Un hacha. Esa sería una buena forma de definir lo que King Cayman es sobre el escenario. El proyecto unipersonal de Daniel Treviño, inmerso en un par de docenas de formaciones paralelas, ha destacado como King Cayman en discos como ‘DEMO(N)‘, ‘DREAM‘ y ‘Mirror‘ que han llegado a llamar la atención de sellos americanos (Garbage Shop Records editó su sencillo ‘You Make Me Shine‘). Su nueva entrega de cara a 2017, ‘Death’, bien podría ser su álbum definitivo, ese en el que se aúnen su brutalidad en el escenario con canciones de garage, rock, punk, etc, aún experimentales pero más asequibles. Como muestra de lo primero, el excelente vídeo en vivo que le ha grabado el equipo de Jägermusic, y de lo segundo, sus últimos anticipos subidos a Bandcamp. Foto: Héctor Vila.
Has presentado algunas canciones de tu próximo disco, ¿por qué has seleccionado ‘Nosebleeder’ y ‘Rocket to Your Heart’ como anticipo?
‘Death’ va a ser un disco de transición. Normalmente cuando termino un disco tengo la mitad del siguiente compuesto, me ha pasado con todos, pero esta vez según estaba grabando ‘Death’ me di cuenta de que tenía nuevas ideas que iban por otro lado. Puedo decir que este año es el año de mi vida en el que menos «rock» al uso he escuchado, o al menos como lo hacía antes; y eso se ve reflejado en el disco. Con decirte que hay un tema que es sólo bajo y voz, y que hay dos canciones en acústico… antes nunca me habría planteado algo así. Escogí ‘Nosebleeder’ y ‘Rocket to Your Heart’ porque me parecían dos temas «puente» entre ‘Mirror’, el anterior disco, y ‘Death’, entre el King Cayman antiguo y el King Cayman nuevo. Y si te digo que normalmente tengo la mitad de los discos compuestos cuando acabo los anteriores, te puedo asegurar que no tengo la más remota idea de lo que puede venir después de ‘Death’. Lo que sí te puedo decir es que es el disco más variado, y con el que más contento estoy de todos.
Tu nuevo vídeo ‘There Will Be Blood’ por muy poco no salió por Halloween, cuando hubiera pegado bastante, ¿no lo pensaste? ¿Lo evitaste porque era muy evidente?
Más bien lo segundo. A pesar de la estética creepy del videoclip, no quería que se quedase encasillado en eso. Prefiero que el tenebrismo se quede como algo anecdótico, no que fuera una «historia de terror», porque creo que es fácil hacer esa interpretación, cuando no era el 100% de nuestra intención. Prefiero el surrealismo al terror si tuviera que ponerle una etiqueta a esta historia. Visualmente nos inspiramos mucho en la peli de ‘Drive’, o en clips de Toro y Moi, The Garden o Thee Oh Sees. En la historia la muerte aparece más como una metáfora que como un personaje real. Además, si lo hubiera sacado en Halloween, pienso que se habría quedado en algo de Halloween, y su vida útil se habría limitado a eso.
Lo has presentado como parecido a «Canada pero en cutrer». Venga, ni de coña es tan cutre ni tampoco tan Canada, ¿no?
Jajajaja la verdad es que cutre no es. El presupuesto fue bastante ridículo (menos de cien pavos) porque lo hicimos entre colegas (de hecho, el matón que me pega la jupa es mi tío, el hermano de mi padre) y en sitios que conocíamos de nuestros barrios. Lo grabamos en cuatro noches y dedicamos más tiempo a discutir el argumento o echarnos risas que a grabar. La conclusión es que si estás en buenas manos y entre colegas, puedes hacer algo bien hecho tranquilamente. Eso y que los Herrero y Juan Perro son unos cracks y le dieron ese rollo tan chulo al videoclip.
El vídeo es tan inquietante por un lado, sugerente por otro, como tu propia música, que lo mismo da miedo que te levanta de la silla para dar botes o lo que sea, ¿era el efecto buscado?
Me gusta el malrolleo, para qué te voy a engañar. Me molan las propuestas tipo Ho99o9, Destruction Unit o Goth Money Records: cuanto más oscuro, mejor. Vengo de un barrio donde toda la vida hemos tenido grupos de punk y ahora que hemos dejado de ser chavales cabreados y queremos hacer otras cosas, ninguno de nosotros es capaz de tocar algo por debajo de los 90 BPM, es como una maldición. Pero bueno, me gustan los bolos de acción y poder inyectar a la gente energía con la música. Siempre he sido bastante inquieto y me gusta pensar que consigo transmitir esa sensación con mi música, o al menos es mi intención. En mi barrio lo llamamos Kung-fu-punk.
«Mis bolos van a seguir siendo una bola de ruido, un terremoto frenético de distorsión y sudor; pero quiero que el disco se pueda escuchar»
Esta canción se recuerda muy fácilmente tras la primera escucha. ¿Es esta una de las canciones de las que estás más orgulloso? ¿Es representativa de lo que traerá ese disco, ‘Death’, en 2017? ¿La ves como una evolución…?
El disco varía mucho, no sigue una línea tan constante como los anteriores. He ordenado los temas de tal forma que fluyan todos juntos con ritmo, incluyendo hasta speeches entre temas con ideas vagas. ‘There Will Be Blood’ es representativo porque es, sin duda, un tema que no tiene que ver con todo lo anterior; pero el disco no va a ir por esa línea. El disco tiene diez temas, cada uno de su padre y de su madre.
Lo que para mí es interesante de ‘Death’ es que he aprendido ya totalmente a separar la experiencia directo de la experiencia disco. Los temas tienen arreglos, pistas de guitarras con distintos tonos y sobre todo, varias voces con efectos una encima de otra. Otras veces me he limitado para no traicionar al directo, pero con este disco, cualquier mierda que se me ocurriera la he metido. ¿Queda bien?, pues adentro.
Creo que ser «monobanda» (tampoco es que esté de acuerdo con ese término, pero bueno, eso daría para otra entrevista) tiene sus pros y sus contras. Si no haces un disco dinámico, es muy probable que caigas en la monotonía. Mientras que el efecto directo suele ser, cuanto menos, impactante. Mis bolos van a seguir siendo una bola de ruido, un terremoto frenético de distorsión y sudor; pero quiero que el disco se pueda escuchar. Y que si se presta atención a los matices, se disfrute como tal. Ahí está la evolución de ‘Death’.
El equipo de Jägermusic ha hecho un vídeo para la canción ‘Phantomstashed’ en el que se aprecia tu labor como «monoband». Me inquietan dos cosas:
1.-cómo haces para que no se te vuelen las gafas.
En realidad esta es mi eterna asignatura pendiente, jajaja. De hecho en el vídeo hay veces que salgo sin gafas porque en el Low directamente las tiré por ahí. Normalmente en las partes instrumentales me las ajusto contra el micro, pero creo que o aprendo a tocar sin gafas, o hago como el cantante de Show Me The Body y me compro una correílla de abuelo.
2.-qué es exactamente el momento pajarraco, disfraz…
Pues estaba con el equipo de Kill the TV en el festival de Les Arts y tenía muchas máscaras en el maletero del coche. Ferrán me comentó de hacer algo con ellas y nos encerramos en un cuarto del área de conferencias del Espai Rambleta con una máquina de humo y algunos neones. Fue un poco loco porque nos pasamos bastante con el humo y éramos cuatro personas metidas en un sitio del tamaño de un cuarto pequeño. Al final casi nos ahogamos y cuando salimos había una charla y todo ese humo saliendo de repente y yo con la máscara y bueno, en fin: momentazo.
¿Es esta canción una de las que han resultado las grandes triunfadoras de tu setlist o de lo contrario, cuál/es ha/n sido?
Cuando me comentaron la idea pensé que tenía que coger un tema enérgico y bastante trallero. ‘Phantomstashed’ suele ser el tema del setlist en el que meto más caña.
¿Qué es lo más salvaje que te ha pasado nunca sobre el escenario?
Salvaje… no sabría decirte. A veces acabo los bolos dejando un loop de ruido y reparto los instrumentos entre la peña de abajo. Pues una vez en mitad de todo esto le pasé la guitarra a un colega que se puso a tocar el himno de España (¿¡!?) y el micro lo tiré por ahí y lo cogió un tipo que se puso a dar alaridos. Desmonté el resto de la batería y lo tiré por ahí y mientras se iba todo a la mierda me tiré al público y fuera.
Cosas divertidas me han pasado bastantes. Toqué en un cuchitril en Venecia y en mitad del bolo vino el típico tío vendiendo rosas y se puso a dejarme flores en los aretes del bombo mientras tocaba. También he tocado en muchos sitios con niños y esa es una combinación bastante curiosa. Alguien sacó una foto de unos críos que estaban bailando en el Alternador y hay uno que parece estar a punto de hacer una onda vital.
Has tenido otros proyectos musicales. ¿Qué te da más rabia que NO haya pasado con alguno de ellos?
Muchos de esos proyectos me los he montado en mi barrio, donde todos sabemos que tienen fecha de caducidad porque somos incapaces de tener una constancia. Hay grupos que han sido sólo para un concierto, o para una gira (Virgen de las Injurias, White Echoes, WAX!). No estoy insatisfecho de todas esas bandas (King Cayman sería el número veintitantos de treinta) porque al final es gente de la que he aprendido un montón y con la que me lo he pasado de fábula. Eso y que ir de gira con gente con la que he crecido ha sido una de las cosas más bonitas que he hecho en mi vida.
Además siempre aprendo de esas bandas formas nuevas de enfocar la música. Al final sin los grupos en los que he tocado mientras componía ‘Death’ (Electric Yihad, W1Z4RD, Paradise Brut, Cuerpo Humano o haciendo horas extra en Biznaga), no habría tenido las mismas ideas para ‘Death’. Pero bueno, de momento con FAVX no nos está yendo nada mal, llevamos dos giras en un año y nos lo estamos pasando de maravilla, ahora mismo es el proyecto en el que, además de King Cayman, estoy dedicando mi tiempo. Y en mi barrio vamos camino de un nuevo grupo efímero llamado «Chess Club».
«Aunque por lo general la temática machista me echa mucho para atrás, últimamente solo escucho rap»
¿A qué otros artistas te sientes próximo, nacionales o internacionales?
Es difícil empatizar con otros músicos cuando eres uno solo, ya que estás en tierra de nadie entre los cantautores y las bandas formales. En cuestión de formato, te diría que estoy más cerca de Tumba Swing, u Hombre Lobo Internacional, aunque nuestras formas de enfocar la música son distintas. En ese sentido, me gusta mucho un monobanda llamado Urban Junior. También me molan Paul Jacobs, Becky Lee o Burnside Eleven. Por otro lado, en cuanto a conjuntos normales se refiere, me flipan The Garden, Ho99o9, Agorazein, Deap Valley, Parquet Courts… En realidad un poco de todo, la verdad.
¿Qué te pareció ese concierto de C. Tangana que comentabas el otro día en Facebook? No esperaba que te pudiera gustar.
Lo vi bastante rotundo, la verdad, especialmente las partes en las que colaboraba con Rosalía. Es mi rapero nacional favorito ahora mismo. También me mola Cecilio, Jarfaiter (uno de esos sopotocientos grupos hace años fue con él), El Coleta, Bejo, One Path… el nuevo disco de Danny Brown me flipa. De hecho creo que se debe aprender muchísimo del rap, empezando por la forma que tienen de publicitarse con vídeos (youtube es la rrss reina para los raperos, mientras que la «música de guitarras» se mueve más por sc o bandcamp) y por la forma que tienen de hablar de cosas actuales sin tapujos (¿a cuántos «rockeros» vas a escuchar hablar de smartphones, por ejemplo, aunque como todo el mundo estén pegados a ellos 24/7?). Aunque por lo general la temática machista me echa mucho para atrás, últimamente solo escucho rap.
¿Algo en contra de Spotify? ¿Algún día tu música existirá en esta plataforma?
‘Death’ estará en Spoty, lo juro.