Tinashe no da pie con bola: ninguno de sus últimos singles ha calado, ni la perversa ‘Party Favors’ ni la cucada dosmilera ‘Ride of Your Life’ ni el efervescente «Miami bass» de ‘Superlove’ ni la pungente ‘Company’ han interesado a nadie; su disco ‘Joyride’ continúa secuestrado en las paredes de RCA sin que nadie sepa a ciencia cierta que vaya a salir y su nueva «mixtape», ‘Nightride’, la hermana oscura de ‘Joyride’, que será su lado pop, no ha vendido ni 5.000 copias en Estados Unidos según el último informe de ventas de Billboard. No vamos a argumentar ahora que ‘Nightride’ ha vendido poco por ser una «mixtape» cuando Drake ha sido capaz de despachar millones de copias de ‘If You’re Reading This It’s Too Late’ y Chance the Rapper existe, pues el problema es más profundo que todo esto: parece no haber mercado para una artista como Tinashe en 2016, que no solo canta de maravilla y compone ídem sino que además baila magníficamente. La realidad es que ‘2 On’ fue un golpe de suerte y raramente Tinashe se ha encontrado sobre la mesa con un hit a la altura. A ‘Player’ sin y con Chris Brown me remito.
Si ‘Nightride’ va a convencer a alguien de algo es de que Tinashe es una compositora excelente pero no una «hitmaker»; y que brilla más desde la introspección. No es casualidad que algunas de las mejores canciones de su carrera, como ‘Black Water’, ‘Can’t Say No’, ‘Stargazing’ o, sobre todo, ‘Middle of Nowhere’, posiblemente su mejor balada, hayan aparecido en «mixtapes». Ninguna de ellas asomó su cabeza en ‘Aquarius’, ninguna habría suscitado un interés espontáneo como ‘Hotline Bling’ de Drake, pero todas son buenas canciones, compuestas con agudo oído para la belleza melódica, interpretadas con gusto y enmarcadas en producciones instrumentales interesantes y repletas de matices. Es inexplicable que nadie, o quién sabe si la misma Tinashe, haya querido publicarlas oficialmente.
‘Nightride’ ha cambiado las tornas: por primera vez, una «mixtape» de Tinashe puede comprarse en iTunes o reproducirse en las plataformas de streaming. ¿Será que esta colección de canciones sí tiene potencial comercial? De primeras no parece haber por aquí un single claro a la altura de ‘2 On’, ‘Pretend’ u ‘All Hands on Deck’, pero ‘Nightride’ contiene varias canciones estelares, como la taciturna y magnética ‘Cest La Vie’, que sitúa a Tinashe escapando con su amor de madrugada, o la preciosa ‘Ghetto Boy’, de anhelante melodía vocal, una composición de Nicola Roberts producida por Dev Hynes que suena como el recuerdo lejano de un gran amor. La acuática ‘Soul Glitch’ es otro de los momentos destacados de ‘Nightride’, especialmente hacia la mitad, cuando se añade a la base instrumental un pasaje de sintetizador sci-fi que despega al final de algunos versos con gran elegancia.
No puede decirse de ‘Nightride’ que todas sus canciones produzcan el mismo impacto: ‘Ride of Your Life’ ya era mona pero intranscendente cuando salió y lo sigue siendo ahora, mientras Tinashe parece no haber sido capaz de extraer canciones memorables de dos producciones de Dpat, ‘Sunburn’ y ‘You Don’t Know Me’, ni tampoco de la corpulenta base de Joel Compass en ‘Touch Pass’. Sí sigue molando ‘Party Favors’, como otra de sus producciones, la contemplativa ‘Sacrifices’, pero no tengo tan claro que ‘Company’ sea más que un «buzz single» fallido. Gracias a estas canciones menores es fácil percibir la calidad de otros números destacados como el vaporoso ‘Lucid Dreaming’ o, sobre todo, ‘Spacetime’, a la que solo le falta un efecto de lluvia añadido para ser una «quiet storm» (y de los buenos, de los que empañan ventanas) de Janet Jackson.
Desconozco si Tinashe es ya un caso comercial perdido: desde luego, su participación en el nuevo single de Britney Spears, ‘Slumber Party’, no podría ser más anecdótica, puesto que ninguna de las dos parece necesitarse mutuamente y no porque a sus discos les haya ido bien precisamente. Pero si ‘Nightride’ prueba algo es que siempre habrá calidad por parte de Tinashe y fans del R&B que quieran escucharla. Ella ya ha reconocido que se siente «bendecida» por poder hacer la música que le gusta y no hace falta ni mencionar la cantidad de artistas que venderían a sus padres por poder decir lo mismo. Solo espero que la industria de la música no nos deje a una Tinashe irreconocible y perdida. Eso sí sería una tragedia y no que ‘Nightride’ jamás llegue a la copia cinco mil.
Calificación: 7,4/10
Lo mejor: ‘C’est La Vie’, ‘Soul Glitch’, ‘Spacetime’, ‘Party Favors’, ‘Ghetto Boy’
Te gustará si gusta: Janet Jackson, Frank Ocean, Brandy, el primer The Weeknd
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