, ya que hablamos de las canciones… ¿De verdad se sostiene como álbum un disco de 29 canciones? Pues sí, lo hace. Si nos abstraemos de los diversos interludios e introducciones (que, ojo, pocos sobran si atendemos al punto de vista teóricamente escénico -¿alguna vez alguien se atreverá a representar esto?-), ‘The Most Lamentable Tragedy’ se sostiene como un grandísimo álbum de rock, un vendaval de temas soberbios (‘Dimed Out‘, ‘Fatal Flaw’, ‘Stranded (On My Own)’, ‘I Lost My Mind (+@)’, ‘The Magic Morning’…) en el que el influjo de The Who, Fugazi, AC/DC, The Replacements, Bruce Springsteen, The Clash, Jawbreaker, Bright Eyes o Rolling Stones se manifiesta a través de la interpretación visceral de Stickles y sus chicos. Un disco de gran rock que también brilla en sus momentos más delicados y/o emotivos, en los que los arreglos del infalible Owen Pallett toman protagonismo (‘Mister E. Mann‘,’Come On, Siobahn’, ‘Fired Up‘, ‘More Perfect Union’, la enorme ‘No Future Part V: In Endless Dreaming’…). En suma, el cuarto álbum de Titus Andronicus no sólo es su mejor álbum, sino que posee el halo de esos discos apasionantes que marcan para siempre a quien se atreve a introducirse en él hasta su último vericueto. Nunca será tarde para aplaudir La Más Lamentable Tragedia.
Titus Andronicus actúan el viernes 3 de junio en Primavera Sound 2016.
Calificación: 8,5/10
Lo mejor: ‘No Future Part V: In Endless Dreaming’, ‘Come On, Siobahn’, ‘Dimed Out’, ‘Mister E. Mann’, ‘Stranded (On My Own)’, ‘I Lost My Mind (+@)’
Te gustará si te gusta: el rock de ascendente punk y abierto a múltiples influencias.
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