Algo huele a chamusquina cuando, antes incluso de que empiece un programa de televisión que se estrena por todo lo alto, la misma cadena se empeña en enseñarte testimonios de periodistas televisivos que han visto el programa para convencerte de que es el no va más, una auténtica peripecia televisiva. Sospecha doble si, encima, el programa también incluye testimonios de personas que NO han visto el programa, pero que aún así dan su opinión favorable sobre él. Un dislate.
Ha sido el caso del cacareado estreno de ‘Las Campos’ que Telecinco, tan acostumbrada como siempre a fagocitarse a sí misma, lleva vendiendo en el resto de su programación desde hace un buen puñado de semanas. El docu-reality que explora las vidas de María Teresa y Terelu Campos, madre e hija, está bastante lejos de ser, siquiera, una innovación televisiva: pese a que muchos lo hayan olvidado, Alaska y Mario ya han cedido sus vidas a una cadena patria, en su caso con resultados muchísimo más interesantes.
Así, ‘Las Campos’ se revela como oportunidad perdida: no puede pretender hacer un programa como este y que resulte interesante para el gran público tomándose a los protagonistas demasiado en serio. Y la consecuencia de esto es un programa insulso, falto de interés y carente de todo ritmo. Con algunos momentos de lucidez y alguna que otra frase para la posteridad («Si bebiera menos, estaría menos gorda pero sería menos feliz»), eso sí, pero tan escasos que hay que bucear muy profundo para encontrarlos.
¿Cómo podría mejorar ‘Las Campos’? Aquí dejamos diez propuestas muy sencillas.
1. Postproduciéndolo como si esto fuera ‘Quién Quiere Casarse Con Mi Hijo’ o uno de esos programas que tanto éxito tienen en Cuatro. De hecho, no cuesta nada fantasear con ello, y hasta nos parece justo y necesario ponerle un sonidito cachondo a Terelu cada vez que la pillan en un renuncio.
2. Dándole más protagonismo al servicio. Que ha sido uno de los grandes ganadores de la noche, con su propio hashtag en Twitter y todo. Ese servicio vale más por lo que calla que por lo que dice, y ha estado involucrado en momentos grandiosos, como cuando Terelu le ha pedido a una de ellas que limpiase la parte de atrás de la Thermomix simplemente diciendo «tititititi».
3. Ofreciendo más imágenes de María Teresa en la piscina. Hasta Aless Gibaja se ha quedado prendado. También ofreciendo, en general, más imágenes de María Teresa haciendo cosas. Maria Teresa prepara un ajoblanco. Maria Teresa llama a su hija. Maria Teresa llama a la sirvienta para que le suba el desayuno a la habitación.
4. Haciendo un crossover con algún programa basurero de Divnity, tipo ‘Tu casa a juicio’. Hay mucho que decir de la mansión maximalista de Maria Teresa, con sus tapizados y sus cortinas; así como hay mucho que decir del ático de Terelu, con sus estores, su foto de ella misma, su mesita del desayuno con su mantelito de hule, etc.
5. Dando más tiempo a la experta en nutrigenética. Nos hemos quedado con ganas de oír la explicación científica a eso de que analizándote los genes te pueden decir a qué hora tienes que comer para que no te engorde.
6. Dando más pie a que Maria Teresa diga frases bordes. Cuando ha respondido «¿A que te suelto una hostia?» cuando alguien ha mencionado lo de «Las Camposhian» ha sido el momento álgido del programa.
7. Haciendo un crossover con ‘Cámbiame’. Queremos ver a Natalia Ferviú y a Pelayo maquear a Terelu.
8. Dándole de beber cosas a Terelu. ¿Os habéis fijado en cómo se ha metido el zumo y el café a toda pastilla? Ídola. ¿Hará lo mismo con los cubatas? También nos vale verla colando cosas, como por ejemplo LECHE FRÍA.
9. Eliminándolo para siempre de la parrilla. Ganaríamos todos.
10. Ya que el programa iba sobre el peso y sobre adelgazar, ¿qué tal preparar un buen documental sobre el body shaming, y sobre cómo las mujeres han de enfrentarse a diario con el hecho de que no solo han de ser buenas profesionales, sino también tener un aspecto impecable? De cómo los medios de comunicación perpetúan esta idea y la presión que sufren muchas féminas para adelgazar, porque de lo contrario pueden dar su carrera por terminada. Si ese hubiera sido -de verdad- el tema del programa, nos hubiéramos dado por satisfechos.